Accidentes en PDVSA

Hace un año, la refinería de Pdvsa en Amuay, la más grande de la petrolera venezolana, fue escenario de una tragedia de proporciones catastróficas, que causó la muerte de unas 42 personas y serios daños a las instalaciones industriales, y a los vecinos de la zona. Las causas que originaron este accidente aún no están claras: la oposición se las tribuye a la improvisación, a la negligencia y a la falta de conocimientos del personal a cargo de las instalaciones; mientras que el gobierno y las autoridades de la empresa sitúan las causas en un presunto sabotaje ejecutado por personas infiltradas.

En todas las refinerías del mundo ocurren accidentes, algunos de ellos muy graves, que son reportados por los medios de comunicación internacionales. Ocurren en los países altamente industrializados, en los emergentes y en los más atrasados. Es verdad que las estadísticas en Venezuela son alarmantes y los accidentes en las distintas refinerías de Pdvsa en el país son frecuentes.

Cuáles serán las causas? Recordemos que el paro petrolero, que colapsó por un tiempo a Pdvsa, originó el despido de miles de sus mejores técnicos y su sustitución por personal de menos experiencia; Sin duda esta debe ser una de las causas principales. Pero eso ocurrió hace 11 años, tiempo suficiente para la formación de nuevos cuadros técnicos y gerenciales y la contratación nacional e internacional de profesionales experimentados. Las preguntas que surgen de inmediato y que pudiera hacerse el propio presidente de Pdvsa serían, entre otras: Las personas a cargo de la contratación y formación del personal en la empresa han cumplido bien con sus tareas? Hay que tomar medidas urgentes en este sentido? Están funcionando a plenitud los sistemas de seguridad y alerta temprana? Están los mejores hombres en los cargos adecuados?

Todos sabemos también que Pdvsa, al igual que las empresas básicas de Guayanas, optaron por sustituir contratistas experimentados en el mantenimiento de las instalaciones, e incorporaron a su nómina miles y miles de tercerizados. Ciertamente que la experiencia no ha sido la mejor y los resultados así lo confirman. Baja productividad, accidentes laborales, y quiebra económica en el caso de Guayana. Claro; en el caso de Pdvsa la excusa sería que la experiencia del paro petrolero requería que todas las funciones operativas de la empresa pasaran a las manos de la estatal petrolera… Pero a veces el remedio es peor que la enfermedad.

Así mismo Pdvsa está cargo de la ejecución de algunas misiones sociales, en algunos de los casos aportando solo recursos y en otros dedicando tiempo, esfuerzo, dinero y personal a su ejecución. No hay duda de que esta loable y necesaria labor debe haber distraído en ciertos momentos a su cuerpo gerencial de su principal misión que es la producción, refinación y comercialización de petróleo, y del mantenimiento adecuado de sus equipos.

Pero analicemos el asunto del eventual sabotaje a las instalaciones que el gobierno nacional atribuye a factores desestabilizadores de la oposición. Eso es posible, siempre hay algún demente a quien se le pudiera ocurrir tamaña estupidez, pero por qué esos saboteos no ocurren en Estados Unidos en las instalaciones de CITGO, en el medio del imperio Yanqui donde se habrían refugiado los más acérrimos enemigos del chavismo, del socialismo y de la revolución bolivariana? O en Curazao, o en Alemania, o en Finlandia, donde Pdvsa tiene varias refinerías?

Si damos como buena la tesis del sabotaje, las autoridades de Pdvsa entonces no lograrán los objetivos de mejoramiento de su personal, de su mantenimiento y de sus inversiones que se requieren con urgencia.

Carlos Carpio

26 de agosto de 2013


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Carlos Carpio


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