La candidatura de Capriles Radonsky lo que expresa ante el mundo es la terrible descomposición de la oposición venezolana y sus adláteres internacionales. Es bastante sospechoso que la MUD se haya reunido rauda en alguna mañana de marzo y haya decidido sin mayores consultas “apoyar” al candidato Capriles. Y Capriles quedó acorralado. Las declaraciones de altos dirigentes de los partidos COPEI y AD, casi anunciando la derrota de Capriles el 14-A, prácticamente revelan el deseo ofuscado de llevar al cadalso político al exponente iracundo de la ultraderecha venezolana. Pero cómo salir de este esperpento político signado por la derrota? Cómo librarnos de la estupidez política expresada en este mamarracho en quien en mala hora un día, la oposición pudo creer? Esas eran las preguntas que la MUD con frecuencia se hacía sin poder encontrar hasta hace dos días una respuesta concluyente. Porque es que nadie lo quiere y estaban desde hace tiempo buscando el camino sin salida donde meterlo directo a la muerte política. Y lo encontraron. Después de la muerte física del Chávez se abría despampanante esa posibilidad. Apoyémoslo rapidito, gritaría los más desesperados en torcerle el cuello. Y el pobre hombre, buscaba exasperadamente una salida a la trampa. No encontró nunca ese día, el método para salir de esa celada que sus copartidarios le tendieron. El hombre estaba acorralado. Si no aceptaba el apoyo, sería el suicidio político. Y si lo aceptaba seria la sentencia a un cadalso político, que por lo menos no se ejecutaría sino hasta el 14-A. Pero la sentencia seguro se ejecutaría. He allí el laberinto signado por su propia gente a este canalla de la política venezolana. Y entonces salió presuroso como un energúmeno aceptando la candidatura en un telón de infamias contra el pueblo chavista. Eran las pancadas de un ahogado en unas aguas turbias que, en los recipientes de la MUD se lograron rebosar.
nlacruzvargas@gmail.com
