Mayo 23 de 2017.- En uno de los episodios de nuestra historia más terrible, aún no podemos salir de nuestro asombro al ver este tipo de ataques a otro hijo de Venezuela, en que un ser humano es víctima de unos seres motivados por el odio y la destrucción. Este joven, Carlos Ramírez también fue víctima de este lastre que conlleva a acciones tan desnaturalizadas y que no tienen ningún tipo de justificación, él sobrevivió a un ataque propio de la intolerancia y del fascismo en Altamira, donde apenas unos días después otro joven fue atacado a puñaladas para posteriormente ser prendido en fuego.
Desde nuestro portal hacemos un llamado para que se calmen los ánimos y se recojan los demonios, nada justifica la muerte de seres humanos, vengan de donde vengan y mucho menos matar por la apariencia. Que la aporofobia no sea la enfermedad que lleve a una parte de la sociedad a cometer estos actos fuera de toda cordura humana.
Carlos Ramírez nos narra como el simple hecho de parecer chavista casi le cuesta la vida: