“EEUU debe mantener los estándares morales cuando lleva adelante guerras que son necesarias y justificadas” expreso Obama cuando recibió el Nóbel de la paz y continuo:”Habrá momentos en que las naciones necesiten luchar guerras justas. No me cruzare de brazos frente a amenazas al pueblo estadounidense”.
Días antes firmo el decreto para el envió de 30000 soldados mas a Afganistán. Seria difícil no observar el eterno principio político-militar norteamericano en Obama, y su realización reviste no solo un carácter defensivo, sino, a la vez, inevitablemente ofensivo. Constituye la absoluta negación de su discurso de coexistencia pacifica en pro de asegurar la cooperación mundial cuando asumió su mandato.
Lo que Obama manifestó es que, el mundo debe seguir con la carrera de armamentos en escala sin precedentes para apuntalar al G8-9 como base de desarrollo y recuperación económica interna de EEUU. Difícil de ser abandonada por razones de nexos políticos-económicos efectivamente intensificada año a año por las guerras asegura la producción gigantesca de armas muchas con tecnología norteamericana. Las patentes estadounidenses significan un control político-económico del que hacen gala.
La nueva doctrina de paz de Obama, mas militar que política, exige una agresión directa contra las naciones catalogadas como enemigas de EEUU. Ya empezó la advertencia del canciller Hillary Clinton, apenas un día después de las declaraciones de Obama en Oslo, contra los países latinos que tienen relaciones con Irán. Es una agresión directa contra Venezuela, no obstante a esta altura del desarrollo de la desconfianza justificada de Caracas por una posible agresión militar por parte de EEUU usando Colombia, confirmada ya, descaradamente, por el títere de los militares Obama.
Evidentemente, la política de Obama como otras administraciones recorre sendas variadas y cada vez más distantes, trata de realizar las tareas impuestas por ser el centro del capitalismo sobre planos que se anulan recíprocamente, evidencia la falta de una línea directriz autónoma de la presidencia, es un discurso con antelación proyectado para los próximos 4 años u 8 si hay reelección. Igual que Bush, la política de Obama fundamentada en la repartición del mundo en zonas de intereses con chinos, rusos y la OTAN, se encuentra en breve en el típico callejón sin salida, llevadas por los criterios contradictorios de la disuasión y represalia, cada vez mas efímeros y de doble filo por las crisis económicas, sociales y ambientales que padece la humanidad.
Social, política, económica y culturalmente, los EEUU no están preparados para un Nóbel de la paz. Papel mundial que no obstante deben representar sin tener madurez social. Los norteamericanos han saltado por aquí y por allá, han asumido obligaciones por todas partes, en todos los continentes y en todas las actitudes y nunca podrán retirarse de tal situación sin dar el salto al socialismo. Deben entender que la humanidad no es una fábrica.
Ya saben que imponer el miedo en lugar de la esperanza es estéril. Sudamérica continua girando a la izquierda con bases incluidas, los pueblos no se pondrán al lado de los estadounidenses mientras exista la explotación militar. La histórica actitud anti yanqui de América Latina tuvo su inmejorable oportunidad cuando Obama asumió su mandato, hoy el primer presidente negro es un falso mas. El balance históricamente negativo de los latinos con Washington no se podrá corregir en un futuro mediato; la masa socialmente despertada no aceptara nada militar sin luchar.
En EEUU, desde hace tiempo la oligarquía sostiene que la carrera de armamentos y el narcotráfico es un medio para eliminar las crisis económicas, conceder trabajo a más personas y asegurar un rápido ritmo del crecimiento de la economía nacional. Se la conoce como prosperidad por medio del narcotráfico y del armamento.
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