El IVIC en resistencia

Desde 1954 es tangible el proyecto iniciado por Humberto Fernández Morán en los Altos de Pipe, lugar aledaño a Caracas en los Altos Mirandinos, donde se fundó el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), con el propósito de dotar el país con capacidades para resolver, en un área específica de la salud, problemas sustantivos con las herramientas científicas y tecnológicas. De esta iniciativa conocida por todos devino el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) en el año 1959, liderado por Marcel Roche, quien lo transforma en un instituto multidisciplinario dividido en cinco sectores: Matemática, Física, Química y Medicina. A más de seis décadas de ambos hitos históricos el IVIC ha llegado a ser centro de referencia en aportes de conocimiento científico en Venezuela y el mundo, conectado estrechamente con la realidad nacional, dejando de ser un feudo de algunos que por poseer formación universitaria le ven como propiedad de una clase académica y no como un patrimonio de todos los venezolanos.

El instituto nunca ha dejado de cumplir con su tarea esencial de generar conocimiento para el país, formar nuevas generaciones de científicos, apoyar a la comunidad científica nacional y regional, socializar el conocimiento científico en los diferentes niveles educativos desde la primaria hasta la universidad. y en los últimos veinte años el acompañamiento a no pocas comunidades organizadas en consejos comunales y comunas. Provoca seguir escribiendo sobre esta experiencia extraordinaria, sobre los indiscutibles logros alcanzados en la montaña de Los Altos de Pipe, sin embargo muy a pesar de mi ánimo debo desviar la atención del lector para referirme a lo escrito por una investigadora jubilada del IVIC, a quien no vemos desde hace mucho por estos lares, en un artículo del día 09/12/21 en el diario digital Tal Cual titulado El Abandono del IVIC, donde evoca la nostalgia de la época de la cuarta república, digo yo con su falsa prosperidad, en contraposición a la crisis que sufre Venezuela como consecuencia de haber decidido el destino de ser libre. ¿Por qué no menciona en su artículo el deterioro de las instalaciones de la UCV por el abandono planificado de sus dolientes directos? ¿Por qué no menciona el saqueo al que han sido sometidas las universidades de los Andes, Oriente y Zulia por parte de grupos manejados por sectores enemigos del gobierno? ¿Por qué no celebra la restauración de los espacios de la UCV por parte del Ejecutivo Nacional? ¿Por qué no se pronuncia por el mantenimiento permanente realizado a la plaza Bolívar y Bello del IVIC, obras de arte y espacios de su inmenso campus?

El IVIC también ha estado en la mira de estos grupos que tienen como objetivo borrar las instituciones públicas para generar caos en el ánimo de sus trabajadores y población en general. El trabajo en equipo del cuerpo de vigilancia del IVIC junto a la Guardia Nacional Bolivariana ha impedido el desmantelamiento y saqueo de laboratorios y espacios esenciales. Podemos hablar de un centenar de incursiones en la zona montañosa, en los últimos tres meses, dentro del perímetro del instituto para evitar lo ya mencionado. Ciertamente han ocurrido algunos hurtos y ataques desde dentro y fuera de las instalaciones en lugares específicos sin llegar a ser la generalidad. ¿De cuál abandono se habla entonces? Nos tienen acostumbrados a una vieja receta de la guerra sucia, mezclar una o dos medias verdades con muchas mentiras y una gota de veneno, para manipular. Lamentamos que algunas equivocaciones nuestras se hayan convertido en alimento de sentimientos viles sostenidos por la amargura.

Durante los últimos diecisiete meses y guardando las normas de bioseguridad, asisten al instituto un promedio de doscientos trabajadoras y trabajadores cada día para realizar labores en los centros de microbiología, medicina experimental, ecología, química, física, ingeniería, antropología, unidad de tecnología nuclear, planta pgamma y la biblioteca Marcel Roche, además de los espacios administrativos y mantenimiento. Una mención a los proyectos en curso nos permite constatar investigaciones en Salud (Covid-19, Células Madres, Virus, Bacterias), Agro-producción, Ambiente, Agua, Ecología, Desarrollo Tecnológico…), junto con las asesorías al Ejecutivo Nacional y al sector productivo en materia de seguridad, salud, ambiente, biodiversidad, procesos químicos, agua entre otros, todo lo anterior financiado por fondos ordinarios y recursos provenientes del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (FONACIT). Las dificultades para adquirir insumos y materiales son el pan de cada día por las sanciones que el gobierno de Estados Unidos aplica a quienes venden y negocian con el Estado venezolano.

Hemos intentado, a pesar de la Covid-19 y el criminal bloqueo al que está sometido el pueblo venezolano por parte de la plaga imperial y sus lacayos, mantener con dignidad el destino del IVIC. Le decimos a los francotiradores que el IVIC existe a pesar de sus felonías y que nunca hemos actuado en contra de su espíritu institucional, caso contrario a los deseos de quienes quisieran verlo destruido para endilgarle la responsabilidad al gobierno del presidente Nicolás Maduro. En resistencia, el IVIC ha dado innegables aportes a Venezuela en estos años de crisis, a saber investigaciones sobre el Sars Cov 2, vigilancia genómica del Sars Cov 2, soluciones terapéuticas, mantenimiento preventivo y colectivo a los centros de salud del Distrito Capital y el Estado Miranda, intervenciones con células madre a pacientes con problemas óseos, quemaduras, problemas odontológicos etc. Cada vez que desde el gobierno se informa un logro del IVIC, los enemigos asumen una actitud negadora de la vida y la solidaridad, incluso quienes fueron o son sus trabajadores.

El día 01 de octubre de 2021, invocando la Ley del IVIC, se inició el proceso para consultar la opinión de las Trabajadoras y Trabajadores del IVIC junto con la Asamblea de Investigadores, y así designar a un nuevo Director. El día 14 de octubre de 2021, con una candidatura única nacida del seno de la asamblea, se determinó el nombre del nuevo Director. Estamos en el período de transición para que se haga oficial su nombramiento. El equipo de la dirección no ha dejado de hacer presencia, ni antes ni ahora, a fin de cumplir las obligaciones inherentes a las responsabilidades establecidas por la ley.

La realidad del IVIC es una ecuación resoluble cuando se analiza desde el amor y la ternura, sin esas dos virtudes no tiene solución. Venezuela está sometida a un plan macabro destinado a borrar su esencia a fin de convertirla en territorio explotado y despojado, sin autonomía, sin soberanía bajo el dominio de los enemigos de la humanidad. Estamos en una gran guerra para evitarlo y sufrimos sus consecuencias. Artículos, como el que nos ocupa, en el diario Tal Cual digital estimulan las intenciones de los borradores de pueblos, la conjura silente para socavar el patrimonio espiritual del país, sus instituciones y desmotivar a quienes están dispuestos a defender su permanencia. Ese es el destino que le ha tocado a nuestra generación, resistir las cargas de la maldad que niega la verdad, la justicia y la libertad. Nos apoyamos en la palabra de Dios: Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia, y la paciencia prueba, y la prueba esperanza y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Rua Hakodesh que nos fue dado (Romanos 5:3-5). El pueblo venezolano anda colmado de esa esperanza con la certeza de la victoria por su fe en Dios.

 

enocsigal@gmail.com



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