El petróleo se queda en la Faja

Vivo en Tovar, Mérida, Venezuela y durante los últimos treinta años he registrado la temperatura diaria del ambiente, por medio de tres observaciones del termómetro: una a las 6 a.m.; otra a las 12 del mediodía; y la tercera a las 10 p.m. El procesamiento de estos datos recopilados durante un período de tiempo apreciable, unido a la observación de otros fenómenos naturales, hechos económicos, políticos y sociales, me permite pensar que el aumento de la temperatura fijado por los científicos en 2 grados para final de siglo, no es una posibilidad remota, es una realidad presente. Ya el margen establecido de 1,5 grados, ha sido alcanzado y comienza la escalada de los 2 grados centígrados.

El procesamiento de los datos recopilados - día de 24 horas - nos da un promedio de la temperatura ambiente, en 30 años, entre 16 y 18 grados Celsius, a la sombra. Este promedio no es estable: En el 2017, año seco y muy cálido, y en el 2018, año de mucha nubosidad y lluvias, el promedio se ubica entre 18 y 20 grados. Hace diez o veinte años, la temperatura a las 6 a.m. fluctuaba entre 12 y 16 grados. Temperaturas por debajo de 14 grados se registran cuando hay nevadas en la Serranía de Mérida. La temperatura más baja registrada en 30 años, a las 6 a.m. es de 10 grados, en tanto en el 2018, ha sido de 12 grados. Al mediodía, la temperatura fluctuaba entre 18 y 20 grados a la sombra. Pero, en el 2017 y 2018 ha fluctuado entre 20 y 24 grados. La temperatura por la tarde - 3 p.m. a 5 p.m.- lo normal es 28 a 30 grados y ocasional, 30 a 35 grados. Hace 15 años el registro de las 10 p.m., fluctuaba entre 16 y 18 grados. En el 2017 y 2018, entre 18 y 20 grados, algunas veces 22 grados. Esta información nos permite pronosticar que, en el Valle del Mocotíes, el calentamiento ya alcanza el margen establecido para final de siglo, de 2 grados Celsius. La información se ha realizado de manera empírica, con un simple termómetro de pared, no de mercurio ni de alcohol, sino, de fina lámina en espiral.

El Sol es la única fuente de calentamiento de la Tierra. El agua de los océanos y mares cubre el 70% del plantea. Son los encargados de regular la temperatura en los continentes. El agua tiene la propiedad de conservar la temperatura - fría o caliente - y la cede en forma paulatina. Por esta característica o virtud del agua, los mares y océanos calientan los continentes durante la noche y por el frío nocturno que acumulan, los refrescan durante el día.

A mayor temperatura, mayor evaporación, mayor nubosidad, que se acumula en la atmosfera e impide el ingreso directo de los rayos solares, lo cual trae enfriamiento. En nuestra juventud de agricultores, cuando estábamos en el barbecho en labores de aradura, siembra, regadío, limpieza de malezas o recolección de la cosecha, y el sol canicular nos quemaba la espalda y nos derretía los sesos, mirábamos al cielo y el mayor deseo estaba en ver si alguna nube se interponía y amortiguaba los rayos solares.

Si las nubes impiden el paso directo de los rayos solares y enfrían la Tierra ¿Por qué el "efecto invernadero" produce calentamiento? ¿Será por su origen, fruto de variados procesos de combustión y no, como las nubes, por evaporación del agua? El "efecto invernadero" tiene origen orgánico (biomasa), y fósil (petróleo, carbón) que, por combustión, se transforma en monóxido, el cual asciende a la atmósfera, se acumula, forma una capa que envuelve el planeta y retiene el calor que el Sol le transmite a la Tierra en su exposición de 12 horas (día); luego durante 12 horas (noche) conserva ese calor, y no permite que escape a la atmósfera. ¿Por qué el monóxido (gas) retiene el calor y produce calentamiento; y las nubes (gas) no retienen el calor y producen enfriamiento?

El calentamiento global, luego de causar fenómenos naturales catastróficos y negativos para el equilibrio climático del planeta y conservación de la vida (fauna y flora), terminará en una nueva glaciación. La última se produjo hace 70 mil años. Hace 12 mil años comenzó el retiro de los glaciales, cuyo proceso está culminando. Proceso natural que el hombre - único animal depredador que ha habitado el planeta – acelera, por el abuso que hace de prácticas depredadoras del bosque; contaminación de aguas (ríos, mares, océanos); desertificación de suelos; deterioro del ambiente; y fundamentalmente, por el uso y abuso de los combustibles fósiles (carbón, petróleo), al crear el "efecto invernadero", con su secuela de calentamiento global ya elevado al clímax, y en fase de irreversibilidad.

Además del monóxido, a la atmósfera llegan otros gases, el metano, de fuente natural o por la acción del hombre. Asciende a capas superiores (estratósfera) y por este motivo en Venezuela se le achaca el fenómeno natural conocido como "Relámpago del Catatumbo", gran regenerador de la capa de ozono que nos protege de los rayos infrarrojos. Venezuela ha sido más rica en producción de ozono que de petróleo. Por la deforestación de la región del Catatumbo, el gran relámpago que iluminaba la noche durante todo el año con sus flashes intermitentes, ahora, ha devenido en ocasional luciérnaga. Las tripulaciones de los barcos que navegan el Mar Caribe lo identifican, como, "Faro del Catatumbo", por iluminar la noche caribeña. "Hachones del Catatumbo", los denominó el poeta Juan Francisco Franco Quijano en su poemario "Los collares de Ofelia".

Las consecuencias del calentamiento global ya son patéticas para la Humanidad. Los hechos catastróficos que se registran en todo el planeta, están diciendo ¡Basta! La vocación masoquista del hombre, lo han llevado a inventar cuatro grandes imbecilidades: Dios, la Propiedad, la Guerra y la destrucción del planeta, labor ésta, que ha cumplido desde el Paleolítico con dedicación y constancia. En esa empresa estamos metidos todos bajo la batuta de los gobiernos, llámense conservadores, liberales, progresistas. ¿En qué se diferencia Lula, de Trump o de Xi Jinping? En los ocho años del mandato de Lula ¿Contuvo, frenó, hizo algo para conservar la selva amazónica, garantía de equilibrio climático del planeta? Todo lo contrario, propició su depredación para aumentar la ganadería (metano), y cultivos de caña de azúcar, soja, palma africana, utilizados, en fabricar alcohol y lubricantes para alimentar carburadores de motores de combustión (monóxido), en lugar de alimentar estómagos de la población mundial que padece hambre. Promover esa incongruencia era motivo de su mayor orgullo y realizaba giras por los países desarrollados para presentar a Brasil como primer transformador mundial, de biomasa en combustible. Trump es sincero, no aparenta, dice lo que piensa. Se retira del Acuerdo de París, por cuanto entorpece su política de "American first", al tiempo que exclama "¡Con mi fracking no te metas!" (contaminación/monóxido). El caso de China es patético. De las ciudades chinas desapareció la claridad del día, y sus habitantes no pueden apreciar, admirar una noche de Luna o el cielo tachonado de estrellas rutilantes, por causa del smog que oscurece la atmósfera, formado por el humo que emana de las chimeneas alimentadas por carbón, y por el monóxido que expelen los tubos de escape de vehículos automotores.

Los insectos. –

Pero, la información más patética de este proceso de destrucción de la vida en el planeta, llega por la investigación referida a la vida de los insectos. ¿Hay algún proceso natural de la biodiversidad en donde no estén presentes los insectos, con sus millonarias formas y actividad? ¡Ninguno! La vida en el planeta no sólo es posible por el agua y el aire (oxígeno), fundamentalmente, por la actividad de los insectos. Sin los insectos no es posible la vida en el planeta, tal como la conocemos.

El periodista Brooke Jarvis publicó en New York Times Magazine [1] http://www.nytimes.com/2018/11/27/magazine/insect-apocalypse.HTML, una nota periodística referida a la investigación científica realizada por entomólogos, según la cual, comprueban que la extinción de los insectos a escala mundial puede ya alcanzar el 70%. Ninguna noticia referida al calentamiento global es más funesta que la extinción de los insectos, por cuanto se rompen importantes cadenas biológicas: formación de suelos; elaboración de sustancias aptas para alimentación de las plantas; control, transformación de desechos orgánicos; polinización de las plantas con flores; alimentación de las aves y peces insectívoros. La función de los insectos es tan múltiple y variada que resulta imposible detallarla. Tan sólo ha sido estudiada en un 2%. El autor de la nota de prensa cita dos casos para mostrar la importancia de los insectos:

(1) China y el cultivo de manzanas. Como los insectos desaparecieron por causa de los insecticidas y la contaminación ambiental, ahora, hay que realizar la polinización en forma manual. Un obrero poliniza seis a diez manzanos por día y recibe 19 dólares de salario.

(2) En Australia, cuando se introdujo en el siglo XIX la ganadería, los insectos nativos encargados de eliminar el estiércol, preferían el de los marsupiales (canguros), más rico en fibra. El estiércol (bosta) del ganado, se acumulaba en los potreros. En 1951, un entomólogo que llegó de visita, recomendó importar escarabajos peloteros (bubute mierdero), para que realizara el trabajo de limpiar los potreros de excrementos. Durante 25 años, fue prioridad importar insectos que realizaran el trabajo.

El autor del artículo escribe: "Cuando se les pide que imaginen que pasaría si los insectos desapareciesen completamente, los científicos encuentran palabras como caos, colapso, Armagedón. Wagner, un entomólogo de la Universidad de Connecticut, describe un mundo sin flores con bosques silenciosos, un mundo de estiércol, hojas viejas y cadáveres en descomposición acumulándose en ciudades y cunetas, un mundo de "colapso o decadencia, de erosión y de pérdida que se extendería por los ecosistemas". E. O. Wilson ha escrito sobre un mundo libre de insectos, un lugar donde la mayoría de las plantas y animales terrestres se extinguen; donde los hongos proliferan, durante un tiempo, alimentándose de la muerte y la putrefacción; y donde "la especie humana sobrevive, incapaz de volver a los granos polinizados por el aire y a la pesca marina" a pesar de grandes hambrunas y guerras por los recursos. "Aferrándose a la supervivencia en un mundo devastado, y atrapados en una edad ecológica oscura."

Planeta o petróleo.

Es el dilema que tiene la Humanidad ante sí. La presión de los habitantes en las ciudades europeas en demanda de protección del ambiente, es creciente. En Alemania, se decretó la prohibición, para el 2019, del motor diésel en automóviles, y para el 2025, de los motores de gasolina. Sólo vehículos con motores eléctricos. Todas las minas de carbón fueron cerradas y 70.000 mineros quedaron cesantes. En las ciudades españolas ya hay anuncios en igual sentido. China ya tiene 100.000 autobuses de motor eléctrico en servicio urbano. El último Informe de la ONU referido al tema del calentamiento global, considera los próximos 10 años como plazo límite para revertirlo y evitar el cataclismo climático. El aumento del precio de los combustibles (Francia), es una forma de retirar vehículos de la circulación (bajar la contaminación). Parece que la protesta de los "chalecos amarillos", bautizados por la prensa como "jacqueries" (palurdos, chusma), tiene ese origen. No es una protesta obrera, sino, de la clase media burguesa que tiene automóvil. Lo mismo ocurriría en Venezuela por el aumento de la gasolina, la protesta sería de la clase media, los obreros y mayorías nacionales no tienen automóvil.

Si la angustia por el calentamiento global ya deja sentir sus efectos catastróficos, como, la extinción de los insectos. Si los habitantes de las ciudades exigen aire puro para respirar, libre de smog. Si los gobiernos comienzan a oír el clamor mundial contra el calentamiento global y toman medidas, no hay duda, así como hubo la edad de piedra, luego la edad de bronce, inevitablemente la edad del petróleo está llegando a su fin.

La Humanidad comienza a decir ¡Basta! ¡Salvemos el planeta! Venezuela, con las mayores reservas de petróleo ¿Qué va hacer? ¿Las va a transformar en monóxido? Estamos convencidos. No puede haber duda, el petróleo se queda en la Faja.

¡Planeta o petróleo! ¡Planeta o Arco minero!



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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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