No resulta fácil una intervención militar en Venezuela

La humanidad registra un largo historial de invasiones contra pueblos enteros que fueron fraguando para el control y usufructo de sus riquezas, grandes extensiones de tierra fueron víctima de grotescos repartos donde además perdieron la vida millones de personas, eran tiempos del reinato y de la sacristía que recorrió a toda Europa. En la primera y segunda guerra mundial, ocurrieron similares hechos con prevalecencia de factores como los Estados Unidos de Norte América y La Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas.

A finales de los años ochenta, la caída del muro de Berlín y la desaparición del Bloque del Este hacen fenecer la bipolaridad existente, abriéndole el panorama al creciente imperio estadounidense para creerse dueño y amo del mundo. Percepción sustentada en la tesis del fin de la historia de Francys Fukuyama, ex Director del Cuerpo de Planeamiento de Políticas del Departamento de Estado de los Estado Unidos, que sostenía la preeminencia del Liberalismo en lo Político, el Capitalismo en lo Económico y la Cultura del Consumo en lo Cultural.

Una década después la esperanza se hizo notar cuando aparece Rusia reclamando su condición de potencia que tuvo sus orígenes en épocas de la Unión Soviética; China ve cristalizar su Programa de Reforma y Apertura que presento Deng Xiaoping; Corea del Norte y Cuba, cuya dirigencia siempre se mostró convincente política e ideológicamente ante el bloqueo comercial, la superioridad militar, y ante el factor dólar que jugó en forma perjudicial en el movimiento financiero de esas naciones.

En el presente, camina con mucha contundencia la configuración bloques de países que pugnan por la multipolaridad y China aparece como el proponente de todos, recientemente realizó un portentoso evento con toda África, donde establecieron compromisos que distan mucho de los que se conocen con los TLC, acompañada de la Ruta de la Seda deja constancia de su gran fortaleza, Rusia con perfil propio parece acompañarla, el grupo de los Brics es una carta de navegación en materia financiera donde el dólar no cuenta.

El Presidente Chávez y su Proyecto Nacional Simón Bolívar, cuyos objetivos históricos marcan distancia con los del Capitalismo Salvaje, hace colocar su mirada para con estos países que le son afines a sus objetivos. Venezuela tiene sólidas relaciones con más de ciento cincuenta países, pero con Rusia, China, Irán, Cuba, Corea del Norte, Turquía, Bielorrusia, van más allá…, son excepcionales y tiene conque seguirlas madurando para su soberanía e independencia.

De allí que no sería extraño que los EEUU y Europa sientan la necesidad de reforzar sus aparatos militares en estos lares -después de todo-, la presencia en Colombia de una instancia que nació al calor de la segunda guerra mundial como la Otan (cuyas operaciones llevan más de medio siglo), y donde ahora mismo, el norte de África sufre sus invasiones, con migrantes que se cuentan por millones y muertos por montones, terminen de coronar un plan para una invadir militarmente a Venezuela.

El anclaje de ese aparato que también cuenta con nueve bases militares, las solicitudes directas de la dirigencia apátrida radicada dentro y fuera del país, el bullicio esquizofrénico del representante de la OEA Luis Almagro, la joropera que montó el Grupo de Lima y la bailanta mediática que tienen los medios desde Miami hasta Argentina, hacen presumir que todo está montado para una acción bélica.

Este aparataje sin comparación en estas tierras sería temible, el caso Malvinas -aun cuando Inglaterra contó con acompañantes- es poco significante, ellas barrerían cualquier resistencia. Pero el análisis de los asesores de la Casa Blanca, sobre la permanencia en el terreno les indica que no le será fácil, puesto que el sujeto pueblo cuenta con una alta moral; el ejército bolivariano tiene historial de guerra libertarias que debe considerase; la unidad cívico-militar es más activa que en cualquier otro momento; su aparato político vive en constante movimiento y, finalmente Vzla hoy cuenta con aliados internacionales con capacidad de detener cualquier fuerza bélica.

Sociólogo .



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