Ese Chávez si es, no jó...

"Quienes lucha siempre esos son los imprescindibles" BB

Cuando comenzó el problema natural de Papá Dios que atosigado por la maldad del "niño", y de los países desarrollados(¿?) que lanzan veneno sobre la atmósfera ¿no será de la oposición? cerró al grifo para que no cayera el agua sobre el mundo, esa gente, cuyo corazón parece no ser humano, gozaban una y parte de otra. Algo que uno no entiende, porque no hay lógica para contentarse porque la población sufra de sed y de falta de energía eléctrica. Para quienes aún siguen creyendo que lo que el Presidente de Venezuela dice respecto al capitalismo es mentira, pues vean con claridad, sin dejar de observar un ángulo de esta triste realidad: el imperialismo padre del capitalismo es verdaderamente cruel en su esencia y en su quehacer.

La oposición venezolana se regocijaba. viendo sobre el techo del universo de sus propias anatomías, como el azul infinito era de una limpieza total. Las nubes brillaban por su ausencia y cuando aparecían eran tan níveas como la flor que endulza con su néctar el suave transitar de un adolescente en su vigoroso camino por la existencia. Les pedían al demonio que sujetara al ángel que intentara abrir el chorro celestial. Por los bordes de las carreteras el fuego, azuzado por ellos mismos, los oligarcas, crujía en las raíces, los tallos y las hojas de las plantas, mientras el fuego lanzaba sus manos sobre el viento tembloroso y débil.

Waraira fue quemado durante días y noches; Caricuao veía arder sus cerros, el color rojizo y candente era alienado por los implacables del odio: sí, ellos quemaron, encendieron, llegaron con sus yescas y su kerosén, su gasolina y su maldad a destruir, a sembrar el dolor, el caos. Mientras tanto el Presidente buscaba aliento para su pueblo. Lo veíamos en sus pocas horas sobre la cama pensando, buscando una solución. Y fue ahí que comenzaron a llenarse de plantas generadoras de electricidad los diversos lugares de esta patria por la daríamos la vida si fuera necesario. De todos sus amigos del mundo, los Presidentes, recibió el apoyo, para buscar la generación de electricidad. Los oligarcas leían los periódicos con los ojos inyectados de sangre, con los bufidos de un animal encerrado sin razón. Siempre han querido el fracaso de la revolución. Pero la lucha por lo posible, hace imposible las maldades y con los días y los meses, después que se recortó el uso de la energía eléctrica en los hogares y los entes del Estado, apareció el Dios de la Lluvia...¡Oh Deus de los miles de amores a tus hijos!

Nada puede hacer la maldad contra el bien, porque escrito está que "amor con amor se paga"; llegó la lluvia, los ríos engordaron, los cauces bailaron de gozo, la montaña rió en su cabecera y los ríos que alimentan El Guri vertieron sobre éste el caudal que impulsa vida y sueños. Ahora tenemos decenas de plantas eléctricas y Guri lleno: se cabo el racionamiento, una vez más el odio se tragó su propio veneno, una vez más quienes apostaban a la debacle, echaron a andar su ira en el espectro de un mundo imposible de ser habitado por el amor. Chávez dijo: "Ahora podremos enfrentar cualquier contingencia similar porque además que sube El Guri suben las decenas de plantas eléctricas para generar bienestar al pueblo.

Crean en Cristo, crean en los seres que producen cosas positivas y desdeñen a quienes viven para luchar sin motivos, contra causas donde los humanitario es el núcleo central. Como revolucionario el pueblo no cree en Arcas de Noe, ni en pajarito preñado, pero en su amor inconmensurable se pregunta: ¿Dónde están todos los que han traicionado la causa, los que han saltado la talanquera, los que se han vendido a los enemigos del soberano? ¿Dónde están quienes sin causa ni motivo han tratado de acabar con Chávez y con el proyecto?...¡Vaya enigma! Chávez es una vaina seria, nojó...


aenpelota@hotmail.es


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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