Impuesto y equidad

Hemos defendido la postura a favor de un incremento de la carga fiscal vigente en Venezuela. Hemos dicho que la imposición sobre el sector no petrolero de Venezuela es de las más bajas, no sólo en la Región Latinoamérica, sino en el mundo. Por último, pensamos que el mantenimiento de esta situación hace la economía venezolana muy inestable, a nuestro crecimiento económico menor que el potencial y también más desigual e injusto.

Sin embargo, esto podría parecer muy dudoso a trabajadores y pequeños empresarios que son sujetos de cobro de impuestos, a pesar de sus bajos ingresos y ganancias. Sin embargo, esta situación empírica en la que los trabajadores, incluso aquellos de bajos ingresos (con ingresos incluso menores a 100us$ anuales) y pequeñas empresas con utilidades que apenas alcanzarían para mantenerse operando, son sujetos de una carga fiscal elevada, sólo refuerza precisamente nuestro análisis.

En una economía en la que los sectores empresariales más grandes y de mayores ganancias pueden evadir y de hecho lo hacen sus responsabilidades fiscales, los sectores de menores recursos deben cargar un mayor peso sobre sus espaldas, al asumir mayores responsabilidades en el financiamiento del aparato estatal y de sus programas y servicios del que les correspondería normalmente.

De hecho, en la actual crisis los empleados públicos han visto disminuir sus salarios y prestaciones laborales hasta niveles nunca vistos ni imaginados. Incluso, se ha elevado el peso que los impuestos y tarifas representan sobre sus salarios efectivos. Igualmente pasa con la pequeña empresa. Tal situación coincide, paradojalmente, con el omnipresente discurso de las grandes empresas a favor de reducir los impuestos que pudieran llegar a pagar (pero realmente no alcanzan a hacerlo). De manera que, el incremento del peso o desigualdad de la carga tributaria en Venezuela es consecuencia también de la evasión y elusión fiscal de los sectores empresariales más grandes y poderosos.

En conclusión, a unos sectores les parece que pagan altos impuestos, precisamente porque otros están pagando nada o muy poco. Esto no altera la realidad global de la existencia de bajos impuestos en Venezuela. Ni tampoco anula la necesidad de una reforma fiscal que convierta el régimen impositivo nacional en más progresivo, equitativo o justo, racional, eficaz o suficiente, eficiente y transparente o evidente. Y la omisión de esta necesidad tiene consecuencias significativa sobre la duración e intensidad de la crisis económica venezolana.

Por ello, hemos sido partidarios de una reforma del régimen fiscal en Venezuela. El sentido de esta reforma apuntaría a convertir el sistema impositivo en Venezuela en un mecanismo más progresivo e igualitario; es decir, uno en el que quiénes perciben mayores ingresos paguen más y evitar una situación como la actual en la cual, los tramos impositivos, entre otras razones por la desactualización de la Unidad Tributaria, se desplazan hacia abajo y hacen que sectores de la población con bajos ingresos, que no deberían pagar impuestos, paguen una porción de éstos, a todas luces excesiva, dada su posición relativa en la escala de ingresos globales de la sociedad. Es decir, el Estado convierte así en contribuyentes a individuos que no ocupan una posición favorable en la escala de ingresos de la sociedad, sino que al contrario forman parte de los desfavorecidos. Y estos pagan una porción mayor de su ingreso para impuestos, que los sectores más ricos y pudientes. Un resultado visiblemente injusto.

El rediseño del régimen fiscal no sólo debiera estar caracterizado por su mayor progresividad (pagan más quienes están en mejor posición para pagar), sino que además los impuestos deben ser diseñados de manera racional, para garantizar además su eficacia o certeza (capacidad para generar ingresos), neutralidad (evitar o reducir los efectos distorsionantes en el funcionamiento de la economía nacional), eficiencia (bajos costos de recaudación), transparencia o evidencia de los impuestos (la ciudadanía debe estar clara y segura de los impuestos que debe pagar y del uso o destino de los mismos.

Los venezolanos debemos estar cada vez más conscientes de estos temas y de los requerimientos de la acción pública o gobierno, así podremos intervenir de una manera más acertada y razonada en la determinación del contenido del debate político democrático, despojando éste de tanta subjetividad, falta de conocimiento y reduciríamos la posibilidad de ser manipulados durante el ejercicio de nuestras responsabilidad ciudadanas.



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Rodolfo Magallanes

Profesor del Instituto de Estudios Políticos de la UCV

 magallanucv@gmail.com

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