Otra declaración más

Tal vez ese sea tu comentario mudo al recibir este volante, lo mismo si te llega por correo electrónico. Otra Declaración Más… ¿para qué?... ¿simplemente para cumplir el ritual de todos los 11?: puede ser, pero un ritual que no obedece a una tradición impuesta desde arriba, sino que es una fecha que desde el propio pueblo hemos venido cargando de contenido esperanzador y libertario, un recuerdo con la fuerza de luchas presentes y porvenir. 

Porque hace 33 años el Golpe Militar pretendió volver a cero todo un ciclo de acumulación de fuerzas y conquistas populares, las que con diversas expresiones logró instalar al Pueblo como el sujeto productor de su propia historia, el Pueblo como el protagonista cada vez más poderoso de la construcción de un tiempo anhelado de justicia y dignidad. 

Revisamos la historia y saltan a la vista los errores cometidos y el alto costo pagado. La dictadura fue capaz de imponer no sólo un cambio de Presidente, sino que fue capaz de construir un Chile bien diferente al que desde abajo y con fuerza se venía gestando.  La dictadura logró transformar las bases económicas y culturales de nuestra sociedad: neoliberalismo y miedo se conjugaron para implantar este sistema de odiosas injusticias sociales que habitamos. Luego, cuando la dictadura se disfrazó de democracia siguió golpeando a los de abajo para enriquecer y favorecer a los pocos de arriba, los de las clases dominantes. 

Hasta el día de hoy, en que pasados 33 años, las clases dominantes parecen moldearlo todo a su gusto y sin resistencias, por ejemplo:  

  • Entregando nuestros recursos naturales al saqueo de las trasnacionales en un robo ecocida permanente (el cobre, los bosques, las reservas de agua, el oro).
  • Haciéndonos trabajar en condiciones de la mayor explotación (sin derechos laborales, avalados por los sindicalistas corruptos y sus políticas de “diálogo social”).
  • Haciendo de la corrupción la forma legal de ejercer el poder (los políticos legislan a favor de sus propias empresas, o de las que financian sus campañas y que mañana dirigirán).
  • Favoreciendo el abuso de las grandes compañías de servicios básicos (mala y cara movilización colectiva en la que se nos va buena parte del día y del sueldo, cargos fijos que son un robo, cobro de los medidores que registran la usura).
  • Con políticas serviles al imperio norteamericano y a la globalización neoliberal que deja desprotegida la economía y el desarrollo del país (firmando cuanto TLC se aparezca por delante).
  • Implementando una dictadura mediática a través de la cual embrutecen la conciencia popular haciéndonos vivir en función  el mundo de los ricos y famosos y mostrando en los noticiarios lo que según ellos es importante (El Mercurio, pasquín del empresariado; LUN del mismo grupo, COPESA, TVN, MEGA, el 13 y sigue la lista)
  • Reprimiendo con toda la prepotencia a:
    • Estudiantes (con la policía en las calles, con miles de detenidos en las jornadas de protestas y luego persiguiendo y cancelando las matrículas a los dirigentes al interior de los establecimientos)
    • Al pueblo mapuche (al que se le sigue aplicando la Ley Antiterrorista, amedrentando y torturando sistemáticamente en allanamientos policiales a las comunidades, incumpliendo los compromisos de Libertad a los Presos Políticos de la heroica huelga de hambre)
    • A los deudores y allegados (entregando casas que son una burla y una provocación a la dignidad, pasando la deuda a la voracidad de los bancos, reprimiendo en las calles a los organizados, implementando políticas de división del pueblo).
    • A los trabajadores y pobladores que se organizan para reclamar un poco de justicia en esta desigual repartija, donde unos pocos se llevan a sus bolsillos casi todo y al pueblo trabajador nos dejan las migajas que permitan, con suerte, el endeudamiento y la hipoteca de nuestras vidas.
 

Podríamos continuar con una larga lista de denuncias, llenar hojas y hojas, faltaría espacio para una radiografía detalla del estado del país. Pero eso es cosa que conocemos. Lo que nos convoca hoy es una fecha de memoria y acción, porque si bien las clases dominantes lograron transformar la estructura social y económica de la nación, no lograron acabar con la conciencia rebelde de un pueblo que prepara el rearme, que desde abajo se organiza y fortalece para dar la pelea. Porque mientras exista explotación, mientras exista injusticia, mientras exista tanto abuso y prepotencia, existirán conciencias que despierten y organicen resistencias que fortalezcan el proyecto popular para el amanecer socialista (socialista de verdad: en libertad, socializando los medios de producción material y cultural, socializando la toma de decisiones en una democracia participativa desde abajo hacia arriba, implementando los canales directos para que la primavera del poder popular haga florecer lo mejor del pueblo). 

De la derrota se sale luchando, de la destrucción social impuesta se sale construyendo fuerza popular. Únete a la gran franja de constructores popular, únete a este gigante de mil rostros que crece y se multiplica. No somos pocos, pero seremos millones: ahora es cuando!!. 

Únete a las Brigadas de Constructores Populares: cada constructor un agitador, un educador, un organizador. Activa la Fuerza Popular en tu centro de trabajo, en tu centro de estudios, en tu población o con quienes compartas intereses. Fuerza Popular Autónoma del poder de las clases dominantes. No esperes que nadie te llame, toma la iniciativa. Multiplica la organización social con criterios de democracia interna opuesta al conformismo sumiso que imponen los de arriba, aleja la lógica mercantil del lucro y demostremos que con solidaridad de clase y apoyo mutuo es posible dar vida a experiencias que (nos) transforman, construyen realidad y sirven de pisos que se suceden progresivamente en la acumulación de fuerzas populares para cambiar no un poquito esta sociedad, sino cambiarlo todo y de una vez. 

    Agitadores que instalan y dinamizan la fuerza del pueblo desde las demandas concretas, desde las reivindicaciones territoriales y sectoriales, haciendo de la lucha económica un trampolín para la lucha política, siendo parte activa de esas luchas, pero mostrando siempre los límites estructurales de las mismas. Porque no queremos un país más justo: queremos un país justo y punto. Para eso se requiere un orden social radicalmente distinto, con valores antagónicos a los del presente. 

    Educadores que van reconstruyendo colectivamente el saber popular con conciencia de clase, sin dogmas y en construcciones horizontales de saber, que nos hacen ir de la lógica simple y excluyente del mundo consumista a las conciencia reflexiva de las relaciones de explotación y dominación. Hacer del desánimo y la rabia, una crítica al orden social y propuestas de transformación. 

    Organizadores que van rompiendo con la ideología del individualismo desde la puesta en práctica de ejercicios colectivos de reconstrucción popular, pasando de establecimientos efímeros a construcciones cada vez más sólidas. Fortaleciendo una organización social desde un prisma que supere mezquindades de pequeños acuartelamientos de siglas o colores. Organizaciones que incorporen la diferencia para luchar contra el contrario. 

Pronunciamos “33” y podemos decir que aún gozamos de salud, que la porfía conciente y creadora puede más que un puñado de militares asesinos, una tropa de empresarios gansteriles y la sucia hipocresía de los tránsfugas que hoy transitan por los pasillos del poder.   

No somos pocos, pero seremos millones. Nos vemos en el rostro joven del estudiante que se vuelca a las calles y se toma los liceos exigiendo educación digna, nos vemos en los territorios de aprendizaje autónomo y popular, nos vemos en los sindicatos que desde los centros de trabajo dan la pelea contra el terrorismo empresarial, nos vemos en los preuniversitarios autogestionados, nos vemos en las escuelas de formación político social, nos vemos en el trabajo de solidaridad internacionalista y bolivariano, nos vemos en esfuerzos de unidad de las izquierdas, nos vemos en la mujer temporera que dice basta, nos vemos en los círculos de intelectuales revolucionarios que se ponen al servicio del pueblo, nos vemos en los territorios que se reconstruyen.   

No somos pocos, pero seremos millones. Nos vemos, de norte a sur, en la costa, en los campos y ciudades de toda esta angosta faja de tierra situada abajo y a la izquierda de un continente en ebullición. 

Hace 33 años que disparan armas de todo tipo para tenernos en el silencio de su ciudadana obediencia, hace siglos que estamos en pie y seguiremos estando: haciendo de la dignidad costumbre. 

Aquí nadie muere, aquí nadie cesa de luchar…

Con todas las fuerzas de nuestra historia rebelde…

Ni muertos, ni vencidos: abriendo más caminos!! 

33 años

¿Y qué fue?...

…Aquí seguimos estando !! 
 

Colectivo Andamios 

Santiago, septiembre de 2006.

http://www.colectivoandamios.cl/



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1585 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter




Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Por los Derechos Humanos contra la Impunidad


Revise artículos similares en la sección:
Internacionales