Por el Diálogo en Venezuelay la Paz en Latinoamérica

POR EL DIÁLOGO EN VENEZUELA Y LA PAZ EN LATINOAMÉRICA

[MOVIMENTO ESQUERDA SOCIALISTA: La crisis venezolana ha vuelto a poner a América Latina en el centro de la situación mundial. El intento de golpe de Estado de Gauidó, organizado directamente por el Departamento de Estado de Estados Unidos y apoyado inmediatamente por gobiernos subordinados como el de Bolsonaro e Iván Duque, busca legitimar el autoproclamado e ilegítimo "gobierno interino". Aunque no es el escenario más probable, la intervención militar extranjera es una amenaza inconcebible.

Es tarea de la izquierda socialista defender la autodeterminación del pueblo venezolano y la soberanía nacional de ese país. Guaidó es un títere ilegítimo -con el que no se pueden tener relaciones o vínculos- que no defiende intereses democráticos o de clase, sino que pretende fomentar un golpe de estado civil/militar en Venezuela. Al mismo tiempo, la mejor manera de apoyar al pueblo venezolano en su lucha por recuperar su nivel de vida y el derecho a la autoorganización y la manifestación es defender la soberanía popular sin la intervención de potencias extranjeras, corporaciones transnacionales criminales y lacayos internos. En la situación actual de Venezuela, sólo la paz puede significar la búsqueda de la justicia, que no puede generalizarse a ninguna situación.

Esta nota, firmada por diversas organizaciones de la nueva izquierda latinoamericana, reafirma su posición antiimperialista frente a cualquier intento de injerencia en ese país, además de proponer una solución de diálogo que permita al pueblo venezolano recuperar su soberanía. Ante la amenaza intervencionista, cerramos filas con todos aquellos que quieren una solución soberana y pacífica a la crisis en Venezuela".]


Por el diálogo en Venezuela y la paz en Latinoamérica

Ante la profundización de la crisis en Venezuela las organizaciones de la izquierda latinoamericana abajo firmantes, convencidas de que ninguna guerra es superior a un acuerdo político, suscribimos lo siguiente:

– Los tambores de guerra que hoy suenan en nuestro continente revelan un peligroso juego geopolítico donde el colonialismo no termina de ser superado. Como no ocurría en décadas, la posibilidad de confrontación violenta en la región, que se expanda desde Venezuela hacia países vecinos, es un riesgo latente que puede terminar con la convivencia pacífica. La posición actual de las potencias agudiza la crisis y tensiona el escenario global. Los Estados Unidos exacerba los alineamientos con sus ilegales sanciones económicas, rechazo al diálogo y permanentes amenazas intervencionistas. Las posturas de la OEA y el Grupo de Lima no tienden puentes, sino que atrincheran posiciones, desconociendo el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

– Consideramos que la única vía para abordar la compleja situación que prevalece en Venezuela es el diálogo, con irrestricto respeto al derecho internacional y los derechos humanos. Debemos privilegiar la diplomacia que permita restablecer la tranquilidad del pueblo venezolano; solo así podrán reducirse las tensiones entre las fuerzas políticas y evitar el uso de la fuerza. Ello implica el compromiso de ambas partes de no llamar a la violencia, ya sea por actores nacionales o internacionales. Asimismo, no debe politizarse cualquier ayuda necesaria, realizándose dichas labores en el marco de lo planteado por las agencias internacionales especializadas.

– Saludamos las recientes reuniones celebradas en Montevideo, Uruguay, para plantear tanto un Mecanismo de acuerdo como un Grupo de contacto internacional. Sólo quienes quieren un escenario de guerra pueden negar la importancia de ambos procesos y su complementariedad. Es en el marco de estos encuentros que debe dialogarse y negociarse los diversos elementos de la crisis, incluyendo sus aspectos políticos y humanitarios.

– Planteamos que, en el marco del diálogo y las propuestas de Montevideo, se incentive no sólo la participación de los grupos políticos y de la comunidad internacional, sino también la de la sociedad organizada. Las organizaciones populares, movimientos sociales y defensores de derechos humanos, tanto de Venezuela como de la región, tienen un rol a cumplir, construyendo confianzas y auspiciando la paz.

-Tenemos el reto generacional de romper los ciclos de conflictos armados internos e intervenciones imperiales. Al pueblo venezolano les decimos que nunca estaremos por el autoritarismo o por la intervención militar; por el contrario, siempre pueden contar con nosotros para la paz y el diálogo.

-Invitamos a las fuerzas políticas del continente de izquierda y progresistas a manifestarse y movilizarse activamente por la paz. No dejemos que la guerra destruya nuestra América.

Firman:

Partido Comunes – Chile

Movimiento Autonomista- Chile

Movimiento Revolución Ciudadana- Ecuador

Movimiento Nuevo Perú- Perú

Movimento Esquerda Socialista •PSOL (MES-PSOL)

Fuerza Común- Colombia

Poder y Unidad- Colombia Polo Democrático- Colombia



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