¿Es el sueño americano, el sueño de latinoamérica? La publicidad norteamerica especificamente de los EEUU, durante años bombardeó nuestras mentes con la tesis de un pueblo blanco feliz que se defendia de la raza india, y luego la raza negra, raza a la que le tuvieron que dar la libertad, para poder garantizar la mano de obra barata, porque como pueblo blanco especializado en generar y producir riqueza, habia un trabajo sucio y rústico, que cualquier miserable podia emprender. A unado a ello, nos mostraban como un pueblo supremacista blanco, vencía y derrotaba a los pueblos originarios que estorbaban a su desarrollo y progreso, eran estos pueblos ignorantes, tercos y belicistas, a los que les gustaba cortarle el cuero cabelludo de los blancos, para exponerlos en sus salvajada fiestas culturales, agresora de la modernidad, esa que los blancos invasores de la conquista del oeste, con pistolas y bandoleros, impusieron para crear la nación que no existia, sino que tras el sueño de la tierra prometida que la cristiandad generó en la edad media lograron concretar asesinando millones de seres humanos dueños originarios de la tierra saqueada.Estos blancos impusieron a sangre y fuego, las costumbres y tradiciones de unas culturas mezcladas, aunque siempre blanca, como los señala la historia americana.
Nada tiene que ver con nosotros esta historia, más allá de la masacre de los pueblos originarios de los territorios que conforman la Unión. Pero una metódica ideológica nos inundó la vida como un deslave mediático que fue horadando nuestra idea de la patria grande, un vaciamiento de sentimientos patrios, evaporados mediante una vida feliz y confortable, atraves mentiras cinematográficas, con el recurso de una industria cultural hecha a la medida de los imperios para dominar la mente y doblegar los pueblos que terminan adorando al dios que les asfixia y les martiriza.
De alli que, es comprensible que personas que son rechazadas y echadas del territorio gringo, insistan en volver, no importa los gastos, no importa la inversión, no importa la humillación, no importa hasta la vida misma. El sueño de trabajar más de 16 horas, para tocar, y adorar el billete con la cara de Washintong y otros próceres que se encargarón de hacerle la vida imposible a otros seres humanos dentro y fuera de los Estados Unidos, se desbordan por tener en el bolsillo un papel moneda sin sustento financiero, hablan de la confianza, por ello matan y se dejan matar, la maxima felicidad, es ser explotados y expoliados con el único fin de saborear la lenta muerte, mientras se ve una pelicula en Neflix en televisor pantalla gigante, que quizas sea embargado en la próxima crisis del capitalismo, que ya no son de ciclos largos, sino ciclos muy cortos e intermitentes de dos a cinco años cada vez.
Por lo que, los zombis, no son solamente personas que consumen drogas, tambien son personas que perdieron la identidad, que no tienen valores, que no se respetan a si mismo, que se autoengañan con selfies mientras padecen la ingentes calamidades, quizas no son todos, pero según las estadisticas del facebook, son la mayoría. Pero ademas de lidiar con sus problemas, deben lidiar con el desprecio de sus connacionales que por x o y, razón han tenido suerte, por casualidades, por los trabajos que realizan, por sus capacidades e inteligencia o porque vendieron su alma al diablo. Por cualquiera de esas razones, ahora se comportan como supremacistas y degradan su nacionalidad, la escupen, la desprecian, y por enden la reflejan en el desprecio de los otros que menos suerte tienen, dejando ver la costura de su origen, al manifestar publicamente su rabia, al dejar al descubierto que el tal sueño americano no existe como lo pintan, y que hay que convertirse en un desgraciado hipócrita individualista, para no dejar que otros lo desplacen o los jodan en su alocada carrera de aparentar lo que no son.