A veces creemos que el cine es sólo entretenimiento, pero no, el cine nació a finales del siglo XIX ya como un arma política, militar y de persuasión del imaginario colectivo.
Carlos Marx y Eric Fromm identifican las artes más allá del reflejo de la realidad socio-cultural, entendida como una superestructura que se construye en base a lo material y económico, creando las condiciones de relaciones sociales y relaciones de trabajo, bajo un Sistema Mundo Capitalista alienado en donde todo lo que desees y creas tener necesidad, sencillamente, es mercancía.
Pero esta mercancía no es ajena a intereses, se van produciendo mecanismos que moldean falsas creencias, valores y sueños ajenos, que en realidad son la esencia de una ideología suprema y de sometimiento de otro. Jacques Le Goff destaca la importancia que posee el imaginario como objeto histórico que refleja esferas simbólicas e ideológicas que se interrelacionan en la cotidianidad.
Y es que todo está relacionado en esta pequeña historia, el encendido del árbol de navidad en un "Centro Comercial" caraqueño, donde temáticamente no es el aguinaldo, ni la parranda venezolana, ni la hallaca, el dulce de lechosa y el pan de jamón son los protagonistas.
Un árbol decorado con armas, sí, armas inspiradas en la historia del film Stars Wars, el sable de luz que utilizan los Jedí y disparan energía destructiva.
Se enciende el árbol y no dicen "Felices fiestas, ni tampoco que inicie el parrandón, que suene la gaita o Feliz Navidad", sencillamente inicia "La Marcha IMPERIAL", tema musical cuyo compositor fue John Williams.
Stars Wars, de manera extraordinaria ha atrapado diversas generaciones desde su creación en la década de los años 70 del siglo XX, el film como productos de mercancías.
Ahora bien, no hay que ser experto en música para poder comprender lo que genera emocional o cerebralmente escuchar "La Marcha Imperial", su compositor se inspiró en la técnica del uso del LEITMOTIV un término de origen alemán que significa liten: guiar y motiv: motivo.
La técnica de leitmotiv que inspiro a John Williams fue utilizada en el siglo XIX por Richard Wagner para darle fuerza, emotividad y narrativa de conexión con personajes en la música de sus óperas.
Escuchar a Wagner es también asociarlo al imaginario colectivo que utilizó de manera comunicacional el nazismo, admiraban "La Cabalgata de las Valkirias", la utilizaban en actos oficiales, generando emoción colectiva.
Iniciar el encendido con la pieza musical que es asociada directamente a Darth Vader no es casualidad, tiene una intencionalidad, más allá de solo el encendido de la navidad, los personajes salieron a la tarima a representar el film con armas y sables de luz.
La música de Stars Wars no sólo estuvo inspirada en Wagner sino también en otras piezas musicales que utilizaron la técnica de leitmotiv, "Marte, el portador de la guerra" de Gustav Holst, y "La Marcha Fúnebre de la Sonata para piano n.º 2 en si bemol menor" de Chopin.
Este año 2025 ha sido un año tipo montaña rusa, suben y bajan emociones, podría decirse al ritmo de leitmotiv, los ataques constantes de la hegemonía comunicacional, el sionismo en acción al querer desaparecer a un pueblo noble de paz y con su propia historia y raíces, que a pesar de haberse decretado un tratado de Paz, el genocidio ha sido tal, que hasta legalizan leyes para exterminio de palestinos que están presos em cárceles israelíes, 10.000 mil vidas, 10.000 familias.
Por otra parte, ahora el mundo cuenta con semidioses en el poder, dos dicen ser los elegidos Netanyahu y Trump, y este, comunicacionalmente se ha postulado a manera muy de show bussiness de que es el padre y como el elegido, traerá la Paz al mundo, por ello, sigue amenazando a Venezuela, creando persecuciones de limpiezas de étnicas, cual inquisidor, tal como inquisidor es Netanyahu.
Hitler se fascinaba por la grandeza que generaba la música de Wagner, sin duda alguna, la técnica de leitmotiv también se práctica en la política y en acciones militares como película de acción.
No hay que dejarse llevar por la magia del mal de la guerra por que las guerras no son mágicas, el mal nunca podrá contra el bien, no habrá imperio que ataque a Venezuela, "porque el que se mete con Venezuela sencillamente se seca", detrás de esta acción no sólo hay alienación, sino que detrás hay una ideología.
La doctrina Monroe en acción nunca se ha ido, siempre ha estado presente, desde el mismo momento que se inició el cine y se estrenó el teatro Veroes en Caracas el cortometraje de 1896 titulado "Cuestión Guayana, Alegoría sobre la doctrina de Monroe, caso Venezuela", película de Thomas Alva Edison, inspirado en la caricatura de Victor Gillam donde se observa al tío Sam defendiendo a de la agresión imperial europea a Venezuela que se encuentra de rodillas y a Nicaragua, caricatura publicada en abril de 1896 en la revista Judge.
Siegfried Kracauer es un ejemplo sobre el comportamiento de las masas, y revelar de alguna manera las formas y mentalidades. El cine expresionista alemán, "El Gabinete del Doctor Caligari" es una muestra de cómo se dieron las condiciones del nazismo, lo cual ya se reflejaba en los años veinte.
Hoy en siglo XXI no estamos lejos y el mundo no está en un Deja Vú, los descendientes de aquellos que estuvieron en la superestructura de la manipulación de la conciencia social, son los mismos que traicionan hoy.
La Marcha Imperial, el encendido, del árbol, la representación de personajes en vivo, simulando una escena de "El Imperio Contraataca", sencillamente no trae mensaje de PAZ, es un "recado de guerra", dando a entender que en navidades "Darth Vader" atacará.
La Dignidad, la Soberanía, la Independencia y la convicción de saber que el Mundo Multipolar se está construyendo, no lo derribarán realidades de ficción, "Preparen la mesa que llegó la Navidad".