Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
http://www.strategic-culture.org
El significado de la visita del presidente iraní Hassan Rouhani a Rusia el 27by 28 de marzo va mucho más allá de las relaciones bilaterales. Irán es uno de los principales actores en Siria e Irak. Ocupa un lugar importante en los planes geopolíticos del presidente Ronald Trump. Su relación con Rusia es un importante factor en la política internacional. El futuro de todo el Oriente Medio depende en gran medida en qué harán Rusia e Irán y en cómo ellos podrían coordinar efectivamente sus actividades.
Quedan menos de dos meses para las elecciones presidenciales de Irán. La campaña presidencial comenzó formalmente el 17 de este mes y Rouhani tiene una buena oportunidad de ganar. En realidad, la política exterior del país a nivel estratégico es definida por el Conductor Supremo el Ayatola Alí Jamenei, pero la rama ejecutiva del gobierno, encabezada por el presidente es quien la implementa. El líder espiritual no hace visitas a otros países, pero el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunió con él el año pasado –por segunda vez en los últimos 17 años.
Se trata de la primera visita oficial de Rouhani a Rusia y la primera vez en que él y Putin se reúnen dentro de un marco bilateral. El viaje se llevó a cabo en un marco de creciente asociación en que ambos países han devenido en las fuerzas que encabezan el proceso de Astana
http://www.ecfr.eu/publications/summary/iran_and_russia_middle_east_power_coupl_7113
que estableció a Irán a Rusia y a Turquía como garantes del cese al fuego en Siria.
La verdad es que la cooperación en Siria es de la mayor importancia pero existen muchísimas razones para creer que Rusia e Irán unirán esfuerzos para intentar zanjar el conflicto en Afganistán. En tanto Irán como una superpotencia regional ganará mucho coordinando las actividades con Rusia en ese país una vez que Estados Unidos se retire, cosa que parece inevitable. Semejante cooperación podría convertirse en un factor para el cambio de juego con consecuencias de largo alcance para la región desde el Mediterráneo hasta Paquistán.
El emergente triángulo –Rusia, Irán y Turquía—podría ser una alianza que reconfigure la región. El cese del fuego en Siria como resultado del proceso de Astana dirigido por los "tres grandes" reducirá la influencia de Estados Unidos, del Reino Unido y de Francia. De hecho, su influencia ha estado disminuyendo. Los estados vecinos se darán cuenta que el avance puede conseguirse sin los "protagonistas tradicionales" que representan a Occidente.
Rusia es el país que puede desmontar el mito que el Medio Oriente se encuentra bajo la "amenaza chiita" que emana de Teherán. Podrían emplear sus estrechas y amistosas relaciones con los estados sunitas –Egipto, Jordania, los Emiratos Árabes Unidos y quizás Arabia Saudita—para desempeñar un rol estabilizador como mediador entre los campos chiitas y sunitas. Rusia ostenta una posición única para actuar como intermediario entre Irán e Israel –algo que nadie más puede hacer.
Tomará muchos años curar las heridas y mitigar las contradicciones entre musulmanes chiitas y sunitas en el Líbano, Siria e Irak. Hoy en día, Occidente ya no goza de la influencia que alguna vez tuvo ahí. Las fronteras delineadas por los países occidentales han causado demasiados conflictos; las intervenciones militares directas los han hecho perder la confianza y el apoyo. Bajo estas circunstancias, Rusia no es precisamente un actor foráneo. Moscú requiere de la paz y la estabilidad en la región. Esta meta puede ser alcanzada en equipo con Turquía e Irán. Irak y Siria podrían unirse al trío luego que superen los devastadores efectos de las guerras. Todo esto hace que la cooperación con Teherán sea una cuestión de la mayor importancia para Rusia.
La relación bilateral será fortalecida mediante proyectos económicos en gran escala
http://en.kremlin.ru/events/president/news/54119
A pesar de la importancia de los problemas de política exterior, las conversaciones se han enfocado principalmente en la perspectiva de profundizar el comercio, en la cooperación económica e inversiones, incluyendo proyectos conjuntos energéticos de gran envergadura e infraestructura de transportes. Más de diez acuerdos comerciales y económicos fueron firmados durante la visita. Rusia ya ha inyectado alrededor de mil millones de euros en la red ferroviaria de Irán con importantes aportes financieros para proyectos bilaterales que están por ser implementados.
Las exportaciones hacia Irán solo alcanzan cerca del uno por ciento del comercio exterior ruso, pero el superávit comercial y la existencia de un enorme mercado para bienes de manufactura rusa hace de Irán un socio importante. El comercio bilateral creció en un sesenta por ciento, desde 1,2 mil millones de dólares a casi dos mil millones en la actualidad.
La reanudación de las entregas de armamento y la participación
en proyectos de infraestructura financiados por Rusia mediante préstamos de esta a Irán. El primer lote de sistemas de defensa antiaérea S-300 fue entregado durante el mes de abril del año pasado
Rusia acordó suministrar a Irán un préstamo de 2,2 mil millones de dólares para proyectos de infraestructura comprometiendo a empresas rusas. Se planea construir una planta eléctrica y mejorar la generación eléctrica de otra en Irán dentro de un contrato por valor de varios miles de millones de dólares. Según el acuerdo firmado por ambas partes, los rusos mejorarán la eficiencia de la planta eléctrica de Ramin en la provincia de Juzestán, desde un 38 por ciento actual hasta un 50-55 por ciento. Otra empresa rusa construirá una planta eléctrica que generará 1.400 megavatios en la ciudad iraní de Bandar Abbas en la provincia de Hormuzgán. Por otra parte el fabricante ruso de camiones Kamaz planea exportar trescientos camiones a Irán. La empresa GAZ firmó un memorándum con las autoridades iraníes para el suministro de novecientos autobuses.
El papel que Rusia jugó para alcanzar el acuerdo nuclear iraní, la cooperación en Siria y su lealtad en la política de reconciliación declarada por el presidente Putin, brindan amplia evidencia de la voluntad de Moscú para mejorar los lazos bilaterales.
Un evento importante que se llevará a efecto este año y que aportará un gran ímpetu a las relaciones ruso-iraníes es el advenimiento de Teherán como miembro oficial de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO sigla en inglés) en el mes de junio de este año. Irán también mostró interés en firmar un acuerdo comercial con la Unión Euroasiática.
Rusia e Irán están unidos por intereses y metas comunes. El desarrollo de las relaciones entre estas dos grandes potencias, constituye una significativa contribución para la creación de polos alternativos de poder para cambiar al mundo para mejor.
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