¿Habrá Guerra contra Irán?

El conflicto que mantienen en la actualidad las naciones occidentales e Israel con la nación Persa, tiene dos vertientes: una, el programa de desarrollo de energía atómica que adelanta Irán y que Europa, Estados Unidos e Israel consideran que no es otra cosa que un programa para desarrollar armas atómicas, y la otra, el petróleo.

En efecto, Israel ha planteado desde hace varios años que Irán planifica y está a punto de obtener en sus instalaciones nucleares, suficiente uranio enriquecido para producir bombas atómicas. Además, señalan que Irán ha probado con éxito mísiles tierra-aire que pudieran transportar un cabeza nuclear hasta el cercano Israel, e incluso hasta Europa. Estas acusaciones se han visto exacerbadas por las declaraciones del presidente iraní, quien en repetidas ocasiones ha manifestado que la nación judía debería desaparecer del mapa. Por supuesto, también en repetidas oportunidades las autoridades persas han declarado con mucho énfasis que ellos no están detrás de la bomba atómica, sino del desarrollo de energía nuclear alternativa.

La suspensión de conversaciones entre Irán y los países occidentales que permitan a la ONU verificar que ciertamente el programa nuclear iraní no está dirigido a la creación de armas de destrucción masiva, ha generado duras sanciones contra la nación Persa que han afectado sus relaciones internacionales y por supuesto su economía.

No hay duda, que a pesar de que Irán tiene todo el derecho como nación soberana a desarrollar energía atómica e incluso armas nucleares, es también cierto que su estratégica ubicación en el Medio Oriente y su reconocida enemistad con Israel e Irak, generaría de inmediato en esa zona una carrera armamentista que pondría en serio peligro la paz mundial. Está claro que de desarrollar Irán una bomba atómica y cohetes capaces de transportar cabezas nucleares, los multimillonarios países árabes, adquirirían de inmediato de naciones como Francia, Inglaterra y Estados Unidos armas similares para balancear y defender sus posiciones. Y no se diga de Israel quien seguramente ya tiene armas de esa categoría. Incluso China, India y la propia Rusia se pudieran sentir amenazados de la capacidad nuclear persa dado el radicalismo que sus dirigentes siempre han manifestado en sus relaciones con ciertos países.

Es claro que las sanciones han mermado la economía Iraní y si algunos países europeos como Francia, Italia y Alemania deciden suspender las compras de petróleo la situación de su economía se verá en serios problemas.( Recordemos que Irán es uno de los principales países productores de la OPEP y posee una de las más grandes reservas petroleras del mundo) Arabia saudita, y aquí entramos en la vertiente petrolera del conflicto, y otros países OPEP han comenzado a bombear petróleo extra con la finalidad de compensar cualquier déficit producido por la falta del petróleo Iraní en el mercado internacional. De hecho China se ha beneficiado de esta situación, por cuanto ha aumentado sus compras de crudo a Arabia Saudita a fin de presionar a Irán para que le baje el precio de sus despachos. En río revuelto, ganancia de pescadores.

Así mismo las empresas petroleras que operan en Libia han acelerado sus planes de recuperación después del conflicto armado que sacudió a esa nación africana, y ya han logrado producciones de unos 700.000 barriles diarios de petróleo que han impedido que las tensiones en el Golfo Pérsico, produzcan grandes aumentos en el precio del crudo.

Recientemente Irán durante 10 días realizo ejercicios militares en el Golfo y en el Estrecho de Ormuz, bajo la vigilancia de la armada estadounidense, quien incluso se atrevió a desplazar un portaaviones en esa zona, advirtiendo a los persas de su poderosa presencia en la zona. Los norteamericanos han manifestado que no permitirán un cierre del Estrecho de Ormuz por donde circula una buena parte de todo el petróleo que se produce en el Medio Oriente y que va a los países occidentales.

Es muy difícil, que a pesar de todas las tensiones que hemos descrito se produzca por los momentos una invasión de Irán, es posible que si ese país no vuelve a las mesa de negociación con la ONU, las presiones internacionales en materia financiera y petrolera aumenten, con el consecuente sufrimiento de la nación persa. Por su parte los israelitas están a la expectativa de lo que ellos creen es la mejor solución: volar la central nuclear iraní, esta vez sólidamente protegida bajo tierra, y no como en el pasado, cuando la nación judía bombardeó con éxito sus antiguas instalaciones nucleares. No hay duda que Irán es ahora una nación más desarrollada, con mejores defensas militares y con grandes socios comerciales como China y Rusia quienes se oponen en la ONU a cualquier intervención armada en Irán.

Por ahora continuarán los dimes y diretes entre Estados Unidos y los persas quienes se amenazan mutuamente en el terreno militar, el presidente ahmadinejad, presidente de Irán, iniciara este fin de semana un viaje a varios países de América Latina, que lo traerá en primer lugar a Venezuela su gran aliado en esta parte del mundo. Si las cosas estuvieran muy difíciles por aquellos lados, no creo que ese viaje se hubiese producido. Por su parte el Departamento de Estado ha calificado esta visita como intrascendente para sus intereses en Latinoamérica.

Si se produjera un conflicto armado entre occidente, Israel e Irán, Venezuela se vería afectada políticamente por sus estrechas relaciones con la nación persa y los múltiples convenios firmados. Posiblemente Estados Unidos, dependiendo de la gravedad del conflicto, impondría sanciones a nuestro país que pudieran ir hasta la suspensión de sus compras de crudo. Por otra parte el precio del petróleo sufriría aumentos considerables, que impactaría positivamente en nuestra economía. Amanecerá y veremos!

cjcarpio44@hotmail.com


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Carlos Carpio


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