La victoria de López Obrador refuerza la integración de América Latina

Con la victoria electoral en México de Andrés Manuel López Obrador, por primera vez en la historia coinciden en el poder político en Latinoamérica, partidos, agrupaciones nacionalistas y revolucionarios con vocación integracionista herederas de las principales revoluciones en América Latina.

Mientras Donald Trump encabeza la cruzada antiinmigrantes e impulsa la construcción del muro en su frontera Sur, aspectos muy mal tratados, que lejos de mejorar la influencia estadounidense y las relaciones con latinoamerica la complican. Máxime cuando es evidente la participación norteamericana en la conspiración y el financiamiento de los planes de desestabilización de los gobiernos progresistas de la región.

Tampoco es un secreto que Brasil fue objeto de la campaña de subversión que favoreció la llegada al poder del actual gobierno de Temer que está alineado a los Estados Unidos, después de lograr la destitución de Dilma Rousseff y el posterior encarcelamiento del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para evitar llegue nuevamente al poder.

Con la victoria electoral de la izquierda mexicana está por ver si significa la retoma del poder de las fuerzas progresistas en Latinoamérica. Después de los retrocesos ocurridos en Argentina y el golpe de la derecha en Brasil, los intentos frustrados de aplicar la carta de la OEA a Venezuela y el recrudecimiento de la subversión violenta en Nicaragua, donde pretende colocar en el poder a sectores pro estadounidenses. No es un secreto que Nicaragua aspira construir con China un canal interoceánico, rompiendo la evidente hegemonía geoestratégica que Estados Unidos mantiene sobre el canal de Panamá.

Estados Unidos no la tiene fácil en su intento de recuperar el "patio trasero". A pesar de haber ganado las elecciones en Colombia el candidato que ellos promovieron y poner en crisis el proceso de paz, las fuerzas progresistas colombianas por primera vez alcanzan una importante votación que los coloca como segunda fuerza política.

La situación económica en Argentina y Perú tampoco vislumbra resolverse a corto o mediano plazo sino empeorar. El proyecto neoliberal está siendo rechazado por amplias mayorías de la población. A pesar de este escenario, es evidente la participación del gobierno estadounidense en alinear una oposición al proyecto de integración y complementariedad que promueven las naciones que integran la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA-TCP)

De allí la importancia que Lula encabece la candidatura del Partido de los Trabajadores. Ganar las elecciones de octubre en Brasil posibilitaría junto a México impulsar a la región hacia nuevas formas de integración basadas en las experiencias de cooperación y complementariedad que desarrollan positivamente desde el (ALBA-TCP).

Esta nueva situación tendría una repercusión positiva en las relaciones de Estado Unidos con Latinoamérica. México y Brasil junto a Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, Ecuador, Haití y las demás islas caribeñas, recuperarían las posiciones de igualdad que lograron unidas en sus relaciones internacionales, que aisló a los Estados Unidos y lo obligó a reconocer a Cuba como miembro de la Cumbre de las Américas.

Hoy el imperialismo intenta romper de manera acelerada las expresiones de integración logradas en la última década: UNASUR, la CELAC y otras regionales como el ALBA-TCP, PetroCaribe. Durante su gira por Washington, el presidente electo colombiano, Iván Duque, se reunió con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para expresar su preocupación por la crisis humanitaria de Venezuela. Solicitó sin reparos acabar con UNASUR, uno de los más importantes mecanismos intergubernamentales de diálogo y concertación política. Si lo logran después vendrán por la CELAC y los demás foros donde no figuran los Estados Unidos ni Canadá.

El líder cubano Fidel Castro expresó alguna vez que la integración no sería posible sin la participación voluntaria y concertada de las fuerzas revolucionarias de las naciones que impulsaron los procesos históricos de cambios revolucionarios en Latinoamérica. (Haití 1804, Venezuela 1810, México 1910, Bolivia 1952, Cuba 1959, Nicaragua 1979, naciones donde se originaron los procesos revolucionarios más importantes de la región Latinoamericana desde finales XVIII)

A pesar de la adversidad, hoy es posible alcanzar el escenario ideal de integración que Fidel señaló harían posible formas superiores de integración encaminadas a la salvación de nuestro continente del capitalismo salvaje. Latinoamérica tiene que dejar de ser la más desigual en la repartición de la riqueza. Cooperar en la complementación de las economías pequeñas que impulsen el desarrollo social y económico, buscar igualar las políticas públicas que conviertan a la región en sociedades más justas y felices.

Alcanzar una relación con Estados Unidos y el Mundo de respeto, amistad y cooperación no tiene por qué ser contradictoria. Latinoamérica es reserva de las fuentes más importantes de materias primas, recursos energéticos, biodiversidad, agua y territorios, también es zona de paz, todos los atributos esenciales para la integración mundial.

sixtovallente2@gmail.com



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