Sobre el programa de viviendas 2011-2012

La decisión del presidente de la República, de desarrollar un amplio plan de viviendas durante los próximos dos años, debe contar con el respaldo de todo el país. En efecto, tan importante desarrollo solo pudiera ser ejecutado con la participación activa de todos los sectores productivos de Venezuela, para que el éxito del programa esté garantizado.

En este sentido, me permitiré en las siguientes líneas, presentar algunas ideas y recomendaciones que puedan servir de utilidad a los que van a dirigir el reto de construir las 400.000 viviendas presupuestadas, en tan solo dos años.

No hay duda que el gobierno nacional, y ha sido lo ha dicho el Ministro Giordani, estará basando la recuperación del PIB durante 2011-2012 en el plan de construcción de viviendas anunciado, y eso es correcto por cuanto es conocido que la construcción estimula una serie de servicios e industrias que sin lugar a dudas generará crecimiento económico acelerado. Además de cumplir con el déficit de viviendas que agobia a muchos venezolanos.

Los servicios e industrias que participan en la construcción son muchos y variados, entre otros:

-Plantas productoras de acero

-Plantas productoras de cemento

-Plantas productoras de cables y artículos eléctricos

-Empresas productoras de cerámica y vidrio

-Empresas de carpintería y metalmecánica

-Empresas fabricantes de cerramientos

-Empresas fabricantes de línea blanca

-Movimiento de tierra y transporte

-Empresas de Ingeniería

-Empresas de servicios varios, etc.

-Y por sobre todo una creación de puestos de trabajo muy importante.

Por lo antes expuesto es de considerar el tremendo impacto que tendrá en la economía venezolana, la ejecución de un plan de construcción de vivienda, de las magnitudes propuestas.

Ahora bien, la experiencia acumulada por el gobierno en materia de construcción de viviendas, hasta la fecha, no es buena. Varios planes anteriores no se han cumplido y así lo ha reconocido el ejecutivo nacional. Por lo tanto, cambios en la estrategia y las políticas respectivas deben ser realizados en este sentido. Sobre todo en la correcta selección de las personas que tendrán a su cargo la dirección y ejecución del plan.

Los problemas operativos que confronta SIDOR y que han llevado sus niveles de producción a un 50% de la capacidad instalada, permiten predecir que no podrá suministrar la cantidad de acero (cabillas, vigas, mallas, alambre) que requerirá el plan de vivienda. Por lo tanto habrá que importar parte de estos elementos, lo cual requiere una logística de compras internacionales que permitan su llegada al país a tiempo para cumplir los cronogramas de ejecución. Las compras internacionales de acero obedecen a órdenes de fabricación que deben ser ejecutadas por los exportadores. No hay generalmente inventarios que pueden utilizarse para compras inmediatas. Y adicionalmente se requieren grandes cantidades de dólares para financiar esas adquisiciones.

Lo mismo ocurre con el cemento, ya se ha visto que hay escasez del producto en el mercado nacional, y hasta cemento de Cuba hemos traído, aunque en modestas cantidades. Pero un programa de viviendas como el que se ha enunciado, conlleva un consumo muy grande cemento, por lo que esta variable y la importación de algunas cantidades deberá ser tomada en cuenta.

Así mismo deberán establecerse acuerdos de producción de los demás elementos de fabricación nacional, como cables, mallas soldadas, productos estructurales, cerámica, equipamiento de línea blanca, puertas, ventanas, etc. que deberán ser comprometidos con los fabricantes. Algunos déficits en estos renglones deberán ser programados también para importación.

El plan de viviendas contará con la participación de varios países, como Irán, Cuba, Rusia, Bielorusia, China que aportarán financiamiento y experiencia en esta materia, pero las empresas de ingeniería, servicios y construcción serán seguramente venezolanas, del sector público y privado, por lo tanto acuerdos de ejecución, contratos, licitaciones, adquisiciones directas, etc. deberán ser establecidos, tanto por el gobierno nacional como por los países colaboradores.

Un comité ejecutivo de muy alto nivel deberá ser establecido para coordinas todas estas actividades, es decir una gerencia de construcción que permita monitorear, autorizar, corregir desviaciones e informar sobre la situación del plan, deberá ser constituida de inmediato, fuera de la burocracia ministerial. La estricta coordinación entre tantos países participantes y tantas empresas se convertirá en un dolor de cabeza sin un ente coordinado de alta flexibilidad y autoridad.

Para concluir, me refiero al financiamiento del programa, que deberá ser expedito para evitar paralizaciones de las obras por falta de recursos económicos, por cuanto no solo se requerirán bolívares, si no también divisas y en grandes cantidades, para completar el proyecto, independientemente de los financiamientos externos y planes de intercambio de petróleo por viviendas que se adelantan actualmente.


cjcarpio44@hotmail.com


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Carlos Carpio


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