Por fin el 01/03/2024 a las 10 am la fulana Corte Internacional de Justicia (API); los jueces salieron a la palestra pública lucientes, sonrientes y orondos, anunciando la autorización de la reanudación de unos fulanos crímenes de lesa humanidad en el país. No dudamos que en algún momento han existido excesos, pero los inculpados, están tras las rejas, después de haber sido sometidos al libre proceso. Pero referirse con tanta espontaneidad "de crímenes de lesa humanidad"; eso no se lo traga nadie, los únicos que pueden embarcarse en tan temeraria acusación es la CPI, que de paso su presidente es gringo y son unos asalariados de la trasnacional petrolera ExxonMovil, que además se mueve para agredir a Venezuela, bajo la conseja de un agente de la guerra llamado Mike Pompeo, ex secretario de Estado de los EEUU durante el gobierno de Trump. Otro que puede salir con ese repique es el ave fénix de la OEA Luis Almagro y las redes sociales que repiten cualquier barbaridad hasta el cansancio. Pero dejemos esto hasta aquí y trasladémonos a la cuarta república y nos toparemos con toda una retahíla de crímenes, masacres y desapariciones. Asesinatos selectivos a dirigentes populares e izquierdistas; con aquella frase que acuño y puso en boga Rómulo Betancourt de "disparar primero y averiguar después". Recordemos que durante este quinquenio hubo dos asonadas; el Carupanazo 04/03/1962 y el Porteñazo en Puerto Cabello 02/06/1962 con más de 400 muertos. Un gobierno que se caracterizó por el asedio a las barriadas, universidades, asentamientos campesinos y desalojos por parte de terrofagos.
El 04/10/1982, Cantaura, estado Anzoátegui fue escenario del asesinato salvaje de 24 jóvenes, a través de un bombardeo aéreo de las Fuerzas Armadas, que solo asistían a una reunión política. Para la época era presidente Luis Herrera Campin. El 08/04/1986 ocurrió la masacre de Yumare; Aroa estado Yaracuy, gobernaba para la época Jaime Lusinchi; nueve personas fueron asesinadas luego de horribles torturas, fueron vestidas con uniformes militares, para hacerlos pasar por supuestos guerrilleros. Las víctimas eran luchadores sociales que deliberaban sobre el acontecer político nacional. Vendría luego el 28/10/1988, bajo el gobierno de Lusinchi en el Amparo, estado Apure, concretamente en el Caño de las Coloradas, 16 pescadores fueron asesinados a mansalva; llevados allí bajo engaño a comerse un sancocho. Buscaban un argumento para que el gobierno no sacara de la zona al Comando Especifico General José Antonio Páez (CEJAP); esto afectaba a los terratenientes de la zona, que se sentían protegidos por ellos; de ahí que idearon asesinar a unos humildes pescadores, hacerlos pasar por guerrilleros y darle una carta aval de la CEJAP para continuar operando en la zona. El 27 y 28 de febrero de 1989, sucedió el caracazo, el plus ultra de las explosiones sociales, el pueblo se lanzo espontáneamente a las calles, ante la embestida de unas medidas económicas implementadas por un gobierno que pretendía ahogar de hambre al pueblo, se presentaron los saqueos, el día 28 viene la reacción del gobierno de CAP, instrumentan el Plan Ávila por parte de las Fuerzas Armadas, desatan en el pueblo una atroz persecución y asesinatos a mansalva arrojando 5000 muertes. Nada de esto movilizó a ninguna CPI; ni ningún organismo garante de la defensa de los derechos humanos en el mundo, a pronunciarse. Esos gobiernos hacían lo que les daba la gana y todo bien gracias. Se adopta la política de Estado de la desaparición forzada; que era enseñada en la Escuela de las Américas a militares latinoamericanos, como Venezuela que era un servil instrumento en ejecutar tales prácticas, las adoptó como políticas de Estado.
Recordemos el cruel asesinato del Profesor Alberto Lovera el 18/10/1962. El asesinato de Jorge Rodríguez el 25/06/1978, dirigente estudiantil y fundador de la Liga Socialista, detenido por la DISIP y luego de haber sido sometido a horrendas torturas fue brutalmente asesinado. Víctor Soto Rojas, detenido en Orituco el 22/07/1964, luego trasladado a Cupira estado Miranda, montado en un helicóptero y lanzado vivo en pleno vuelo. No hubo pueblo por remoto que fuera en nuestra amplia geografía patria que no tenga alguna historia de algún desaparecido y asesinado durante esos años tenebrosos de la cuarta república. En Palmira, estado Táchira tenemos a Mario Álvarez Colmenares, desaparecido el 16/07/1963, técnico cafetalero, prestaba sus servicios para la época en el Ministerio de Agricultura y Cria (MAC), en Chavasquen, estado Portuguesa, fue detenido en esa población por el teniente Mario González Díaz, conocido por el remoquete del teniente veneno, conducido a la prefectura del pueblo, en las horas de la madrugada fue sacado de allí a las afueras del pueblo, donde fue fusilado.
En Aporrea apareció un artículo de un tal Balbas, lo conocerán en su casa, haciéndole coro a lo señalado por la fulana CPI, tirando flechas de aquí, allá y acullá; llenando una cuartilla de señalamientos que no tienen ni pies ni cabeza, sin nombrar a un hecho en concreto se va por las ramas. Pero nada que lanza la mirada al genocidio que está cometiendo los israelitas, contra el pueblo de Gaza, con la ayuda de los EEUU.