Y cuando digo Caracas, no solo me refiero al casco central ocupado por el Municipio Libertador. Valdría la pena transitar un día cualquiera por alguno de los municipios que constituyen la Gran Caracas para darse cuenta de esta terrible situación y llegar a la conclusión a la que yo he llegado: O bien los mandatarios desprecian a los habitantes de estos municipios o bien generalizamos para decir que el caraqueño o el que habita en esta ciudad es una persona de baja autoestima y con niveles de aseo y limpieza que poco ortodoxos. O en cualquier caso, los dos.
Nos hemos acostumbrado a pasar por encima de los monumentales cerros de basura, esquivar gusanos, taparnos la nariz para poder circular por cualquier lugar de estos y hasta ver con naturalidad este horrible paisaje y a extrañarnos cuando en algún momento se quiere hacer alguna foto publicitaria de una gestión "eficiente", o se recibe a algún personaje que circulará por algunos de esos lugares, lo vemos limpio o medianamente presentables.
Si vemos la gestión del mandatario municipal del Municipio Libertador, se le atribuiría a su vinculación política la poca atención que se da a este tema de la limpieza y aseo, se diría que por ser un militante de un partido de "chusmas", el refleja su chusmeria con su deficiente gestión. Pero resulta que los otros 4 municipios que componen la Gran Caracas, están gobernados por dirigentes autodenominados "elites o burgueses" de la tendencia contraria y el resultado es el mismo: Ergo, todos son incapaces y desprecian al ciudadano.
La Caracas abandonada desde que Antonio Ledezma fue el Alcalde, ha venido en un franco deterioro que diera la impresión que es una ciudad ingobernable e invivible. Si al problema de la basura le agregamos la ausencia total de autoridad en la calle, bien sea de la policía que aun con el nuevo nombre, no ha mejorado para nada su accionar, circular por Caracas a pie o en carro, es una verdadera aventura. Los semáforos no funcionan, los rayados peatonales además de estar borrados, no son respetados ni por los motorizados, ni por los vehículos oficiales o públicos o privados. Ni públicos ni privados conocen la importancia del respeto a las señales de tránsito, las aceras están tomadas por carros o motos. Y no me digan que no han visto otros ejemplos que no sean dignos de copiar, pues todos ellos, absolutamente todos, no solamente han viajado y conocido otras ciudades cuyos modelos ejemplarizantes serian dignos de copiar No conozco sus lugares de residencia, pero estoy segura que en su casa o en su entorno residencial la situación es diferente.
Las calles están llenas de huecos, con derrames frecuentes de agua de cualquier tipo, los contenedores cuando los hay no son vaciados con regularidad, los dispositivos de basuras además de ser casi inexistentes, los que se encuentran, tampoco son vaciados y la poca educación ciudadana de nuestra población, contribuye a que la suciedad sea el paisaje permanente que nos ofrece nuestra capital.
Cuando se cacarea la puesta en marcha de una nueva obra, esta se hace sin tomar en cuenta los estándares mínimos de eficiencia y belleza combinados, o maquillan por un determinado tiempo algún lugar, o hacen la parte funcional dejando de lado el embellecimiento y el acabado de la obra. Mucho dinero se ha invertido en estos últimos 20 años, y el cambio favorable sencillamente no se ve porque no existe.
Vivo en un municipio de la Gran Caracas gobernado por uno de esos personajes que se identifican con patrones diferentes a los asignados a los chavistas, pero el resultado es el mismo. Los parques, los jardines, los edificios sede de las instituciones, denotan la poca importancia que este les da a los ciudadanos, pero él mismo pasa la mayor parte de su tiempo en Europa o Estados Unidos donde tiene ejemplos para copiar, pero el desprecio por su país y su gente es superior a su deseo de ser recordado como un buen gerente. Total, es un dirigente de la oposición y siempre será nominado a cualquier cargo, sin importar los resultados de su gestión.
Si hablamos del Municipio Libertador, es mucha la publicidad que se hace en inversión de obras sociales para el ·buen vivir" o para el "vivir viviendo", pero son obras efímeras, solo obras efectistas y así el dinero no alcanzará nunca a que el cambio pueda verse. Recuerdo que un día el comandante Chávez muy indignado por el abandono en que había visto a Caracas, cuando una noche se le ocurrió circular por algunas de sus calles, de manera enérgica le llamo la atención tanto a Juan Barreto como a Freddy Bernal, lo cual llevó a estos personajes a iniciar una recuperación de edificios emblemáticos y de las áreas como parques, plazas, y jardines, pero eso solo fue una nueva actividad efectista; poco tiempo después volvimos a ver a nuestra ciudad capital en verdadero abandono. Da asco.
Con bombos y platillos informaron la nueva cultura del uso del metro, señalando orientación para hacer colas para entrar a los vagones y lograr un respeto a los usuarios de este medio de transporte mediante un proceso educativo, eso duró hasta que el transitar diario de tanta gente borrara dichas señales y por lo tanto al desaparecer tanto la señalización como la vigilancia tan prontamente, el ciudadano no logró internalizar la nueva medida. La limpieza del metro, otrora orgullo nacional, desapareció ante la presencia de escaleras en ruina, basura en los andenes, boletos de metro tirados por el suelo, colillas de cigarro, etc., y peor ahora que el metro es gratuito pues el 80% de los usuarios pasan por el torniquete preferencial ante la mirada indiferente de los trabajadores, lo cual a mi juicio no solo intensifica la conducta poco ciudadana, rayando en lo delictivo y nada ejemplarizante, sino que este medio de transporte debe acusar grandes pérdidas por esta evasión continuada.
No es excusa la guerra económica, que estamos confrontando. Muchas, muchísimas cosas se pueden hacer solo con la buena disposición y la intención de hacerlos y dejar una buena impronta de una gestión digna de ser elogiada, pero de carácter permanente, no efímera, como son las normas y leyes en este país. Un buen gerente debe ser recordado en la historia por su buena gestión y no por su negligencia. Pero antes, tendría que registrar en su fuero interno lo que significa para él o ella una conducta nueva y eficiente.
Este deterioro incluye entre otros a los módulos de Barrio Adentro. Fui testigo de la entrega que se hizo del CDI Salvador Allende en Chuao, hoy ejemplo viviente de la desidia, la negligencia y el mal uso que se le da a los espacios e instituciones públicas, amén del mal trato que reciben allí los pacientes.
La Misiones, digna obra del presidente Chávez para combatir la burocracia y el mal funcionamiento de las instituciones, se diluyen en una maraña de operadores de quienes no se sabe quién es el responsable y a quien se debe acudir para presentar una queja. Todo el mundo allí quiere mandar, pero sin eficiencia y con total irrespeto a quienes allí acuden. Recordarán lo que pasó con los Abastos Bicentenario, los Mercal, las Areperas Venezuela, los niños de La Patria y un sinnúmero de modalidades que fueron implementadas, pero sin la formación de las personas encargadas de ejecutarlas y sin el más mínimo control no solo en cuanto a la eficiencia sino en cuanto a la utilización de los recursos. Desaparecieron y los o las sancionadas no existen. Los Consejos Comunales, en su gran mayoría son modelos de corrupción entre otras cosas porque no tiene quien los controle ni a quien rendirles cuenta.
Yo me pregunto, ¿Cómo hacen en Japón o en ciudades hiperpobladas del llamado primer mundo para mantener la eficiencia de los servicios públicos y sobre todo como resuelven el problema de la basura? Deberían nuestros mandatarios de todos los niveles recibir previamente a su elección, cursos de planificación de la gestión que van a ejecutar y luego una instancia igualmente preparada para ejercer el control de dichas gestiones, dejando de lado el amiguismo, desde luego. Aquí lo que vale es la vinculación política para ser postulado a un cargo, pero la preparación previa nada tiene que ver.
Para terminar, ruego a quien le competa el mantenimiento de carreteras, autopistas y calles en general, hacer la señalización correspondiente de los carriles, Soy usuaria de la carretera que nos lleva a La Colonia Tovar y es una verdadera guillotina los días de neblina, pues aunque una gran parte fue reparada, no le pusieron ni los ojos de gato, ni la señalización de los carriles, lo cual dificulta mucho poder circular tanto de noche como en los días de neblina. Ni siquiera a la ruta alterna que sale desde La Yaguara la cual fue inaugurada con mucha bulla por parte de la entonces responsable, la compatriota Jaqueline Farías.
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