Te escuché por primera vez aquella tarde soleada, era la manifestación de los jóvenes, los jóvenes de verdad. No dejaste de cautivarme con esa voz sublime y esos arpegios suaves, llenos de libertad, de vida, de Solimar.
Difícilmente encontremos alguien con esa entrega, con esa voz, con esa revolución. El estilo define al hombre, decía Buffon, tu estilo define tu amor por la patria, el único requisito que se necesita de cualquier venezolano digno de serlo, pero qué difícil encontrarlo.
Los buenos ejemplos se unen, y tú como buen ejemplo, te uniste a un grupo de jóvenes cantores que no quisieron pertenecer a la generación superflua, a la juventud banalizada que con desdicha vemos como abunda en nuestros días. Si el Che catalogó al revolucionario como el ser más alto dentro del escalafón humano, tú le cantante a la esencia de ese ser: la revolución.
“¿Por qué llegaron la llaves radiantes hasta las manos del bandido?” se preguntaba el padre Neruda, y yo también. Según André Malraux, lo más terrible de la muerte es que convierte todo en destino, el rumbo de nuestra revolución caminará su destino sin tu presencia física pero con tu ejemplo y tus cantos para no perdernos, como el que nos dejó nuestro padre Alí Primera.
Y ahora tú junto a Bolívar, Zamora, el Che y muchos otros contemplas la constelación de mártires que nos dejaron la magnífica labor de la lucha, el ejemplo de entrega y lo necesario de la canción necesaria. El pana Alí, guitarra en mano, prepara las mejores composiciones para dártelas y que las cantes, y nosotros las esperaremos para escucharlas y corearlas, y con la arenga “canta, canta compañero, que tu voz sea disparo, que con las manos del pueblo no habrá canto desarmado” y no habrá pueblo desarmado con el canto del pueblo, con tú canto.
Solimar, como dijo el poeta: no te fuiste sin llevarte diciembres, sin dejarnos eneros. Tu canto se mantiene y se mantendrá por los días de los días, porque nuestra lucha será diaria y tu canto perenne.
Que tu canto no se pierda, que tu ejemplo se conserve y que tu voz se transforme en sabiduría y lucha para nuestro pueblo.
¡VIVA SOLIMAR, CARAJO!
miguel65@hotmail.com
dic2009