¿Cuánto tiempo ha pasado desde que los venezolanos empezamos a pensar cuándo le quitarán la nacionalidad a todos estos anti venezolanos? Ellos ofenden permanentemente al país, su historia y su población con la negación constante de la institucionalidad, sus dirigentes y los propósitos de ser independientes y soberanos. A pesar de este requerimiento tan unánime del país no se había dado ninguna declaración que mostrara la intención de satisfacer este sentimiento popular.
Sin embargo, a finales de octubre de este año, es cuando Leopoldo López tiene ante sí la posible decisión judicial de convertirse en un apátrida y en un indocumentado, ya que con esta decisión se procedería a borrarlo de todas las bases de datos que lo califican como venezolano. Junto con él se le aplicaría la misma medida al Yon Goicoechea, retirándoles la nacionalidad venezolana.
El desencadenante máximo de esta situación actual, ya que su prontuario pasado le hacía candidato necesario para aplicarle esta medida y otros castigos superiores, los cuales estarán pendiente para el apátrida de intentar ingresar en el territorio venezolano, se inició con una solicitud presentada ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) basada en la Constitución venezolana, para despojarlo de nuestra nacionalidad alegando que López promovió una invasión militar, un bloqueo económico y otros actos contra Venezuela, fechorías comunicacionales y de otro tipo, suficientemente graves como para imputarlo de muchos delitos.
El recurso fue presentado ante el Tribunal Supremo de Justicia desde la Presidencia, donde se solicita expresamente retirar la nacionalidad venezolana a Leopoldo López. La solicitud se basó en el artículo 130 de la Constitución venezolana y en la acusación de que López había promovido múltiples actos contra el país.
Según lo conocido, tras la solicitud, la Cancillería y el SAIME (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería) procedieron a la anulación del pasaporte de López, esperando la decisión del Tribunal.
Sin embargo, en este caso, no habrá justicia plena al retirarle la nacionalidad venezolana, ya que Leopoldo López no será indocumentado, pues tiene la nacionalidad española, con la cual obtendrá la documentación de ese país.
La dualidad de nacionalidades, legal en nuestro país, nos lleva a pensar en que es necesaria la revisión de ese aspecto en la Constitución, para ajustarla a las nuevas realidades que los ataques de Estados Unidos han generado. El origen de su doble nacionalidad, es resultado de que los padres de Leopoldo López recibieron la nacionalidad española en 2015, lo cual le permitió a él y a su familia obtenerla también, debido a su ascendencia. Barbaridades legales, ciudadano y súbdito, creo que obtener o tener otra nacionalidad debe implicar la pérdida de la venezolana.
Con esta acción se sentaría un precedente necesario, pues sería el primer caso donde a un venezolano nacido en el país se le haya retirado la nacionalidad por su negación de la institucionalidad , los principios y valores venezolanos, ofensas permanentes a la dirigencia nacional, lo cual podría servir de escarmiento a la cuadrilla de antipatria que acompañan a López.