El mandatario en declive de los Estrados Unidos, a juicio de muchos de forma tardía, emprende una “peregrinación” costosa en América Latina. Costosa para USA -y para sus aterrorizados y sufridos ciudadanos-, por lo que implica la movilización en materia de seguridad del number ONE.
Es que además de la repulsa interna de sus propios conciudadanos, con niveles de rechazo del 70%, nadie en su entorno se fía de que además del rechazo popular que le brindarán los pueblos de los países a visitar, pueda aparecerse por estas calles el mismísimo saudita OSHAMA, antaño socio empresarial de la familia Bush, con quien supuestamente rompió relaciones sin que la prensa internacional ni sesudos analistas como Montaner, Openhheimer y Cia nos hayan dado versión alguna creíble. La prensa internacional está en deuda con sus lectores; y Holliwood con sus espectadores.
Lo cierto es que, Nuestra América recibe al Bush más bolivariano y con más agenda social de la historia, si a sus más recientes intervenciones públicas nos atenemos.
Pero, ¿podremos creer un ápice en alguien que emBUSHteramente dijo a su pueblo que invadía Irak por el peligro mundial inminente producto de la cantidad de armas de destrucción masiva del régimen de Saddam?. Difícil, ya hoy todo el mundo sabe que eso fue un burdo, criminal y demasiado costoso pretexto.
No lo va a tener fácil. Que Nuestra América crea en él va a ser tarea infructuosa. Habrá regaño fuerte y hasta destitución de asesores cuando el “caballero” retorne exhausto a su baticueva; es que ni que jure en el Monte Sacro que es admirador de Simón Bolívar y que su viaje responde a una “agenda positiva y social”, que aspira a mejorar las condiciones de vida de los millones de latinoamericanos en pobreza, podríamos creerle.
Si quiere mostrar agenda positiva, que USA anuncie entonces el fin de su guerra contra las medicinas genéricas y la agricultura latinoamericanas amenazadas de muerte en los países que firman su contrato comercial (TLC), que deje de conspirar contra la estabilidad de los gobiernos antineoliberales; que sustituya su “paquete” del “libre” comercio -que de libre no tiene nada- por un comercio solidario y con fondos compensatorios, respetuoso de las asimetrías y de la sostenibilidad ambiental. Mejor no sigo, no vale la pena pedirle peras al horno.
El pueblo estadounidense, seguro, más temprano que tarde, sabrá transformar el USAmodelo para asegurar una convivencia armoniosa y humanista que impulse al fin la auténtica integración del continente americano (no son dos continentes Mister, es uno) y la paz mundial. Solo en ese momento es que en verdad podremos darnos la mano y el corazón los Bolívar y los Washington. Los pueblos tienen la palabra……y la solución.
Jose Manuel Soto josesoto59@hotmail.com