El miércoles 14 de junio se sentía enrarecido el ambiente dentro del salón donde sesiona el Consejo Universitario (CU), la máxima instancia de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Estaba por comenzar su sesión semanal con casi todos los miembros presentes (faltaba gran parte de la representación estudiantil, la cual, estaba como en los dos últimos meses más concentrada en las luchas callejeras del este del Este de Caracas que de los intereses de los estudiantes ucevistas). En el orden del día uno de los Decanos pidió que se incluyera un informe del cuerpo de los once (11) Decanos, del cual, la Rectora Cecilia Márquez lo aceptó de mala manera, creando suspicacia entre los presentes quienes ignoraban el contenido de tal informe pero ya habían percibido que se acercaba una tormenta tropical al salón…
Los primeros rayos se desataron cuando en un punto administrativo de la agenda se informó escuálidamente por parte de la rectora, como si no quisiera la cosa, sobre un concurso abierto para la "repavimentación de las vías internas de la UC (etapa III)". Cuando iba a referirse al siguiente punto de la agenda, un Decano pidió la palabra para solicitar el diferimiento del mencionado concurso y la académica, de manera rápida y furiosa, lo negó rotundamente, aprobándose el concurso abierto sin ningún tipo de discusión por los presentes, dando más luces sobre el conflicto que estaba latente entre los Decanos y las máximas autoridades rectorales.
Es allí cuando los profesores Arturo Gil, Lenin Sosa y mi persona comenzamos realmente a comprender de la situación, la cual confirmamos en dos momentos cruciales que ocurrieron durante esa sesión fatídica. El primer momento fue cuando se leyó el informe de los Decanos, conociendo los miembros del CU de la emergencia que se está presentando en las Facultades debido a que NO HAY recursos para realizar la limpieza de todas esas dependencias para los dos meses siguientes (junio y julio) por lo cual se va a presentar un cierre técnico de las mismas. Exposición que no fue suscripta por la Decana de Odontología, ya que su Facultad tiene obreros para tal fin pero están de paro (¿?). Se supo adicionalmente que se requerían de un total de Bs 205.150.287,94 para toda la limpieza de las Facultades, por lo que tenía más de dos meses de reuniones privadas con la Rectora para lograr su ayuda. Sin embargo, siempre fueron reuniones infructuosas ante la negativa permanente de la profesora.
Inmediatamente las autoridades (en el orden siguiente: la Rectora, el Vicerrector Administrativo y por último el Vicerrector Académico) comenzaron a dar largas explicaciones para justificar que no podían ayudar financieramente a los Decanos, destacando en sus discursos dos básicos elementos: a) el ahorcamiento que está ejerciendo el gobierno nacional (llamado despectivamente la dictadura) contra las universidades, especialmente a la UCV, en los presupuestos altamente deficitarios que han sido aprobado en los últimos 10 años y b) a pesar de tal ahorcamiento financiero, la universidad se ha mantenido en los últimos años en los ranking mundiales destacándose en dos rankings en el presente año, gracias a los esfuerzos que ha realizado esta gestión y la comunidad universitaria en general (palabras del vicerrector académico)… silencios y rostros incómodos.
El segundo momento crucial fue cuando recurrí a ver el expediente del concurso abierto que se había aprobado apenas media hora antes de esa sesión, el cual estaba en manos de la Secretaria Ejecutiva del CU, percatando con estupor que tal carpeta contenía únicamente un oficio (fecha 08-06-2017) de la Jefa de Presupuesto de la UCV, la economista Miren Caires, informando a la Coordinadora del Rectorado, la profesora Jannette Ascensión de la disponibilidad presupuestaria por la cantidad de Bs 3.153,493,852,96 para cubrir tal obra civil.
Con estas informaciones el grupo de profesores del ala izquierdista del CU ya nombrados solicitaron la palabra, la cual resumidamente expresaron de forma rápida y furiosa a todos los miembros del CU de la irracionalidad cómo se distribuyen los pocos recursos que llegan a la UCV del Estado para no cubrir las prioridades. Decimos del Estado porque esos 3.135 millones no vienen de ingresos propios de la universidad. No hay recursos para la limpieza de las Facultades, de las cuales, la Facultad de Farmacia, Derecho y Arquitectura requieren Bs 8, 17 y 21 millones, respectivamente, pero hace semanas se aprobó la remodelación de la cocina del rectorado de apenas 2 m2 por la bicoca cantidad de Bs 38 millones. No hay recursos para postgrados tal como siempre lo menciona el profesor Alberto Fernández pero aquí estamos observando que hay recursos a pesar del ahorcamiento del ejecutivo nacional. Ahora, estamos en presencia de una obra que se requiere de una enorme cantidad de recursos para unas vías que están en buenas condiciones y cuyos documentos para abrir el concurso abierto, apenas es un solo oficio de la Dirección de Presupuesto y Planificación… ¿Quienes deciden estas prioridades? ¿Con qué criterios definen tales prioridades? Exigimos una explicación de este absurdo escenario…
Se desató la tormenta. La rectora, iracunda y soberbia, expresó que lamentaba mucho que algunos de su Decanos que los consideraban sus amigos hayan traído ese punto al CU, del cual no aprobará la transferencia de recursos para la limpieza. ¡Primero sobre mi cadáver! No hay dinero para eso, son Uds., los Decanos que les recuerdo que fueron elegidos por lo que deben buscar los recursos necesarios para cubrir sus necesidades. Sobre la pavimentación ¡las vías si están en malas condiciones, y ya fue aprobado ese punto por lo cual no voy a tratar de nuevo! Ante esas palabras lapidarias se excusó para retirarse ya que tenía mucho trabajo en su despacho. Ella levantándose y una Decana simultáneamente se fue, una cobardemente y la otra, indignada.
Solamente quedaron tres derechos de palabras que representan el epilogo de esta tormenta, cuyas gotas han limpiado el escenario contradictorio que está viviendo una comunidad universitaria engañada y manipulada por sus autoridades rectorales.
Habló el profesor Víctor Márquez, presidente de la APUCV, expresando que lamentaba mucho que los Decanos hayan traído ese punto al CU. No debían hacerlo ante la situación de guerra que estamos viviendo con el gobierno. No conviene que se trate de ciertos temas en este escenario, tenían que hacerlo en reunión privada con la rectora. Hay enemigos. Por ejemplo, yo debo tratar la situación del IPP, el tema de la salud de los profesores pero no pienso hacerlo en el CU sino pediré una reunión privada a la rectora en conjunto con uds. Es el deber ser.
El 2do derecho de palabra lo ejerció el Decano que había leído el informe inductor de la tormenta. Señaló de forma enérgica que él también lamentaba profundamente lo que pasó hoy aquí, las palabras de la rectora, restregando la amistad en nuestras caras, cuando hemos sido los once Decanos un solo bloque en apoyo a la gestión y la universidad. ¡Hemos sido la resistencia en estos 9 años! Hoy lo que trajimos fue el punto de la limpieza, no el de la pavimentación, el discurso fue desviado pero no por nosotros. Eso fue una distracción. La esencia es que el presupuesto deficitario aprobado por el gobierno está creando las condiciones para el cierre técnico y aquí si no hay una escoba para limpiar no hay postgrado no hay nada…
El ultimo derecho de palabra fue ejercido por el suscrito exclamando de forma firme y clara que hoy fuimos testigos del desprecio en tres dimensiones diferentes. El desprecio que nos hizo la rectora al retirarse para no escucharnos, no aguantó. El desprecio que hoy la UCV le hace al Estado cuando la rectora nos informó que decidió NO entregar la data de los estudiantes al CNE que solicitó para la constituyente y el por último, el desprecio que nos hace el profesor Víctor Márquez cuando plantea no traer puntos importantes al CU, punto como la seguridad del profesorado, sino tratarlo de forma privada ¿Por qué profesor? ¿Cuál es el misterio? ¡Es aquí precisamente que deben discutir esos temas! ¿A que le tiene miedo o no está acostumbrado a oír voces disidentes antes sus planteamientos? Y sobre la supuesta desviación del discurso, le informo Decano, el punto de hoy no es sobre la falta de limpieza y la escoba, ¡NO! Es que los "pocos" recursos que llegan del Estado no son usados para las prioridades sino para otras situaciones que no son necesidades vitales para la Universidad. Tenemos 9 años viendo esta contradicción. Mantengo que las vías están en buenas condiciones, que alguien de los presentes me diga lo contrario. Aquí hay algo que levanta la sospecha para tal cantidad de dinero. Para finalizar, tenemos 9 años oyendo de una autoridad universitaria que estamos en los mejores rankings internacionales, pero ¿Por qué estamos? Porque hemos reflejado méritos académicos para estarlos, es decir, artículos científicos, tesis doctorales, entre otros. ¿Y eso fue con base a qué? A que había recursos para realizar tales investigaciones, recursos provenientes de un Estado que está ahorcando a la universidad. ¿Decanos, no ven la contradicción que existe en esto? Además, ¿Esos rankings que significan realmente? lo que refleja es ¡el ego, la vanidad de algunos! ¿Con que se come eso Decano, si no tenemos para una escobita?
He aquí lo que ocurrió en esa sesión eléctrica, destacando aquellos elementos que reflejan muy bien las contradicciones y el absurdo manejo de una universidad que ha estado en 4 años consecutivos de paro (pero cobrando sus sueldos) pero dicen que están con las puertas abiertas… pero vacías. Autoridades enfocadas en procesos conspirativos y realizando negociones a espalda de la comunidad universitaria y del pueblo venezolano, mientras que los estudiantes tienen enormes retrasos académicos. Hasta cuando estaremos bajo esta dictadura académica. ¿Será posible derrumbarla con la constituyente?
¿Seguirá lloviendo o escampará?
Profesor Miguel Alfonzo
Representante profesoral en el CU
UCV
miguelacho1998@hotmail.com