En medio de las fuertes tensiones políticas, sociales y emocionales que atraviesa Venezuela de las cuales no se escapa nadie, son evidentes los esfuerzos que realiza el Presidente Nicolás Maduro por además de gobernar, crear e impulsar iniciativas que apunten hacia lo que él considera son aspectos o dimensiones álgidos en esas tensiones. Algunas, como todo en la vida son exitosas, comprendidas y practicadas, otras no tanto.
Surge con fuerza por ello, según mi punto de vista, la necesidad de contar con equipos modernos y dinámicos de discusión y análisis, que tengan capacidad de enfrentar los desafíos de manera integral dentro de cada sector o región y de ámbito institucional.
No se trata únicamente de reclutar un grupo de especialistas que se reúnan, sino de intentar conformar una estructura creativa más estable que pueda leer la complejidad del momento y traducirla en estrategias efectivas, que presente como insumos a los tomadores de decisiones, a los políticos, enriqueciendo su visual conceptual.
La realidad actual exige respuestas que combinen análisis político, comunicación, psicología social, economía y cultura, porque las presiones externas e internas se manifiestan en múltiples dimensiones y todas tienen efectos tangibles en la vida cotidiana de la población. Los periodistas, comunicadores sociales, son importantes aunque es necesario algo mas forma, orgánico con las estructuras institucionales y de gobierno.
Por supuesto que sabemos que no es fácil de entender, practica, incorporar a la gestión la idea de un equipo moderno parte de reconocer que la batalla no se libra solo en los espacios tradicionales de la política, sino también en el terreno emocional y simbólico, pero es una necesidad que nos impone la intensidad de la lucha y la especialización y profesionalización de muchas áreas que podían ser perfectamente atendidas en la Cuarta por un ´toero´ intelectual.
El esfuerzo mediático internacional imperialista se apoya en más de 5000 medios de comunicación ubicados en todos los países del mundo, que elaboran y unifican su mensaje falso, embaucador e ideológico, que busca acentuar la desesperanza y el cansancio colectivo, generando la percepción de que no hay salida interna. Son los medios de la desesperanza. Frente a ello, un equipo creativo debe diseñar narrativas que resignifiquen los acontecimientos, transformando cada golpe en una oportunidad para reforzar la cohesión nacional.
Los ejemplos claros son numerosos, lo que se presente como una derrota tanto en lo nacional como lo internacional, lo que parece un triunfo opositor debe ser revaluado como una evidencia de la injerencia extranjera y convertido en un recurso para fortalecer la idea de soberanía, independencia, desarrollo productivo, y contextualizarlo en un nueva esquema de relaciones sociales donde las elites no sean únicamente las favorecidas.
Un equipo con estas características permitiría integrar cantidad de personas, opináticos, capacitados y dispuestos a participar con ideas e iniciativas, que conformarían un polo de dinámico que integraría voces diversas a la defensa soberana, a analistas políticos que comprenden la lógica de las sanciones y bloqueos, psicólogos que estudien el impacto emocional en la población, comunicadores capaces de elaborar mensajes que contrarresten la desesperanza, economistas que traduzcan las medidas externas en narrativas comprensibles, y artistas que transformen la resistencia en símbolos culturales que cohesionen a la sociedad.
El trabajo intelectual unido a las iniciativas populares no es un lujo, sino una herramienta de resistencia, de ánimo, en un momento donde la presión de Estados Unidos busca desgastar institucionalmente al gobierno y emocionalmente a la población, por lo que la respuesta más fuerte, como ya se está haciendo, es construir relatos propios que den sentido y esperanza.
Como dice el Presidente, todos debemos hacer mayores esfuerzos, por lo que interpretando esas palabras las instituciones públicas, las universidades, todas sin distingos, deben funcionar con la misión de luchar contra la guerra que se encima sobre el país, trabajar para la paz. Podrían iniciar creando sus equipos de análisis de crisis, comenzando con pequeños grupos de 2 o 3 personas, especializarse en áreas de trabajo, con capacidad de escribir, publicar, participar en redes de manera que la divulgación de sus ideas se maximice, y presentarlas a los niveles de decisión de su institución, para que las haga llegar a los niveles de gobierno.
Es indiscutible, que la necesidad de contar con equipos de análisis modernos y es importante es entender que la defensa de la soberanía y la independencia nacional pasa por fortalecer ese un relato propio histórico y moderno , y un equipo moderno y dinámico puede convertirse en la herramienta clave para crear y suministrar materiales para enriquecer la lucha para enfrentar las múltiples dimensiones de los ataque y deterioros que provocan, en lo político, económico, mediática y emocional, y cómo la creatividad organizada tiene un papel de primera importancia.