Crónicas cotidianas

Su cuarto está intacto y su cama arregladita

Consuelo cuenta que Mario tenía una habilidad natural para crear cosas. Incluso cosas que no existían, pero que él creía eran importantes como complemento de otras. Según María, su hijo no tenía descanso desde que era un niño. Una mente ágil lo hacía un inquieto permanente. "Mira muchacho, Ramón fue quien me acomodó la cocina, fue quien ordenó todo. No sé cómo aprendió a poner cerámica y se la consiguió en un remate que se la regalaron, se apareció con un amigo y la pegaron entre los dos. Le quedó tan buena y combinaba con todo, sobretodo con la pobreza. Con la tina de una chacachaca, hizo cocina y horno al mismo tiempo. Todavía la uso, porque le puso tuberías y La puedes usar con gas y con leña. La empotró en la cocina y le quedó una maravilla. Todos en el barrio vienen para coger la idea. Hizo un molino que se le cambiaba los dientes y podía moler hasta huesos de pollo y cochino, con los que él hacia alimento para las gallinas. Pero era como la mano derecha de las vecinas de por aquí, porque a todas les arreglaba las cosas. Lavadoras, cocinas, planchas, licuadoras, televisores, neveras. Recuerdo que una vez vino una señora con una licuadora que se le había partido una pieza y no se le conseguía, muchacho y Mario la hizo. Maguiver le decían por aquí y por los otros barrios así lo conocían. Tenían un super equipo de sonido en su cuarto, hecho con desechos. Él había hecho el aire acondicionado. Con una chacachaca que le regalaron, hizo una nevera para la casa. Tenía un soldador que había hecho con cables de batería y tenía que ponerle sal y agua para soldar. Con un tubo de acero que le regalaron, hizo una escopeta y se iba pa`llá arriba pa´la montaña y una vez trajeron un venado, aunque casi siempre traían lapa".

La conversación es interrumpida por Mariana, la otra hija de María: "Mi mamá no quieres entender, Rafael, que él se puso así cuando se le metió esa mujer por los ojos".

Qué mujer, pregunte

Hay una mujer que lo sonsacaba, verdad. Una mujer que tenía dos muchachos y vivía con su mamá. El padre de esos carajitos, era un pran que estaba buscando la policía y una banda por Las Parcelas, porque parece que había una vieja culebra. Total, que el tipo se fue y no apareció, dicen que estaba en Colombia. Pero la mujer -que de paso era seis años mayor que Mario- era mentirosa, siempre estaba en un invento. Mario la trajo para la casa y a mi no me gustó, pero como era la mujer de mi hermano, mamá, que de seguro se dio cuenta, se quedó callada.

Mariana cuenta que su hermano descuidó el trabajo y se desvivía por complacer a la novia. De ser un hombre trabajador, ahorrador y bien administrado, pasó al despilfarro. "Por primera le contestó a mi mamá cuando le pidió para comprar un pollo. Cuando mi mamá o yo le decíamos para comprar algo, de una vez sacaba la tarjeta. Ahora se quejaba de todo. Y él tenía dinero guardado, y debió ser bastante, pero esa mujer lo tenía loco. Y era una perra, porque estaba con mi hermano y lo estaba volteando con tipo de la esquina donde vivía por allá por Bendición de Dios".

Mariana narra que finalmente Mario se enteró de los cachos y le entró como una depresión. "Rafael, dejó de comer. No salía de ese cuatro. Pasaba hasta tres días sin bañarse. A veces salía del cuarto y se tomaba una taza de café con pan. Mi mamá le preparaba sopita y no comía. Y esa mujer ni siquiera vino a verlo, ni porque mi mamá la llamó".

Un viernes, Mario se bañó, se vistió y salió de la casa como a las 5pm. Su mamá y su hermana, creyeron que iría a alguna fiesta. Eran las 12 de la noche cuando un amigo estaba llamando para avisar que Mario había muerto de varios balazos a manos del nuevo marido de la novia.

"Todo lo que ves aquí -cuenta Mariana- es producto de las ingeniosidades de Mario. No hemos querido tocar nada. Mi mamá no para de llorar. Su cuarto está intacto. Su cama arregladita y mi mamá lo limpia todas las semanas. Te digo Rafael, mi mamá está joven, pero no creo que se recupere de ese dolor. No para de llorar y ya hace un mes que lo mataron".



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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