No es un secreto las cuantiosas y crecientes sumas que gastan en publicidad los órganos y entes de los diversos poderes y niveles del Estado, sumas que mayormente, y por añadidura, van a parar a las arcas de medios de comunicación privados y, por lo general, en abierta y partidista oposición a la gestión de Gobierno y a la figura de nuestro Presidente.
La mayor parte de dicho gasto es susceptible de supresión, por ser mera promoción política de individualidades, obituarios, felicitaciones y conmemoraciones. Sin embargo, puede alegarse válidamente que una porción importante del gasto publicitario del Estado es “obligado” por ser avisos que diversas leyes ordenan que sean publicados en “diarios de circulación nacional”, como, por ejemplo, procesos licitatorios, edictos y notificaciones; asuntos que requieren ser de conocimiento público en todo el territorio nacional.
También está la necesidad de informar públicamente a beneficiarios e interesados sobre servicios y tramitaciones ante órganos y entes del Estado y el legítimo interés y obligación legal del Gobierno en dar a conocer su obra, aspecto éste que más bien resulta insuficiente.
Sin embargo, considerando que el costo diario mínimo de un aviso oficial pequeño, de apenas 20 por 10 centímetros, supera los Bs. F. 2.500 más impuestos, sin incluir los recargos y los costos más altos en ciertos medios; fácilmente podemos suponer que el gasto global anual del Estado por concepto de publicidad impresa y en la Internet pudiere alcanzar Bs. F. 1.000 millones. Agréguese a esto que de dicho monto suele corresponder el famoso 20% a las agencias publicitarias, las cuales por lo general son creadas por socios de quienes deciden la colocación de avisos y las usan como intermediarias en la contratación.
La manera más eficaz y de mucho menor costo de que el Estado publique todos los rubros antes mencionados, sin financiar a la Oposición ni dar pie para las comisiones, es que implemente un “Diario Oficial de Avisos” sólo para ese fin. Dicha publicación sería impresa por la misma Imprenta Nacional u otra impresora del propio Estado y también sería reproducida en la Internet. De la misma podría imprimirse decenas de miles de ejemplares, pudiendo ser entregada de manera gratuita a los Consejos Comunales y el resto vendido al costo de impresión.
El "Diario Oficial de Avisos" cumpliría plenamente con el requisito legal de ser de "circulación nacional", con seguridad, el gasto total sería mucho menor que el costo publicitario actual y tal diario tendría una gran demanda.
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