En tiempos de la pseudo democracia, del pacto de Puntofijo, se ensañaron contra todo aquel tipo de luchador social y político que se manifestara en Venezuela en contra del régimen imperante, de los gobiernos de Acción Democrática o de COPEI, organizaciones políticas éstas dirigidas por los "prohombres" de los últimos 50 años de la IV República.
En el camino fueron quedando una reguera de jóvenes mártires sacrificados por la política de estado de Desaparición Forzada. Los gobiernos de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Rafael Caldera, siguiendo instrucciones de la Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) y de la Escuela de las Américas, que tenía su sede en Panamá y operaban para toda latinoamerica, cometieron los más horrendos crímenes de esos tiempos.
Fuer Raúl Leoni el que dejó para la posteridad el mérito de los desaparecidos en este continente. Luego esa práctica la esparcirían los gobiernos de derecha y dictatoriales de Argentina y Chile, entre otros países del cono sur.
Muchos de estos jóvenes asesinados provenían de la clase media y de la clase proletaria, con algunas excepciones de muchachos que pertenecían a familias pudientes de la sociedad venezolana. Por una u otras causas, todos abrazaron luchar por la instauración de un sistema socialista en Venezuela.
Tomaron como ejemplo el sacrificio de Fidel Castro, Ernesto "Che" Guevara, Camilo Cienfuegos, entre otros combatientes que asumieron irse a la montaña, con armas, para liberar al pueblo cubano del yugo que les había impuesto el imperialismo, representado por el gobierno de Estados Unidos, quien sostenía la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba.
Desde 1959 hasta 1969, sucedieron muchos actos de Terrorismo de Estado, puesto que ocurrieron muertes como la del Prof. Alberto Lovera (Octubre, 1965), lanzado en las playas de Lecherías, Anzoátegui, dentro de un saco, con un pico amarrado con cadenas en su cuello, la de Fabricio Ojeda (21/06/1966), estrangulado y simulada su muerte como un ahorcamiento, Víctor Soto Rojas (22/07/1964) lanzado desde un helicóptero en las montañas del Bachiller, Estado Miranda; además de las sublevaciones de militares patriotas en el Porteñazo (02/06/1962) y el Carupanazo (04/05/1962), tan solo para nombrar estos sonados casos de la vida política del país en la lucha por un mejor porvenir.
Se cumplen 49 años desde que la ignominia se señoreo sobre la vida de personas que lucharon por mantener una patria libre, soberana y digna. No merecieron morir de la manera más vil que el sistema político capitalista impuso en la patria de Bolívar: SECUESTRARON, ASESINARON Y DESAPARECIERON LOS CUERPOS DE LOS LUCHADORES SOCIALES COMO UNA ADVERTENCIA A QUIENES OSARAN LUCHAR POR SUS IDEALES.
Fue el 26 de septiembre de 1969, en su pueblo natal Aragua de Barcelona, cuando a Luis Alberto Hernández lo secuestra y desaparece el oprobioso cuerpo de Seguridad del Estado para ese momento conocido como el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA).
En ese tiempo no había dolientes que salieran en la defensa de los Derechos Humanos, que apoyaran a los familiares de los desaparecidos políticos, solamente una voz solitaria se escuchaba en el hemiciclo del extinto Congreso Nacional, ese compatriota era el Dr. José Vicente Rangel Vale, quien salió en la búsqueda del desaparecido Luis Alberto Hernández, en todos los centros de tortura de las fuerzas represivas, conocidos como Teatros de Operaciones Antiguerrilleras, en el oriente del país el conocido (TO4), ubicado en Cocollar, Estado Sucre, uno de los cinco que operaban a lo largo y ancho de Venezuela. Fue él quien levantó el Expediente Nº 2988, Año 1969.
Para conmemorar al Camarada Luis Alberto Hernández, se está invitando para a una actividad político-cultural que se celebrará en la ciudad de Aragua de Barcelona:
Día: sábado 29 de septiembre de 2018
Lugar: Plaza "Luis Alberto Hernández"
Hora: 10:00 am
Orador de Orden: El Camarada Omar Narváez Ache, compañero de estudios de Luis Alberto Hernández en la carrera de Sociología y Antropología de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
