Observaciones al Sr. Xavier Padilla y su Articulo respecto de Luís Britto García

En primera instancia debo aclarar, mi apellido Garcia nada tiene que ver con el Sr. Luís Britto y en segundo lugar no es que crea que Luís Britto necesite que lo defiendan o no, yo creo que si él no lo ha hecho tendrá sus razones. Solo debo advertir al Sr. Xavier Padilla que mis observaciones tienen que ver con mi particular opinión de las razones que pudieron haber inducido al Sr. Luís a escribir lo que escribió, espero sin embargo, Sr. Xavier no se sienta ofendido por mi opinión, pues es solo eso, mi opinión, sobre unas aseveraciones realizadas por él de forma pública.

Fíjese Sr. Padilla, desde el punto de vista como usted lo plantea en su escrito, para cualquier desprevenido lector parecería que usted tiene argumentos sólidos para rebatir y fustigar al Sr. Britto García, pero, no sería difícil para usted y para cualquier venezolano que se digne en verdad serlo, entender el sentimiento de indignación que seguramente embargó el alma del Sr. Britto y que le llevó indudablemente a escribir lo que escribió, si usted (no se si lo hizo) hubiera escuchado (tan siquiera escuchado) lo que mis oídos, cuando la denominada periodista de TELEVEN hacia la entrevista a la Sra. De Origen Italiano (de paso, le advierto, mi abuelo materno era italiano y mi paterno francés), usted tal vez no tuvo la desdicha de escuchar y soportar que la sangre le hirviera tanto por escuchar a la Sra. Italiana como por la forma rastrera e insolente de la conducción de la entrevista de la Sra. Periodista. Prácticamente estuvieron todo ese programa diciendo, que nosotros los venezolanos, somos aquello de lo que nadie se quiere acordar cuando esta comiendo, pero que necesariamente debemos dejar salir después de comer. Es que hasta incluso esgrimieron razones genéticas (el doctor Josef Mengele hubiera estado muy complacido con tan distinguidas discípulas).

Tal vez amigo Padilla, las palabras del Sr. Britto parecerían duras, pero nos han dado la oportunidad de abrir de forma sincera y sin caretas de hipocresía el debate sobre un tema siempre tan delicado como lo es este de las razas, etnias, nacionalidades y más importante aún, las lealtades.

Yo no discuto ni estoy en contra de la doble nacionalidad, pero, si estoy en completo desacuerdo de la falta de regulación (disculpe mi ignorancia en todo caso) para el mínimo del decoro y respeto que dichos ciudadanos que gozan de dicho derecho, deban de proferirle a este suelo y a esta patria por lo menos mientras ellos decidan vivir aquí, pues la doble nacionalidad, no debe ser excusa ni mucho menos fungir como licencia de corzo tanto para delinquir (tal y como sucedió en los casos referidos por el Sr. Britto) como para insultar y escupir sobre nuestro gentilicio( tal y como lo hicieron la Sra. De Origen Italiano y la Periodista de Televen).

Por su puesto Sr. Padilla, lo que nos hace distintos a los latinoamericanos y muy especialmente a los venezolanos ha siempre sido este calido crisol de razas que gentilmente se han conjugado en lo que hoy somos, más, muy lamentablemente Sr. Padilla hay por desgracia mucha gente, especialmente de aquellas que manejan cuotas de poder, que piensan que ellos no son venezolanos por ser parte de esta mezcla maravillosa, si no que por el contrario, que piensan que ellos han tenido la suerte de ser tan solo un medio o un cuarto de venezolanos, pues ellos son italianos, españoles, ingleses, etc, etc, etc. Entonces, terminan por prostituir su esencia, la esencia que nos hace venezolanos, y sencillamente venden su sangre a aquella nacionalidad que le garantice la impunidad necesaria para hacer tan solo lo que les venga en gana.

Lo increíble desde mi punto de vista Sr. Padilla, no es lo que escribió el Sr. Britto (lo cual no niego sea meritorio de algún tipo de observación, debate y reflexión), lo increíble es que primero no hayamos sido más los que hubiéramos escrito en reclamo a dichas señoras y sus opiniones y en segundo termino, me parece increíble Sr. Padilla que no haya podido usted hacer el mínimo esfuerzo para realmente contextualizar la opinión del Sr. Britto y de paso hacerle las observaciones que a bien usted tuviera realizar en cuanto a su rechazo respecto del particular, en la forma y en los términos que esta revolución en proceso se merece de todos los que nos decimos contar para llevarla adelante.

Perdóneme el atrevimiento Sr. Britto, yo se que usted no necesita quien lo defienda, yo no hablé por usted, yo hable enteramente bajo mi propia opinión y responsabilidad.

Sr. Padilla, mis respetos y consideraciones, en verdad espero, sepa interpretar estas humildes líneas que mi pensamiento a dejado brotar.

Su camarada de siempre.

ramongsgs@hotmail.com


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