El Ayer es pasado y no volverá aunque, a veces, parece haber repeticiones. Este Diciembre, el 4 de diciembre del 2025, se cumplen 50 años de la Muerte de Hanna Arendt. Y su presencia corporal no estará entre nosotros, pero sus pensamientos, sus escritos no han perdido actualidad, siguen presentes.
En su tiempo Arendt sufrió la dictadura nazi de Adolfo Hitler y la Segunda Guerra Mundial que el capitalismo alemán ayudó a desencadenar, pasó grandes vicisitudes con riesgo de su vida y de su libertad. Estamos ahora en otro siglo pero actualmente en USA reina (no gobierna) un iracundo Presidente Trump y la atmosfera está cargada levantando el temor de una chispa que provoque el incendio en Europa. No sólo en Ucrania, sino también en distintos países africanos y asiáticos, sin olvidar la presencia de los buques de Guerra yanquis amenazando a Venezuela. Si estallase la guerra entre las potencias atómicas corremos todos, amigos o enemigos, el peligro de una guerra nuclear.
En el tiempo de Hitler y Mussolini, el calificado como "enano del Pardo" impuso su dictadura en España después de una cruenta Guerra civil. Es decir, el fascismo no se impuso tranquilamente en España como en otros países, sino que fue una cruenta Guerra civil la que elevó al Dictador Franco con ayuda extranjera para poder aplastar al pueblo español y su 2a. República. Entonces la propaganda belicista no hacía más que falsear los hechos y emitir raudales de noticias y juicios falsos, engañando a la opinion pública. Hoy la situación presenta muchas semejanzas. Eso no quiere decir que las cosas no han cambiado, lo que quiere decir es que el giro deseado a hacia una Paz duradera y una prosperidad o tranquilidad económica no está tocando a la Puerta, sino que parece estar saliendo por la Ventana.
Actualmente por cumplirse el aniversario de su Muerte se cita mucho a Hannah Arendt, pero también antes y por diversos moivos y circunstancias se la citaba porque su pensamiento proyectaba una luz explicativa a lo que se nos ocultaba desde el Poder.
La Verdad frente a la Mentira, el Mal frente al Bien, no como categorías abstractas sino concretizados en hechos reales de actualidad concretos.
Católicos y protestantes, comunistas y ateos, Liberales y nazis se ocupan, desde distintas y opuestas visiones de la obra y vida de Arendt. Hannah Arendt parece haber anticipado muchos de los interrogantes que nos ocupan en nuestros días, desde la crísis de autoridad a los revolcones inducidos por las nuevas tecnologías sobre lo que llamaba "la condición humana", pasando por cuestionar nuestra presencia hasta ahora afincada en la Tierra. Todo eso explica sin duda la permanente influencia de sus pensamientos y obras.
INVITACIÓN A SU LECTURA
Con ocasión del 50 aniversario de su desaparición física creo que es propicia una invitación a su lectura y a entrar en su pensamineto, no necesariamente para aceptarlo todo, sino porque es estimulante para- en los momentos actuales- llegar a vislumbrar nuevas fronteras de la vida pública, política, religiosa o meramente intelectual, con un tono y profundidad distintos a los que nos tienen acostumbrados.
En la primera edición de Los orígenes del totalitarismo, Hannah Arendt aborda la noción de mal radical. Según ella radical es un tipo de mal que escapa a toda comprensión humana, precisamente por su carácter extremo, deshumanizador y absurdo. Así el mal radical es claramente no sólo antisocial sino antihumano en la medida que destruye por completo la esencia humana, su individualidad, su capacidad de juicio propia, su singularidad. Y escribió que sin el totalitarismo no podríamos haber conocido la naturaleza verdaderamente radical del mal que convierte a las personas en números, en cifras sin rostro deletreadas sobre un papel anónimo y burocrático.
Hannah tenía su independencia intelectual, pero no se creyó infalible, así en varias ocasiones se equivocó y pidió disculpas, honestidad de la que no todos los intelectuales pueden presumir.
Han pasado cincuenta años desde su muerte, pero las palabras de Hannah Arendt no han envejecido. En estos tiempos en que desde un lado de los océanos se lanzan amenazas y se movilizan ejercitos hacia otras orillas, tiempos en que se hacen resonar tambores de Guerra, se siembran mentiras como si fueran verdades y se sospecha de aquel que no acepta el ordeno y mando de los poderosos de las armas y del capitalismo, en tales tiempos debemos tener honestidad intelectual y el valor moral y politico personal de actuar contra las Corrientes de la propaganda y la opresión. Y comprender como Hannah Arendt que para la acción no es necesario ser poderoso ni millonario, sino tomar una decisión. El resultado nunca es seguro, pero el atarse mentalmente y no actuar es dejar paso a las fuerzas que llamamos del Mal y la opresión. Hannah nos dió un ejemplo generoso nada fácil, pero necesario de emular si queremos un mundo humano mejor, para nosotros y nuestros hijos.