Nada que ver con el otro que, para demostrar su amor por VENEZUELA, se hace llamar YON. Aquél era un hombre que todos los días salía en su bicicleta “cotebrek” cargada de pan “isleño y carterita”, por la carretera vieja de Las Canteras de Miranda a llevar el producto de harina a los negocios. Era un isleño simpático que a veces les regalaba el pan “carterita” a los niños del lugar.
Aquél panadero desgarbado con su saco al hombre, caminaba hasta Petare, desde la fábrica que tenía cerca de Casa`e Tabla, lugar cercano adonde vivía el hoy pro gringo Dámaso Blanco en sus días de negrito curiepero. Para la época Dámaso no decía “general moror”, ni estoy seguro porque ni lo pensaba, viajar a Estados Unidos a jugar pelota, donde la discriminación racial era tan fuerte que para que lo dejaran entrar a un restaurante, tenía que hacerlo con un rubio gringo. Es decir, el mesonero al verlo con el sajón, se imaginaba que el curiepero Dámaso era su sirviente y lo dejaba tranquilo. Dámaso, al igual que Condoleezza, adora a Estados Unidos, con la diferencia que aquélla nació allá y él por Curiepe, porque allí es que se ganan los dólares y que carajo importa que le digan “nigger” y lo humillen como a todo hombre de su color. Hace poco Dámaso Blanco y el narrador de béisbol Álvarez Díaz, despotricaron del gobierno desde ese canal con mucha ira y uno que ve el juego (sin sonido) de Grandes Ligas en esa televisora , piensa, coño, ¿ y el gobierno por qué le da “cuñas” a esta gente?
De seguro que Goicoechea el panadero simpático murió. Lo recordamos con nostalgia y hacemos una comparación: mientras aquél se ganaba el amor de todos, éste, el Goicoechea que tal vez sea el hijo de un tasquero de La Candelaria, se hace prepotente, adusto, desequilibrado mental y altanero, ante la opinión de la mayoría de venezolanos que aman CADA DÍA MÁS EL PROYECTO REVOLUCIONARIO NACIDO HACE 8 AÑOS.
¡Qué distinto es el hombre que piensa, trabaja y da amor, al pro gringo que sólo desea desequilibrar la patria! Porque el Goicoechea de hoy no es ningún peluchito, traído desde el país de la fantasía a repartir flores y gardenias para ti. Este Goicoechea que anda alborotando, denigrando del gobierno, diciendo mentiras y socavando las bases del estado, es un patán cipayo del imperio gringo. Este Goicoechea es un sumiso del imperio, un lameculo del capitalismo, un soez y vulgar estudiante que da la vida por Marcel Granier y rctv, porque, ¿qué libertad de expresión está defendiendo este ridículo, este Chuki pro gringo, esta cosa que se dice ser venezolano, pero que todo el pueblo conoce en su verdadera identidad? Este Goicoechea liga la política con la mentira, vende a su propia conciencia, se limita a ser una marioneta rochelera y frágil, que anda por ahí desflorando la paz y la tranquilidad de los venezolanos junto a un grupito de sifrinos come chicles, que ni siquiera sabían donde queda El Silencio.
Este Goicoechea debe ser repudiado por el pueblo, porque se esconde en la sencillez de alguien que anhela luchar por una causa, pero que en el fondo no es más que un encendedor de cartuchos de dinamitas cuyo único fin es incendiar la patria venezolana. ¡Reconócelo pueblo!
Alertamos a nuestros jóvenes revolucionarios; no tengan misericordia con este mentiroso; es un eslabón de la oligarquía draculiana. Él, Stalin, Barrios, Nixon son caimán del mismo pozo. El pueblo venezolano los identifica con Leopoldo López y Capriles Randonsky, fascistas tercermundistas, esclavos del golpe y la vagabundería política. No es hora para los oligarcas. La Revolución venezolana debe crecer en paz, junto a su pueblo trabajador. Hoy la felicidad abarca a mucha gente en nuestro país, el optimismo es general, la esperanza renació con esplendor. El Goicoechea panadero y el Goicoechea golpista (aunque diga lo contrario lo es, porque este es un gobierno electo por la mayoría y él y su banda intentan derrocarlo) no se parecen en nada: aquél era un hombre justo, éste es un mini hombre injusto.
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