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El Barco venezolano en su patrullaje, no ha entrado en aguas interiores, por lo que tiene perfecta libertad de navegar en aguas que están por delimitarse y sobre todo para ejercer la soberanía y seguridad de nuestro territorio como República Soberana e Independiente.
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El otorgamiento por parte del gobierno de Guyana de concesiones a países extranjeros en territorio por delimitarse es totalmente ilegal y evidencia su contumacia por resolver legal y pacíficamente la controversia como los establece el Acuerdo de Ginebra.
La República Cooperativa de Guyana, dirigida por Mohamed Irfaan Ali, tiene muy poca moral para reclamarle a Venezuela, sobre el patrullaje legítimo que realizan sus Fuerzas Armadas, en Defensa y Vigilancia de su Territorio.
Si algo queda evidenciado ante la Opinión Pública Internacional, en la reiterada insistencia de la República Bolivariana de Venezuela, para que la República Cooperativa de Guyana, retome el curso legal de las conversaciones pautadas por el Acuerdo de Ginebra, firmado y del cual se ha separado la actual administración del gobierno guyanés, avivando un conflicto cuyo origen se encuentra en las apetencias territoriales imperialistas de Inglaterra.
El Acuerdo de Ginebra fue publicado en la Gaceta Oficial de Venezuela N.º 28.008 del 15 de abril de 1966. Es un instrumento jurídico validado también por la República Cooperativa de Guyana y constituye hoy el único Marco Jurídico, valido, para un acuerdo entre ambas naciones, por el territorio en disputa.
Ese Acuerdo, reconoce la contención de Venezuela de considerar nulo e írrito la decisión del tribunal que definió su frontera con Guayana Británica. Reino Unido y Guyana (entonces Guayana Británica) al firmar el documento reconocen el reclamo y la inconformidad de Venezuela acordándose así encontrar una solución práctica, pacífica y satisfactoria para las partes.
Pero la actual administración gobierno de la República Cooperativa de Guyana, se ha desviado de las orientaciones establecidas en el Acuerdo y reconocidas al momento de la firma, por sus representantes y solapadamente está permitiendo y autorizando exploraciones y explotaciones en áreas que no se encuentran aún delimitadas.
Esto lo ha venido denunciando la República Bolivariana de Venezuela, en diferentes instancias internacionales, como una violación al Acuerdo firmado, que pone en riesgo la paz entre ambas naciones, ambas, víctimas de un atropello imperial, pero que su presidente Irfaan Alí, ignora o se hace el loco al respecto.
Es un secreto a voces, ya denunciado por nuestro país que la República Cooperativa de Guyana, está otorgando concesiones a empresas extranjeras, en territorios por delimitar, lo que constituye una flagrante violación al establecido en el Acuerdo de Ginebra, que se orienta hacia una solución pacífica de la controversia. En efecto, han dado autorización para explotar arbitrariamente bloques, sin mediar ninguna consulta:
"La participación actual en este bloque se reparte de la siguiente manera: Exxon (45%), Hess (35%) y la China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) (20%). El detalle es que Hess está siendo adquirida por la también estadounidense Chevron, que sí opera en Venezuela. Si se concreta la negociación la Chevron, tendrá el 80 % de las acciones, referidas.
Demostración evidente de que la República Cooperativa de Guyana, unilateralmente, al margen del Acuerdo de Ginebra, único marco jurídico vigente para resolver la controversia, viola tal instrumento legal y ahora pretende presentarse como víctima, cuando las Fuerzas Armadas Venezolanas, patrullan el territorio esequibo en Defensa de la Seguridad y Soberanía Nacional.
Recientemente, nuestras Fuerzas Armadas mediante imágenes satelitales, pudieron constatar la presencia de 28 tanquero en aguas no delimitadas y a partir de esa incursión, se toma la decisión de hacer un patrullaje, cuyo objetivo se expresa en documento hecho público por los mandos de esa institución:
"…..destinada a resguardarla integridad de los espacios marítimos de la Fachada Atlántica Venezolana y su territorio incontrovertible", en la Operación denominada "General Domingo Antonio Sifontes".
Valga recordar que este General, Domingo Antonio Sifontes, conocido como el "Terror de los Ingleses":
"Durante la madrugada del 2 de enero de 1895 el inspector de la Policía Británica, Douglas Barnes, y el subinspector Baker, procedentes de la Guayana Inglesa, junto con una brigada, cruzaron el río Cuyuní, cuyo fin era conquistar El Callao, Upata, Tumeremo y El Dorado, al ingresar a la tierra venezolana izaron la bandera inglesa, en consecuencia el General Sifontes ordenó al personal militar recuperar el asentamiento, quienes logran retirar a los ingleses y apresaron a Barnes."
Quedando para la historia, esa huella indeleble de Defensa de nuestra Integridad Territorial.
Mediante esta breve reflexión, respaldamos a nuestra Fuerzas Armadas por todos los operativos que puedan realizan en defensa de nuestra Soberanía e Integridad territorial, así como afirmamos que la República Cooperativa de Guyana no tiene moral para condenar estas operaciones de defensa y que por el contrario debe volver a la legalidad, al Acuerdo de Ginebra, donde se establecen las formas para resolver una controversia heredada por ambos países. "Lo que es ilegal es inmoral". Pablo Palazuelo