¿De qué esperanza habla Juan Barreto? (II)

"Solo aquellos que no tienen esperanzas nos dan esperanza"

Walter Benjamín

"¿Que esperamos? ¿Que nos espera?"

Ernst Bloch

"La esperanza es una convicción y como diría Ezra Pound, precisamente cuando todos los indicadores muestran un Infierno, es necesario imaginar un Paraíso, y mantener viva la esperanza."

Juan Barreto-Héctor Sánchez

"El ser humano no existe sin esperanza, porque no puede vivir sin el deseo de un mundo diferente, de un nuevo mundo, de un mundo mejor. Una humanidad sin esperanza estaría condenada a ser embaucada por los pragmáticos de turno, que invocan de forma fetichista la inmovilidad de las cuestiones de hecho, quienes, en definitiva, pretenden que la humanidad se doble desesperanzada ante la opacidad de la realidad vigente. Estos pragmáticos son incapaces de imaginar y analizar las posibilidades reales abiertas a la novedad"

Joan-Carles Melich

I. Introducción

¿Hay esperanza? Sí, pero "la esperanza es el sueño de los que estás despiertos". Según Herbert Marcuse la esperanza se nos ha dado para servir a los desesperanzados. Detrás de todo sentimiento de esperanza late el afán de una vida mejor o, lo que es lo mismo, el deseo de librarse del dolor o el mal en sus diversas acepciones. Este es, en esencia, el trasfondo de la motivación que guía a toda esperanza, llamémosle felicidad, eudaimonía, beatitudo o vida bienaventurada .La esperanza está en el corazón del ser humano. Es una actitud que pertenece al ámbito de la condición humana y está inscrita en los anhelos más hondos de la persona. La esperanza también está en los proyectos históricos. En un mundo con un mañana tan incierto como es el mundo actual, sigue siendo saludable hablar de la esperanza.

En última instancia, el problema de la esperanza coincide con el problema de la existencia humana: la manifiesta en uno de sus aspectos radicales. Pedro Lain Entralgo lo ha expresado bien: "Lo primero que debe afirmarse acerca de la esperanza es la hondura y la universalidad de su implantación en el corazón del hombre". Y no sin razón P. Landsberg, citado por él, ha podido afirmar: "Somos esperanza". Desde ahí, desde ese carácter hondo y totalizante, se comprende bien la insistencia de Gabriel Marcel: la esperanza es misterio.

II. ¿Crisis de esperanza o esperanza en crisis?

La situación actual de crisis puede y debe fortalecer nuestra esperanza. Sólo la honradez con la realidad nos permitirá situarnos de forma honesta ante la seriedad de la situación de crisis que estamos padeciendo. Se trata en efecto de situarnos ante ella sin estrategia alguna de "disimulo de la realidad". La crisis no tiene necesariamente que desembocar en catástrofe. Al contrario, puede y debe actuar como revulsivo y conducir a una elevación de la conciencia social y política. La insistencia en destacar la existencia de la crisis no tiene la finalidad de generar pesimismo o desesperanza.

¿Es posible vivir hoy razonablemente informados por la esperanza? ¿Puede la esperanza resistir la confrontación con la crisis generalizada actual y, más concretamente, con la crisis de significación de la fe y la confianza? ¿Tendríamos acaso que reconocer que, la esperanza nos sitúa en el ámbito de la ilusión proyectiva que nos infantiliza al arrojarnos irremisiblemente en el mundo de lo irreal?

Debemos admitir la hondura y dimensiones de la crisis. Sabemos, en efecto, que la crisis actual que padecemos es amplia y compleja, hasta el punto de que nos encontramos con ella al dirigir nuestra mirada a los distintos órdenes sociales o subsistemas que configuran la realidad .Se puede y se debe hablar de:

  • Crisis económica.

  • Crisis social y epistémica.

  • Crisis cultural generalizada, vinculada a la crisis moral, axiológica.

  • Crisis que se sitúa fundamentalmente en el subsistema jurídico-político.

III. BIBLIOGRAFIA

  1. Pedro Laín Entralgo, Antropología de la esperanza

  • Felicísimo Martínez Díez, Ser cristiano hoy? Jesús y el sentido de la vida

  • Joan-CarleS Melich, Filosofía de la finitud.

  • Jürgen Moltmann, Esperanza y planificación del futuro, Sígueme.

  • Jürgen Moltmann, Teología de la esperanza, Sígueme, Salamanca.

  • Juan José Tamayo, Religión, razón y esperanza. El pensamiento de Ernst Bloch, Verbo Divino

  • Andrés Torres Queiruga, Esperanza a pesar del mal. La resurrección como horizonte.



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Luis Antonio Azócar Bates

Matemático y filósofo

 medida713@gmail.com

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