Caracas, 13 de abril de 2011.- A solicitud del Ministerio Público, fueron privados de libertad el tesorero, secretario y vocal de la Organización Comunitaria de Vivienda (OCV) Villas Kariwacha, Antonio Bermúdez, Luís Morocoima y Wilfredo Matute, respectivamente, quienes habrían estafado a 1.800 personas en Maturín, estado Monagas, al ofrecerles viviendas en venta que no fueron construidas.
En la audiencia de presentación, la fiscal 5° de esa jurisdicción, Helenny Guilarte, imputó a las tres personas por la presunta comisión de los delitos de estafa continuada y asociación para delinquir.
El Tribunal 5° de Control de Monagas, ante los elementos de convicción presentados por el Ministerio Público, decretó la privativa de libertad de Bermúdez, Morocoima y Matute, al tiempo que fijó como sitio de reclusión el Internado Judicial de Oriente, conocido como La Pica, donde se mantendrán detenidos hasta que el Ministerio Público presente el acto conclusivo.
Cabe resaltar, que por este mismo hecho se encuentra privado de libertad en el Internado Judicial de Oriente, el presidente actual de la OCV, Félix Barreto, por presuntamente incurrir en el delito de estafa continuada y asociación para delinquir.
Estas personas que actualmente se encuentran privadas de libertad habrían estafado a estas familias desde el 19 de octubre de 2005.
Una experticia contable realizada por el Ministerio Público, arrojó que de más de 11 millones de bolívares que manejaba la organización, en depósitos realizados por las víctimas, actualmente sólo cuentan con 350 bolívares fuertes.
También, se pudo determinar que la mayoría de los egresos se invirtieron en la cancelación de los sueldos de los mismos integrantes de la junta directiva, a pesar de que la fundación fue creada sin fines de lucro.
La OCV ofreció en su oportunidad, viviendas a las 1.800 víctimas, inmuebles que se construirían en las adyacencias del centro comercial La Cascada, en la parte sur del estado Monagas, razón por la cual las personas depositaron sus ahorros.
Con el aporte patrimonial de las víctimas, las personas que fungían como directivos de la organización realizaron pagos por diversos conceptos, los cuales, casi en su totalidad, carecían de soporte.
