Ruralidades

Ahora a la tierra, con Elías Jaua

No distraer el tiempo con las barrabasadas del mantuano por herencia de los astilleros como es el españolito Aznar; genuflexo del imperialismo norteamericano. Por supuesto, sí mantenerlo a raya, junto con sus cómplices de acá convertidos en corre ve y dile de la intriga, marrulleros en evidencia y “atrevidos”, como Manuel Rosales hacia el Norte y Julio Borges, México-España, por órdenes de Marcel Granier.

Por nuestra parte, hablando claro entre nosotros, no estamos exentos de las preocupaciones que a veces embargan la buena y firme voluntad de nuestro presidente Hugo Chávez, cuando pide cuentas que expliquen el por qué de unas cuantas fallas en la producción agraria, no obstante el apoyo económico para el campo venezolano. También sabemos que su nombramiento para dirigir el rescate del Ministerio de Agricultura y Tierras, Dr. Elías Jaua, es de reciente data. El escaso tiempo, como es lógico, quizás no le ha permitido enderezar todos los entuertos. Pero de lo que sí estamos seguros y conteste, es de su inteligencia que ha permitido valorar que, aún siendo la producción petrolera el actual pilar para el funcionamiento del país, no tiene capacidad para proveernos de la comida como si la tiene la capa vegetal de nuestra tierra. Y, además, lo más grave sería que nuestros compatriotas se vean obligados de nuevo a emigrar para caer en el zanjón de la maquila norteamericana, por falta de un empleo digno que la actividad agrícola extensiva sí proporciona.

Por otra parte, piensa uno que es posible que usted se haya percatado que los recursos en las manos de los Cooperativistas y Vuelvan Caras, haciendo la excepción de regla, no han contribuido con los acuerdos hechos con el presiente Chávez y su gabinete de cara al país. Además, como campesinos que somos, sabemos del rencor que tienen nuestros compatriotas de las ruralidades contra los zánganos de la cuarta, quienes recibieron créditos mil millonarios y se los embolsillaron. Rencor ese que, la mayoría de las veces, incluye en el mismo rasero a nuestros compatriotas con deseos de sacar al país del atolladero que significan la falta de comida y un empleo digno y productivo; confusión esta que interfiere la necesaria solidaridad.

A propósito este humilde servidor y viejo luchador social, a comienzos de 2005, hizo pública una sugerencia para que un ente del estado, creado para tal fin, se encargue de administrar los recursos financieros y de las maquinarias agrícolas. Y si se prefiere, como sería lógico, hasta la misma producción. Ente que, mientras nuestros compatriotas controlan el paso de la colectivización socialista, les garantice un sueldo semanal que les sirva para la manutención con sus familiares. Que, con el capital “semilla”, se les construyan viviendas dignas con todos sus servicios; escuelas y vías de comunicación, a lo que es indispensable un programa de seguridad, con efectivos bien entrenados para combatir el sicariato en el campo.

Queda sobre entendido, Ministro Jaua que, al hablar de capital “semilla”, este dinero queda sujeto a recuperación, pues la tierra sí paga con creces. En este sentido, y como garantía a la nación, entonces propusimos una filial de nuestra empresa petrolera a la que sugerimos el nombre de PDVSA-agraria. Ojo: sin detrimento del capital de nuestra industria de los hidrocarburos. Para esto repetimos, la tierra sí paga. Sólo que requiere de los avanzados métodos administrativos de la primera industria los que, combinados con los técnicos del MAT, pueden hacer florecer nuestros campos. ¡Qué refrescante sería ver nuestros llanos y praderas llenos de verdor!.

Tenemos la esperanza, Dr. Jaua, que si estas sugerencias tienen aunque sea un mínimo de aceptación en su despacho, sería el primer paso para que sean analizadas por el presidente Chávez y el Vice-presidente Jorge Rodríguez, en el gabinete semanal.

Y en cuanto a los medios de los que nos valemos (desde mi postración no hay alternativas) son coincidentes con las políticas públicas, sin esguinces simuladores, lideradas por Hugo Chávez, con el ejemplo del Redentor, nuestro señor Jesucristo; seguido por nuestro Simón Bolívar, Libertador de la mentalidad sumisa de 5 naciones de nuestro continente. De Lenin, quien enseñó a su pueblo a combatir por la redención de la clase obrera y de los campesinos de su patria y el mundo entero.

Para finalizar, aunque sea algo de nuestra voluntad lo sumamos a la consigna de Patria, Socialismo o Muerte; y siendo la colectivización un peldaño rumbo al socialismo ¡Hasta la victoria Siempre, Venceremos!.

pedromendez_bna@yahoo.es


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Pedro Méndez


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