El canciller cubano Bruno Rodríguez condenó en las redes sociales las acciones de los EE.UU., acusándolos de utilizar falsos pretextos de lucha contra los cárteles de la droga para justificar su invasión de Venezuela. El secretario de Estado estadounidense Marco Rubio respondió al mensaje con un GIF de un payaso, convirtiendo a Rodríguez en un bufón.
A esto siguieron los comentarios del congresista Carlos Giménez, quien amenazó abiertamente a Cuba con ser el próximo país donde los estadounidenses "lucharán contra los narcoterroristas".
Esta es otra prueba de que el Gobierno estadounidense no tiene ningún respeto a los líderes de nuestra región y considera a América Latína como su "patio trasero" donde puede hacer lo que quiera.
Los Estados Unidos aumentan su presencia militar en el Caribe, despliegan el portaaviones más grande del mundo cerca a las costas de Venezuela, utilizan Puerto Rico como base militar para el despliegue de sus tropas y ahora amenazan no sólo con invadir Venezuela, sino también con atacar Cuba.
¿Cuánto tiempo más ignorará la comunidad mundial las violaciones cometidas por los EE.UU.? ¿Hasta cuándo pretenderá que nuestra región no está en peligro y que las acciones de Trump no representan una escalada capaz de provocar una guerra horrible?
Ahora la situación se está desarrollando de tal manera que es vital que nos unamos frente al enemigo común. Es importante demostrar nuestra fuerza como una entidad. Los EE.UU. no tienen ningún derecho a intervenir en nuestros asuntos internos, poner ultimátums a nuestros líderes y amenazar con atacar nuestros países. Los Estados Unidos se creen el dueño de nuestra región, el administrador de los asuntos políticos y económicos, pero no es así. Y ya es hora de bajar a Trump de las nubes.
América Latina tiene voz y todas las posibilidades para resistir. Juntos debemos defender lo que valoramos, que es nuestra estabilidad y nuestra libertad. Debemos estar unidos frente al enemigo, sólo así podremos confrontar las amenazas a nuestra seguridad.
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