Saludos de paz y vida. Viva la Patria y el pueblo revolucionario capaz de defender con su vida, el derecho a ser libre, soberano, independiente y protagonista de su propia historia. Al arribar a los 203 años de la firma del Acta de Independencia de nuestra patria Venezuela, haré referencia a lo enunciado, el 5 de julio de 2008, por el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, en el Paseo Monumental de Los Próceres.
Con su predominante énfasis dijo al pueblo: “Esta es una revolución armada y la única manera que podamos completar la obra de la independencia, es construyendo el socialismo venezolano”. Hoy, podemos reivindicar esas reflexivas palabras, con la fortaleza que reviste el binomio pueblo civil – pueblo armado, que ha demostrado en praxis cotidiana, una relación prácticamente indisoluble durante su participación en jornadas sociales y humanitarias, dentro y fuera de nuestras fronteras. Se puede afirmar, que la Revolución Bolivariana ha logrado superar en tiempo record de avance social y humano, las conductas psicopáticas con secuelas homicidas que sembraron, en el seno de la Fuerza Armada Venezolana, los altos mandos militares de la pseudodemocracia cuartorrepublicana. Sin embargo, la derecha apátrida y golpista pregona en todo el planeta, que Venezuela sufre los rigores de una dictadura castrocomunista, cuyo Ejército arremete sin compasión contra inocentes estudiantes “guarimberos”, cuyo ímpetu juvenil “guayero” de destrozar y asesinar, aún no es entendido por las autoridades del Gobierno Nacional. La victoria de la Paz sobre la Guarimba es indiscutible. El pulcro proceder de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional Bolivariana, exterminó los intentos espasmódicos de derrocar el Gobierno por la vía de la fuerza y la conmoción nacional. No se niega la presión de los sectores económicos y comerciales, cuya estrategia de la escasez ficticia, busca llenar de aire los estómagos de la población y mermar los bolsillos con saña especulativa.
Gracias al legado del Comandante Supremo, nuestro Padre Libertador Simón Bolívar puede descansar en paz, iluminando los senderos de la Patria con luces de ejemplo y lealtad, porque sus pensamientos se han respetado y entre tantos podemos decir, con gran fervor patriótico y anti-imperialista, que "Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo". En Venezuela, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana está plenamente identificada con el proceso revolucionario y no está dispuesta a generar escenarios de desestabilización ni golpes de estado. Conviene reconocer que existen fracciones políticas interesadas en fomentar enfrentamientos entre sectores de la población, para ocasionar muerte a cientos de personas y con ello propiciar la invasión extranjera, tanto deseada por la ultraderecha golpista venezolana. No debemos continuar desestimando los planes de magnicidio, que mediáticamente han sido caricaturizados por la oposición apátrida, para evadir responsabilidades; ni restarle importancia a llamados abiertos y encubiertos que constantemente envían a los oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con el propósito de desconocer la legitimidad del presidente constitucional Nicolás Maduro Moros. Debemos permanecer alerta ante las arremetidas anti-revolucionarias.
Preservemos el binomio cívico militar, porque somos hijos e hijas de Chávez, fieles protectores de la Patria, defensores de la Constitución Nacional y amantes de la Paz. VIVIREMOS Y VENCEREMOS.
