Las regiones excluídas no pueden esperar que otros entes definan su destino. Cuando ello ocurre, con frecuencia, esas orientaciones tienen un carácter paternalista y asumen que las capacidades propias de las personas son escasas y por consiguiente también se diseñan programas coyunturales, de corto plazo y con escasa participación de la comunidad.
Pensar las regiones es una tarea, pues, insoslayable en la periferia. No sólo para ser “regiones inteligentes” con capacidad de aprendizaje colectivo en entornos exigentes.
Sino también para ser sociedades reales y activas, donde el Gobierno sea realmente una tarea de la comunidad y no sólo de los políticos. Como se refiere en el Seminario Internacional: "Desarrollo endógeno en territorios excluidos” Temuco, 2001.
Precisamente la visión exógena, esta integración asimétrica e
injusta es lo que ha pretendido imponerle Washington a la América
Latina y Caribeña a través del ALCA (Área de Libre Comercio para las
Américas), una propuesta prácticamente desechada por los países de la
América del Sur, que de concretarse profundizaría a extremos
inimaginables las disfunciones económicas y sociales en nuestros
pueblos. Una propuesta con carácter expansionista, anexionista y
transculturizador que trata de liquidar la esencia de las sociedades
latinoamericanas, imponiéndonos el modelo capitalista neoliberal
estadounidense, ajeno, totalmente a nuestras realidades y sueños.
“El desarrollo endógeno en la política exterior bolivariana”. Jorge Arreaza M.
Caracas, 2005
La cooperación internacional (importante mecanismo de transferencia tecnológica en América Latina) asume cada vez más un rol “subsidiario” en el desarrollo, es decir, aporta sólo aquello resulta imprescindible y después de procesos que involucran la voluntad y apoyo de los gobiernos nacionales. La creciente y despiadada competencia internacional en la que se encuentran los países exige de cada uno de ellos reforzar su competitividad y ello cada vez más se logra mediante una integración de los factores productivos en “entornos sinergéticos”.
Pensar las regiones desde ellas mismas es mejorar la calidad de la democracia al mismo tiempo que una exigencia de la competitividad.
Desarrollo endógeno no es desarrollo autárquico sino que, por el contrario, significa utilizar para los propios propósitos y objetivos regionales o locales lo mejor del entorno, lo más pertinente para nuestra problemática.
Los informes sobre el desarrollo humano del PNUD establecen que “el objetivo básico del desarrollo humano es ampliar las oportunidades de los individuos para hacer que el desarrollo sea más democrático y participativo. Una de ellas es el acceso al ingreso y al empleo, a la educación y a la salud, y a un entorno físico limpio y seguro. A cada individuo debe dársele también la oportunidad de participar a fondo en las decisiones comunitarias y de disfrutar de la libertad humana, económica y política”.
Otro elemento importante en el concepto de desarrollo sostenible es el cultural. El verdadero desarrollo tiene que partir del respeto y la promoción de la cultura. Si la cultura y el desarrollo no marchan en la misma dirección, ambos se condenan mutuamente al fracaso. Es, en última instancia, la cultura la que da firmeza al desarrollo y lo hace realmente duradero. "El desarrollo debe estar anclado en la cultura de cada pueblo y diferenciarse de acuerdo con las características de los diversos grupos étnicos y culturales".... —Carlos Tünnermann Bernheim— Managua.
El ALBA (Alternativa Bolivariana para la América) se fundamenta en la creación de mecanismos para crear ventajas cooperativas entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio. Se basa en la cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja a los países débiles frente a las primeras potencias. Por esta razón la propuesta del ALBA le otorga prioridad a la integración latinoamericana y a la negociación en bloques sub-regionales, abriendo nuevo espacios de consulta para profundizar el conocimiento de nuestras posiciones e identificar espacios de interés común que permitan constituir alianzas estratégicas y presentar posiciones comunes en el proceso de negociación. El desafío es impedir la dispersión en las negociaciones, evitando que las naciones hermanas se desgajen y sean absorbidas por la vorágine con que viene presionándose en función de un rápido acuerdo por el ALCA.
El ALBA es una propuesta para construir consensos para repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos. La propuesta del ALBA se suma al despertar de la conciencia que se expresa en la emergencia de un nuevo liderazgo político, económico, social y militar en América Latina y El Caribe.
Un producto del Desarrollo Endógeno son Las Empresas de Producción Social, al igual que los Núcleos de Desarrollo Endógeno, en los cuales no existirá la explotación del hombre por el hombre.
No existirá competencia entre trabajadores o entre empresas. Sino la convergencia de saberes, aprendizajes y logros. En estas unidades productivas imperará la cooperación, la solidaridad, la complementación y sus productos serán vendidos a precios solidarios. Por esto, las EPS y los NUDE se configuran como elementos fundamentales en la transición hacia el socialismo, integradas con la consolidación latinoamericana del ALBA.
La construcción del Socialismo venezolano pasa por la actividad creadora y por plasmar el principio robinsoniano de inventar: es una invención del infinito poder creativo venezolano que, no por eso, deja de lado la esencia de lo que es el Socialismo. Hay quienes se están "coleando" en esta discusión proponiendo modelos socialdemócratas o modelos al estilo de los países nórdicos que para nada tiene que ver con el espíritu revolucionario y transformador que debemos reivindicar para el Socialismo venezolano.
crist_academico@yahoo.es