La ingenuidad debe quedar atrás definitivamente, el proceso Bolivariano es tan importante que nos exige ser perspicaces todo el tiempo, y ya la cuota de sangre que ha pagado el valiente pueblo venezolano es tanta que se hace necesario cuidar mucho el proceso para evitar mas, ya son muchos los dignos compatriotas han quedado sembrados, y ya no mas..... voy inmediatamente al punto: en el Caribe hay ahorita una fuerza militar estadounidense presta a intervenir en cualquier parte, a solo minutos de navegación pueden estar aquí: no podemos olvidar que los gringos son especialistas en provocar situaciones que le permitan actuar, y darle un tinte de supuesta legitimidad a sus acciones bastardas, y siempre cuentan con vende patrias nativos, malinches que le han vendido el alma al diablo y todos sabemos que los hay en abundancia, muchos son los que desean venir en el barco invasor para ayudar a que mancillen a su propia patria, y con gusto entregarían a sus propias madres, eso ya lo hemos visto bastante por aquí. La historia registra casos tristemente conocidos, como el hundimiento del Maine con todos sus marines a bordo por los mismos gringos para justificar la invasión de Cuba con el pretexto de echar de la isla a los españoles, hasta la coba de las armas de masiva destrucción para invadir a Irak, etc, etc....en todas han habido malinches.
A los gringos no le importaría nada inventar un atentado a su embajador en Venezuela, para luego justificar sus planes de dar al traste con el proceso, es ya muy sospechosa la actitud de el embajador de EEUU. Las giras del Sr. Bronfield por todo el país, subiendo a los cerros de Baruta, con un supuesto séquito de disociados policías de Baruta de disque escoltas debe llamar la atencion de quienes tengan a bien hacerlo, ya estamos curados en salud de ese formatico, no esperemos que por descuidados se nos cuele una situación que en cuestión de segundos puede ser determinantemente catastrófica, es mejor declarar a Bronfield ya, de una buena vez persona non grata y que se vaya p'al coño, y que si se rompen las relaciones, pues, que se rompan; pero lo que no podemos darnos el lujo es permitir una situación que, aparentemente parece una comedia que puede resultar una tragedia.
No es descabellada la idea de que pudiera estar en proceso un golpe maestro en donde el embajadorcito se haga la víctima, de deje dar unos tiros o unos simples golpes, unos cañacitos tal vez, para que se active un “rescate” en el que los soldados que están de maniobra en el Caribe atiendan una situación en Venezuela.
