Sun Tzu en el diálogo

En la mañana de un sábado el embajador Iván Zerpa recibió una misiva urgente del Partido Comunista de China. En el tiempo en que Zerpa había cumplido funciones en la misión diplomática venezolana en China nunca le habían realizado una invitación imprevista de estas características. La carta citaba al embajador a una de las oficinas del PCCh a las 2 pm de ese mismo día, agregando con énfasis el carácter "extraordinario" y "urgente" de dicha reunión. Faltaban cuatro horas para el encuentro y aún Iván no culminaba su café mañanero. Sin embargo, decide alistarse pronto.

Refunfuñaba mientras se vestía. La noche anterior había salido muy tarde de una conferencia de negocios que terminó en un brindis y agasajo. No era amante de salir en las horas picos de la residencia diplomática. Le encrespaba el tener que transitar por la caótica Beijing durante el día. Prefería salir de noche, donde la ciudad resplandecía amigablemente como luciérnaga en medio de la oscuridad. Todas estas reflexiones no lo apartaban de la intriga que le había generado lo abrupto de la invitación. Pensó en invitar a otros funcionarios diplomáticos, pero enseguida recordó que la invitación era exclusivamente dirigida a él, en calidad del máximo funcionario diplomático venezolano en China.

Al montarse en el carro que lo llevará hasta el lugar, empieza a revisar una serie de papeles que contienen datos sobre la relaciones comerciales entre China y Venezuela, quiere estar bien preparado y sabe que el trayecto es largo a causa del embotellamiento vehicular.

- ¿jefe, nos dirigimos a Zhongnanhai? Pregunta el chófer.

- No, Iremos al edificio operativo del PCCh. Contesta con cierto aire de obstinación Iván.

El carro, que estaba con las ventanas arriba, vuelve a quedar en absoluto silencio. La interrupción del chofer le brinda excusa a Iván para tomarse un tiempo y ver por la ventana. No se acostumbra aún a Beijing. La multitud de personas que transitan y los inmensos rascacielos le producen cierta claustrofobia. El aire contaminado es denso en la ciudad. Los peatones caminan usando tapabocas y lentes oscuros como en un escenario de película apocalíptica hollywoodense. El congestionamiento vehicular pone los nervios de punta hasta al chófer más habituado. Conocer Beijing lo lleva a añorar el caos caraqueño. Caracas, aquella ciudad que García Márquez llamó alguna vez "ciudad infernal" era un paraíso en el recuerdo del sr. Zerpa comparado con las pailas de Beijing. El pequeño valle con sus dos o tres millones de habitantes parecía un parque infantil en comparación con una ciudad como Beijing, capaz de albergar a toda la población venezolana bajo su cobija de asfalto.

Beijing ofrece un contraste singular. Entre dos rascacielos inmensos puede estar ubicado un pequeño restaurante que conserva la arquitectura tradicional china. Esa capacidad de sobrevivir en medio de la vorágine del progreso que tiene la milenaria cultura china, le recuerda incomprensiblemente a Zerpa la pira. Si, aquel nutritivo "monte" que crece, aun en las condiciones más inhóspitas, en el valle caraqueño. Aquella hierba es capaz de crecer entre las grietas del asfalto de una calle pavimentada durante décadas. Así, la cultura tradicional china sobrevive entre las rendijas de la modernidad occidental. Entretenido por estos desvaríos llega a la entrada principal del edificio operativo del PCCh.

Al llegar a la puerta nota lo imponente del edificio. Lejos de parecer una de las sedes de un partido comunista, parecía la entrada a un edificio de la Haier Group o de cualquier otra multinacional. Pensó con ironía ¿en que se parece este edificio al Cantaclaro de nuestro PCV allá en la Av. San Martín? Se contestó a sí mismo diciendo: "ni la sede del PSUV en Maripérez le llega a los tobillos a esto". Una sonrisa se le dibujó en los labios a causa de las extrañas reflexiones que ese día le ocupaban el pensamiento, entre comparaciones absurdas y reflexiones vagas. En la puerta lo estaba esperando un hombre con lentes, de baja estatura, impecablemente vestido, que le extendió la mano con una sonrisa amigable.

- Bienvenido señor Zerpa un placer tenerlo por acá. Dijo el pequeño hombre

- Muchas gracias, sorprendido por la invitación. Contestó a la espera de una explicación el sr Zerpa

- El Comité Político Permanente del Partido lo espera con urgencia para tratar temas importantes. Se apresuró a contestar el chino.

Entrando al edificio Iván confirma su opinión. En el edificio no había ese olor a tinta fresca característico de los partidos. Tampoco se veía panfletos o documentos apilados en las esquinas. El desorden que caracteriza a la vida política venezolana contrastaba con el orden casi corporativo de ese lugar. La imagen de jóvenes militantes barbados y desaliñados con un libro viejo en la mano solo quedaba en el recuerdo de Zerpa. La juventud del PCCh iba en traje formal y no despegaba la vista de sus avanzadas tabletas, no para descargar documentos PDF de algún clásico de la teoría marxista, sino para observar casi obsesivamente las tendencias y fluctuaciones en las bolsas de valores.

Al entrar a la sala de reunión, Zerpa esperaba alguna amena mesa redonda. No obstante, se encuentra con una larga mesa que tenía una pantalla táctil en una de sus orillas. En la mesa se encontraban de pie cinco altos directivos del PCCh. En la cabecera de la mesa pudo reconocer a un hombre de aproximadamente sesenta años de edad, con el cabello oscuro y corto, usaba lentes delgados, al fijar la vista se pudo dar cuenta que se trataba de Li Keqiang, el segundo al mando del gobierno chino. Era inusual que un hombre de ese rango en el gobierno chino, se reuniera directamente con un diplomático de un país como Venezuela. A su derecha se encontraban dos hombres bastante entrados en años a los que no pudo reconocer, canosos, vestidos más modestamente. Frente a los dos ancianos se encontraban dos hombres más, jóvenes, a los cuales reconoció inmediatamente. Eran dos científicos sociales que habían visitado Venezuela en varias oportunidades, siendo apodados ahí por algún miembro del gobierno venezolano como "los tanques del pensamiento chino" haciendo gala de la fragancia cursi que siempre conllevan los halagos desmedidos de los subordinados a sus jefes.

- Buenas tardes, siéntese por favor señor Zerpa. Dijo Li Keqiang

- Sr. Zerpa lo hemos convocado a esta reunión debido a que el gobierno de la República Popular China está sumamente preocupado por la situación en Venezuela. Tenemos informes de que la crisis económica se agudiza y hay una alta inestabilidad política. Los informes suministrados por nuestro equipo de ciencias sociales desplegados en su país. indican también que el gobierno de los Estados Unidos han enviado al diálogo entre el gobierno y la oposición a Thomas Shannon como portavoz de sus intereses. Dice uno de los ancianos.

- La situación está controlada, no hay ningún peligro. Sin embargo, Venezuela necesita que se extiendan los plazos para cancelar los intereses de los créditos otorgados por los bancos chinos. Llevamos meses haciendo esa solicitud. Contestó Zerpa.

- Sr Zerpa, el gobierno chino no está dispuesto a correr con los errores económicos cometidos por ustedes. Mas si estos errores indican el desconocimiento más elemental de economía que puede tener algún estudiante de primer semestre. Contestó el anciano.

- El gobierno venezolano sufre una guerra económica creada por los Estados Unidos y no ha recibido la ayuda esperada por parte de sus socios chinos. Dice incomodo Zerpa, ya echando su experiencia de parlamentario y olvidándose de la diplomacia.

- Sr Zerpa, China siempre ayuda a sus socios cuando ellos escuchan consejos. Señala molesto el anciano.

- Camaradas, el PCCh está evaluando que las inversiones de China corren grave peligro. Ayudar a nuestros socios es importante para garantizar nuestras inversiones. Por ello, si los Estados Unidos envían a Sr. Shannon como intermediario junto al Vaticano, a China, como socio principal de Venezuela, le corresponde también estar. Queremos una invitación formal del gobierno venezolano para participar en el diálogo. Estamos pensando poner a prueba el Proyecto Secreto Maneki-neko, aprobado en el XVII Congreso Nacional del PCCh. Dice Li Keqiang

Todos en la sala dan muestras de sorpresa. Los ancianos abren los ojos al máximo de lo que les permiten sus estrechas pupilas. Los intelectuales se sacan el sudor y se acomodan las corbatas. Mientras que el diplomático venezolano no se percata de las dimensiones de lo planteado por Keqiang y piensa que se trata de un plan financiero de reconstrucción del país y algún pronunciamiento contra la injerencia de los EEUU.

- ¿De que se trata el proyecto Maneki-neko? Pregunta impaciente Iván Zerpa

- Se trata de una máquina del tiempo que permite regresar personas al futuro. Contesta a cajas destempladas Li

- Zerpa ríe incrédulo, pero rápidamente ve los rostros de seriedad de todos los presentes.

- Se trata de una tecnología novedosa ya experimentada por los rusos y los norteamericanos, nada nuevo, pero no es de conocimiento público. Queremos que China haga de conocimiento mundial la presencia de esta tecnología participando con un personaje histórico en el diálogo venezolano.

- ¿reviviremos a Mao? Pregunta uno de los científicos sociales.

- No seas idiota -contestó el anciano- Mao derrotaría a los Kuomintang socios nuestros en latinoamérica y haría la Guerra Popular Prolongada contra el imperialismo chino.

- ¿Confucio? Replicó el científico sin recibir respuesta.

- No puede ser. Volvió a negarse el anciano.

- ¿Qué les parece Dean Xiaoping? Preguntó insistentemente

- Tendría problemas con Cuba en el diálogo. Acuérdense que no tuvo buenas relaciones con Fidel. Dijo Li

Mientras se disputaban los prohombres chinos que regresarían del pasado, Zerpa dejó volar su imaginación. Alucina pensando en Mao haciendo la Revolución Cultural en Venezuela, asediando con tanques a la Montaña de Sorte y enfrentando a los brujos como hizo en otrora con los monjes tibetanos. Toda esta situación le causaba gracia.

- Está decidido, será Sun Tzu quien enviaremos al diálogo en Venezuela. Por favor señor Zerpa acompáñenos y sea testigo de este acontecimiento que hará historia. Indicó Li señalando un ascensor.

Salieron de la oficina y fueron a un ascensor que los llevaría directamente al subsuelo del edificio. Al abrir las compuertas del ascensor, Zerpa noto extrañado como el sótano de ese edificio no se parecía en nada a la parte superior. Estaba oscuro y caminaban andrajosos niños desnutridos cargando bolsas de carbón. Los niños con marcas en la piel, muchos de ellos sin franelas y claros signos de problemas de salud, cargaban carbón alrededor de un monumento gigante. Cuando Zerpa logró detallar de qué se trataba, vio un gato gigante. Si, un gato de la fortuna de esos que se encuentran en los restaurantes y tiendas chinas en Venezuela. Alrededor del gato, centenares de niños, mujeres y hombres trabajaban en precarias condiciones.

- Este es el dispositivo que hemos creado y que traerá de vuelta a Sun Tzu. Pónganlo en funcionamiento, con el código XXI. Dijo con risas estruendosas Li

Zerpa se sentía en un sueño o ¿quizás una pesadilla?...

El gato de la fortuna media aproximadamente diez metros. En su estómago poseía una suerte de caldero gigante al que los trabajadores en condiciones de esclavitud no dejaban de añadirle carbón. De pronto un grupo de militares dirigidos por unos científicos con batas blancas empiezan a arrojar a los niños pequeños, a los lisiados y a los ancianos dentro del caldero.

El espectáculo de gritos horrorizaba a Zerpa. El caldero empezó a hacer un ruido infernal en su interior, toda la escultura crujía como si fuera a explotar. Al momento, todo queda en un silencio absoluto, los expectantes permanecían con los ojos cubiertos y los hombros encogidos.

-Acompáñeme señor Zerpa. Dice Li.

Al ir a la parte de atrás del Gato de la Fortuna se dan cuenta que "defeco" a un anciano que aun permanecía absorto en el piso. Un grupo de médicos lo atendió inmediatamente, con él se fueron unos traductores de chino antiguo y unos miembros del Comité Ideológico del PCCh.

- Lo pondrán a tono -dijo Li- le explicarán lo sucedido y le contarán una historia falsa de continuidad entre la Dinastía del rey Helu de Wu y Xi Jipping, quien sería su descendiente directo. En un mes estará listo para el diálogo. Y así fue. Al cabo de treinta días se anunciaría la participación en el diálogo venezolano de un emisario del PCCh.

El emisario llegó para la reunión del 12 de noviembre. Allí permaneció escuchando atentamente. Después presenció en la redacción del Acuerdo Conjunto entre el Gobierno y la Oposición para "Convivir en paz". Al final, varias personalidades del gobierno y la oposición le pidieron sostener reuniones privadas con él. El pensador chino aceptó inmediatamente.

Antes de emprender las agendas de las reuniones, el estratega chino se acerca a Padrino López y le dice: "se puede considerar que el líder de los ejércitos es el árbitro del destino de la gente, el hombre de quien depende que la nación esté en paz o en peligro" se retira dejando atónito al General.

Asimismo, pasa por donde están los representantes del sector privado Fedecámaras y la Polar y les dice: En el arte práctico de la guerra, lo mejor de todo es tomar el país del enemigo entero e intacto; no es bueno destrozar y destruir"

La primera reunión que sostuvo con Ramos Allup se dio así:

- Mira chino la oposición en el gobierno va a respetar todos los intereses de China y seguiremos siendo buenos socios, no tienen de qué preocuparse. Dice Allup

- "Cuando se está en la lucha, si la victoria tarda en llegar, las armas ya no lucirán brillantes y el ardor de los hombres se enfriará. Si sitia una ciudad, usted agotará sus fuerzas" Le contesta Tzu en criollo, pensando en la estrategia opositora.

-Nosotros vamos a gobernar este país eso no lo dudes chinito y no te pongas necio mira lo que le pasó al de RECADI. Replica gritando Henry

- "Cuando sus armas luzcan opacas, su ardor esté abatido, su fortaleza exhausta y su tesoro agotado, otros jefes surgirán para tomar ventaja". Sentencia el chino para luego retirarse.

La segunda reunión la sostuvo con Nicolás Maduro:

- China es una gran amiga nuestra, Bolívar siempre pensó en China, Zamora y Chávez también. Estamos muy agradecidos de que participaras en el diálogo. Que nos aconsejes. Abrió Maduro

-Prosiga dijo Sun Tzu

-Maduro le explicó los esfuerzos que se habían hecho para postergar el Referéndum Revocatorio.

-Sun Tzu contestó: "Si estamos en igualdad de condiciones, podemos ofrecer batalla; si tenemos una ligera inferioridad numérica, podemos evitar al enemigo; si somos desiguales en todas formas, podemos huir de él" No obstante, indicó "aunque una fuerza pequeña realice una lucha tenaz, al fin, seguramente será capturada por una fuerza mayor" increpando elegantemente lo siguiente "por consiguiente, el general es el baluarte del Estado; si el baluarte es completo en todos los aspectos, el Estado será fuerte; si el baluarte es defectuoso, el Estado será débil."

Se retira de esta primera ronda de reuniones y se va a Plaza Venezuela donde vivirá una terrible experiencia comiendo en el Gran Yen mientras escribía el informe al PCCh, refunfuñaba: "esto no es comida tradicional china, han profanan nuestra cultura y ofenden a nuestros ancestros"...

Esta historia continuará...



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Damian Alifa

Combatiente en la batalla de las ideas

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