El Pollo Mutante

Hay un diputado por ahí que según cuenta la leyenda es como la mata de zábila, que mientras más la investigan más propiedades le encuentran. Dicen sus detractores que es el dueño de casi todas las empresas que ocupan este lado de la bolita del mundo. Cuenta la leyenda que él es el propietario de la cadena farmacéutica FARMATODO, de la factoría de conservas enlatadas EVEBA, de la fábrica de calzados y otro tipo de implementos deportivos RS-21, cuyas siglas y guarismo según los escuálidos significan "Revolución del Siglo 21", nombrecito jodedor entonces como para echarles en cara a sus detractores que, hasta los zapatos con que pisan esta patria es propiedad de esta especie de Dios dado a burlarse de la gente decente, que combate arduamente desde el teclado de sus laptops o de sus teléfonos inteligentes a este régimen opresor, a esta dictadura narcocastristachavistamadurista (¡jajajajaja!). Dicen que él es el propietario de las manufactureras y ensambladoras de motocicletas New Way, Vera, Empire, UM, MD y cualquier otra tarita de esas en dónde el Yonaiker se desliza velozmente llevando al borde de un infarto en las suprarrenales a su quinceañera concubina Yubraska Yubisay del Valle y a sus tiernos retoños Yesaydú Yuleisy Yosemith, Keisyminitoguer Brandon Rafael y Ashlan Lionel de tres años, diecinueve y dos meses respectivamente. Según las mismas fábulas opositoras también se encuentran entre sus propiedades el restaurante Jules Verne de la Torre Eiffel, el Palacio de Versalles, la Torre de Londres y el Palacio de Buckingham, además de poseer más dinero en los bancos que las mismísimas familias Rockefeller, Morgan, Rotschild y Mars juntas. Este diputado que tiene un programa de TV los miércoles por la noche, según el imaginario opositor es tan rolitranco e’ guevon que deposita su dinero en cuentas bancarias en los Estados Unidos de tal manera que, si ellos quisieran joderlo bastaría con echarle el cuento al congresista Marco Rubio, a Ted Cruz o a Bob Menéndez para que estos procedan a confiscarle sus bienes.

La misma opinión acerca de la inteligencia de este magnate-diputado la expresa la "confiable" ex fiscal Luisa Ortega quien le acusa de ser el dueño de los consorcios Arietis Group, Bengoechea, Inversiones y Patrimonios, S.L, Depósito y Stockage JJ, S.L, e Inversiones, Oportunidades y Negocios, S.L., lo que contradice evidentemente la tesis de que este político sea poseedor de una mente, de una lucidez maquiavélica privilegiada, pues le pide a los zamuros que le cuiden la carne.

Entre las empresas que se vinculan a los bienes del gordito ojos claros, se encuentra una beneficiadora de aves que se llama EBENEZER y que distribuye sus productos entre otros clientes al Estado venezolano.

Pues lo cierto es que esta compañía debe estar fraguando algo. Debe andar preparando experimentos insertando priones en el ADN de los pollos, o no sé, coacervados será, pero lo cierto es que algo en sus manejos anda raro. Algunas enzimas fuera de control han ocasionado desordenes a nivel cromosómico en estas aves. Lo mismo que con los bombillos ahorradores que repartió el gobierno para enterarse de todo lo que imprudentemente ventilamos en voz alta en nuestros hogares, quizá a través de los productos avícolas que esta firma hace llegar a nuestras mesas, han inoculado sustancias que nos hacen abominar a Guaidó, aceptar por simpático a Pedro Carreño y amar a Nicolás.

Al parecer estos experimentos se les fueron de las manos a esos científicos locos y han comenzado a producir pollos mutantes. Si, así como lo lee, o al menos eso es lo que parece, pues en estos días mis vecinos y yo fuimos favorecidos con la entrega de unos de esos "combos proteicos" que nos proveyeron de un cartón de huevos y de un pollo beneficiado.

Los huevos estaban a la vista, no había duda, cada uno de ellos había salido con el esfuerzo, con el pujo de una fémina. Pero en cuanto al ave, el peso no mentía, era un pollito esbelto, de silueta estilizada. Seguramente asesorando a los criadores se encontraba Osmel Sousa y el ave mientras estuvo viva caminaba por los galpones de la corporación con el tumbao que Gisselle Reyes le impuso a las misses venezolanas y cuidó decididamente su figura para mantener su garbo.

Pero el dolor de la muerte lo había hecho más pesado. Sin embargo, el ave en cuestión o mejor dicho su cadáver, comenzó a sudar copiosamente no más me lo entregaron y repentinamente como si se tratara de un maracucho en tiempos de Motta Domínguez dejó un charco de dimensiones bíblicas en donde lo había colocado. Parecía que por él comenzaría una nueva inundación como aquella que ocasionó el diluvio universal.

Fue tan preocupante el deshielo que temí por la capa de ozono, pues seguramente ella se había esguañangado justo encima de mi anoréxico pollito. El derretimiento de los polos había comenzado en el interior del pajarraco beneficiado. Decidí que antes de que se volviera todo agua, sería mejor comenzar a prepararlo y luego de iniciar las excavaciones propias de esa autopsia, tropecé en las entrañas de avechucho con el iceberg que había hundido el Titanic, pero además encontré en el interior del tórax una extraña bolsita, pensé por un momento en la contaminación de los mares, en el nuevo continente de plástico que flota en medio del océano Pacífico, pero recordé entonces que no estaba preparando un pescado. El envoltorio contenía una masa violácea que luego de descongelarse reveló tres hígados y dos corazones que indudablemente pertenecieron al animal emplumado, por lo que sin hacer mucho ejercicio mental llegue a la conclusión que mi pollo ¡era un pollo mutante!.

Salí corriendo a contarles a los vecinos acerca de la singularidad de mi hallazgo, pero resulta que mi "picatierra" no era nada especial. Los pollos de ellos también presentaban anomalías similares.

A la luz de este descubrimiento, así el gobierno lo niegue, es evidente que en Venezuela se está experimentando con transgénicos tal vez, con manipulaciones genéticas que han originado mutaciones de carácter autosómico posiblemente recesivo y la prueba de ello estaba al borde de mi plato.

No creo que una organización seria, que entre sus clientes tiene al propio gobierno venezolano vaya a estar haciendo trampa metiéndole a sus productos unos cuantos higadillos y corazoncillos de contrabando para aumentar junto con una pelota de hielo el peso de un animalito que, pasó su vida intentando conservar una figura grácil y elegante. Tiene que ser un error de transcriptasas, de fenotipo homocigóticamente alterado, debe haber una explicación más cercana a Darwin que a Dios, dado que aves con hígados múltiples no se han descrito en ningún paper que esté dispuesto en los buscadores especializados. No existe ningún relato que contenga la descripción de un pollo con el corazón por duplicado.

Ese experimento fallido, francamente descontrolado ha creado -como en el caso del relato del Doctor Frankenstein- una rareza de feria que si se hubiese descubierto en el siglo XIX habría ido a para sin duda en alguna de las exposiciones del museo de Historia Natural de Londres, en el de Ciencia y Tecnología de Múnich o en el Instituto Smithsoniano.

Hoy nos toca aceptar estas aves multiorgánicas, mañana tomaremos leche de vacas tan saladas que tolón tolón, parecerá la que viene junto con las cajas del CLAP. Comeremos lentejas transgénicas y veremos como nuestros cuerpos desprenden en las noches una extraña fosforescencia verdosa que nos mantendrá trasnochados.



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Carlos Pérez Mujica


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