Crónicas cotidianas

No volvió y no lo buscaron

"Es de esas cosas que tu no entiendes hermano. Cómo es posible que te vas para el cuartel, te reciben de maravilla, porque ahora ni te maltratan, el capitán de la fragata te trata como a su hija, te dice que te pongas a estudiar, que hagas cursos para que aprendas una profesión, recién entrando te dan dos semanas libres, era prácticamente hacer lo que te daba la gana, y el coño de su madre, deserta. Y no es como los desertores de mi época, cuando la DIM te buscaba a donde fuera, y cuando te agarraban, te molían a palos y después ibas a la cárcel, pagabas condena de hasta cinco años, dependiendo de la gravedad. No, este muchacho de mierda, que ni siquiera se quiso graduar de bachiller, que no sabe ni cómo se fríe un huevo, tiene el descaro de enviarle un mensaje a su capitán para decirle que no va a regresar. Un viejo ya con 23 años que no sabe hacer nada, con novia, qué irá a hacer con su vida. Ojalá y no le dé por inventar con vainas de drogas o atracar a alguien, no sé hermano, pero qué puede hacer un muchacho que nunca quiso hacer nada. Todavía es un tipo sano, pero cuánto puede durar eso, si la novia le empieza a exigir".

.- Pero cómo es eso hermano. No volvió y no lo vinieron a buscar

.- No joda hermano. Eso es un despelote. No tienes de cuántos se han ido. Bueno, todos los amigos que entraron con él, desertaron. Nadie les para bolas, no hay castigo, no los meten preso. Yo recuerdo que cuando hice el servicio, un compañero desertó. A los cinco días lo encontraron en Maturín, y lo regresaron a coñazo limpio al cuartel San Carlos, hasta que un juez militar le clavó dos años. Mi hermano que también sirvió, había un sargento que lo tenía jodido, hasta que un día le metió un cascazo y le clavaron 8 meses y lo botaron del ejército.

.- Pero no puedo creer que eso esté pasando

.- Olmos, se están escapando los oficiales porque piden la baja y no se las dan. Pues se van pa´l carajo. Sé de dos mayores que se escaparon juntos y viven en Chile, donde se asociaron y montaron una ferretería. Eso está pasando con más regularidad de la que imaginas. Bueno, échale bolas que estos tipos, entraron 8 hace cuatro meses, y desertaron todos al mismo tiempo. Tiene que ser porque no tienen conciencia del castigo.

.- Es una situación muy grave

.- Bueno hermano, qué te puedo decir. José Andrés nunca sirvió para un coño. Desde niño era una pelea hasta para que se bañara. No le gustaba ir a la escuela, no le gustaba estudiar, no le gustaba hacer tarea. Nada. Lo de él era el teléfono y las novias. Cuando abandonó el liceo, le dije que buscara trabajo como ayudante de algo para que fuera aprendiendo. Comenzó en un taller mecánico, donde limpiaba, lavaba las herramientas e iba aprendiendo; pero no duró un mes porque se ensuciaba mucho y pagaban muy poquito. Pero si no sabes un coño hijo, le dije. No, pero eso no me gusta, fue la respuesta. Pero entonces échale bolas a otra vaina, porque no puedes estar en la casa sin hacer nada. Entonces consiguió en una maderera, y creo que no duró ni un mes. Y un día que estaban todos echando vainas allá en la casa, les dije que se fueran para la milicia, que la armada era una profesión bonita y allí iban aprender un oficio, porque podían hacer cursos y prepararse en algo para echarle bolas a la vida. Fue cuando se fueron todos para la marina. Olmos, les dieron franelas, monos, uniformes, medias, toallas. En pleno entrenamiento le daban permiso para visitar su casa, les depositaban por esto y por aquello. Lo ayudaron a sacar la cédula otra vez porque la había perdido y les ofrecieron de todo, les abrieron cuenta bancarias en el banco ese de las fuerzas armadas. Ya tenía tarjeta de débito que nunca en su vida había tenido una. Ya estaba ingresado en el sistema. Yo estaba supercontento, pero cómo te parece que de la noche a la mañana, dijo que no iba a volver. Cómo carajo se entiende eso hermano.

.- Y qué vas a hacer hermano

.- Bueno, la táctica que comencé a aplicar es que llego a la casa comido y no compró comida. Como llego en la noche, me tomo un vaso de agua y me acuesto a dormir. Es para ver si eso lo obliga a salir a buscar qué hacer, porque de vaina yo gano para mantenerme yo. Es jodio hermano. Muy jodio.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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