A propósito de la inquietud exteriorizada por Domingo Alberto Rangel en el Semanario La Razón de fecha 29 de enero de 2017 relacionada con la consecución de certificados de estudios en la Universidad Central de Venezuela, la misma merece una aclaración integral. Cuando el vecino Rangel expresa que "hay que estar presente para hacer cola en el campus a las 4 de la madrugada porque los vagos de la rectora solo reparten 50 números al día". (p. A3), solo asoma la punta del gigantesco iceberg de la academia en materia burocrática o de atraso tecnológico. Permítame el ciudadano Rangel anotarle que su denuncia se quedó inconclusa; corta. Esta apreciación merece un enfoque obligatorio que no puede confundirse con una descripción exacta de la realidad. (Martínez Miguélez, 2007), sino que requiere de una mirada reconstituyente que solo es posible en las formas de pensamiento de quien trasciende, mediante un proceso de investigación, a concreciones nuevas a cerca de la realidad, para promover perspectivas de operatividad o líneas tácticas y estratégicas alrededor de la conducción de los procesos de tal manera que impacten creativamente tanto a la comunidad ucevista como a la sociedad.

En primer lugar, el periplo de los estudiantes y egresados empieza cuando vía internet "bajas" la planilla desde el sitio web de la Secretaria para hacer la solicitud de cualquier documento, en la misma debes suministrar toda la información requerida para luego dirigirte a una dependencia de esta oficina ubicada en el piso 11 del edificio de la biblioteca central, lugar donde confirman si eres miembro de la comunidad ucevista y te chequean el statu quo, de resultar todo en orden te firman la planilla en conformidad. Es bueno anotar, que esta diligencia solo la puedes hacer de lunes a jueves en horario de 8 a.m. a 12 m. y, atendiendo el terminal de la cedula de identidad. En este sentido, si tu terminante no corresponde a esa fecha, "no se puede hacer nada". Posteriormente, te diriges a cualquier agencia del Banco de Venezuela y depositas los aranceles correspondientes de acuerdo a la cuantía de documentos pretendidos. En este orden de idea y, de lunes-jueves, debes regresar un día anterior a eso de las 6 de la tarde para que inaugures el calvario de la cola, para poder estar en el cuadro de honor de los primeros 50 cupos disponibles del día, que luego serán gentilmente atendidos. Por supuesto, el que llega de primero elabora el listado y luego se van agregando los que llegan ulteriormente, como a eso de las nueves de la noche se acerca un equipo motorizado de la vigilancia encabezada por un supervisor, que amablemente te informa que no pueden permanecer en este pasillo; el cual se encuentra situado frente al edificio del Instituto de Medicina Tropical, debido al grado de inseguridad que se vive en esta zona, "ya que de los cerros de San Agustín bajan los antisociales y los pueden robar, matar y todas cosas malas que se les ocurra, que ya han asaltado y robado varias veces a este instituto y que hasta han golpeado y amarrado a los vigilante, que ellos no tienen armamentos, que está prohibido estar en esta área de la Universidad" y recomiendan que se "dirijan hacia el HCU para que esperen hasta que empiecen a llegar más usuarios, que allá hay gente y que por orden de la rectora deben desalojar el sitio". Los usuarios que ya han listado su nombre se van para allá teniendo que ir cada cierto tiempo a ver quién ha llegado para anotarlo y llevárselo al hospital para que no le suceda nada y, este ciclo se repite varias veces hasta que se arman de valores y como a eso de las cuatro de la madrugada se van al edificio sede de la Federación de Centros Universitarios. Y es a partir de las 8 a.m. cuando un joven empleado empieza a enumerar a los beneficiados por su heroica hazaña, es decir, enfilarlos.

Y por último, cuando usted escribe que a partir de las 4 de la madrugada que empiezan a llegar los estudiantes y egresados para hacer la cola, es interesante aclararle que solo corresponde para aquellos beneficiados que les toca evacuar sus documentos después de una espera de aproximadamente 40 días hábiles, estimados a partir del momento de su solicitud. Esto si no se suscitan acontecimientos como los sucedido en el mes de diciembre del año pasado cuando no trabajaron porque no se les había cumplido con algún beneficio económico. Bueno, los empleados de la casa que vence las sombras, no prestaron el debido servicio al público usuario, irrespetando de esta forma la Ley Orgánica de la Administración Pública que en su artículo 3 que establece "dar eficacia a los principios, valores y normas consagrados en la Constitución de la República Bolivariana" así como el opúsculo 5 del referido documento cuando afirma que "debe asegurar a los particulares la efectividad de sus derechos cuando se relacionen con ella. Además, tendrá entre sus objetivos la continua mejora de los procedimientos, servicios y prestaciones públicas, de acuerdo con las políticas fijadas y teniendo en cuenta los recursos disponibles"

Es de bueno anotar, que se está hablando de la primera casa de estudio fundada el 22 de diciembre de 1721 y, que durante la última visita del Libertador Simón Bolívar en compañía de los ilustres venezolanos José María Vargas y José Rafael Revenga el 24 de Junio de 1827 redactaron "los estatutos Republicanos de la Universidad de Caracas, los que la dotan de plena autonomía, carácter secular, renta y democracia pasando de ser Universidad de Caracas a Universidad Central de Venezuela en alusión a la nueva República". (http://www.ucv.ve/sobre-la-ucv/resena-historica.html). Asimismo, esta magna casa de estudio desde 1953 se asienta en la Ciudad Universitaria de Caracas y el 30 de Noviembre del año 2000 la referida villa fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad o Patrimonio Mundial por la UNESCO, la cual debe ser protegida y preservada para las futuras generaciones.

En consecuencia, es lamentable que la Universidad Central de Venezuela no cuente con un sistema automatizado de citas como otros entes del estado venezolano; que le garantice al estudiante y al egresado una "mejor atención", a pesar de poseer una Escuela de Computación y, haber parido a eminentes científicos e investigadores. En este caso se considera necesario, hacer la siguiente pregunta ¿qué ha pasado con el caudal de dinero que se ha manejado durante la cuarta y quinta república? Además; lo planteado sirve de soporte, para rechazar cualquier justificación por parte de las autoridades universitarias para que esta Institución Educativa Mundial se encuentre cerrada tecnológicamente como organización, a pesar de vivir en un mundo globalizado gobernada por el avance sistemático de las Tics. A este respecto, debe señalarse que la organización como sistema social, está integrado por individuos interrelacionados entre sí en perfecta armonía con estructura propia y con un determinado objetivo en común y, para continuar sosteniéndose necesitan "alimentarse en forma continua de materia y energía, la cual proviene de su entorno. (…) sus miembros adaptan su comportamiento al de otros elementos y a los requerimientos del medio, llámese desde el entender de otros conceptos, transculturación o endo-culturación ". (Aguilar, 2012). En este marco conceptual, (Bertalanffy, 1989) establece como características de una organización ya sea un organismo vivo o una sociedad, nociones como las de totalidad, crecimiento, diferenciación, orden jerárquico, dominancia, control, competencia, etcétera. Y la misma debe considerarse como un sistema abierto "… esto significa que deben de mantener un intercambio continuo de energía y de materia con su entorno para seguir viviendo". (Martínez Miguélez, 2007, p. 184). Como se puede inferir, la academia está rezagada tecnológicamente, situación que es sumamente delicada en la primera casa de estudio del país. Es evidente, que una investigación por parte de los órganos correspondientes debe darse para que se establezcan las respectivas responsabilidades y la Universidad se enrumbe hacia un futuro mejor que permita construir un proyecto de país que englobe el bienestar de los ciudadanos de la patria de Bolívar y Chávez.