Crónicas desde el borde IV

Masacres de Cariaco y Barlovento ¿Detenciones y ejecuciones extrajudiciales en un Gobierno Humanista?

Para mis amigos y familia en Argentina que bien conocen su historia reciente, también para mis amigos republicanos españoles, para que no se les olvide nunca cómo se actuó en nombre del poder de turno, así fuese por mampuesto.

"Damiens fue condenado, el 2 de marzo de 1757, a "pública retractación ante la puerta principal de la Iglesia de París", adonde debía ser "llevado y conducido en una carreta, desnudo, en camisa, con un hacha de cera encendida de dos libras de peso en la mano"; después, "en dicha carreta, a la plaza de Gréve, y sobre un cadalso que allí habrá sido levantado [deberán serle] atenaceadas las tetillas, brazos, muslos y pantorrillas, y su mano derecha, asido en ésta el cuchillo con que cometió dicho parricidio, quemada con fuego de azufre, y sobre las partes atenaceadas se le verterá plomo derretido, aceite hirviendo, pez resina ardiente, cera y azufre fundidos juntamente, y a continuación, su cuerpo estirado y desmembrado por cuatro caballos y sus miembros y tronco consumidos en el fuego, reducidos a cenizas y sus cenizas arrojadas al viento."

Así comienza el conocido tratado del filósofo Michel Foucault sobre el sistema carcelario, el castigo, el adoctrinamiento de las conciencias en cuerpos dóciles para el sistema y sobre todo, el tratamiento de dos conceptos que fueron y seguirán siendo semilleros de ideas como el del "panóptico" y "las microfísicas del poder". "Vigilar y castigar" inaugura con la descripción del suplicio de Damiens, la primera parte de un camino tortuoso por los martirios que se han cometido en Occidente en nombre de la justicia y que aún hoy día, y a la luz del falso respeto a los Derechos Humanos se siguen cometiendo en el mundo entero como el insólito caso de la cárcel de Guantánamo en Cuba; más allá de que existan organizaciones internacionales que velan por que no se cometan injusticias, maltratos, secuestros, detenciones extrajudiciales, ajusticiamientos, violaciones, abusos de poder, persecuciones y la existencia de presos de conciencia como corolario de sistemas políticos que no admiten la disidencia o la libertad de pensar distinto.

Durante años, quienes hemos apostados por la utopía de un sistema de gobierno humanista, que atendiera las necesidades de todos los ciudadanos que configuran la "pólis" a la que estos pertenecen, creímos que si un sistema de gobierno respetaba la dignidad de sus ciudadanos, organismos como Amnistía Internacional, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Foro Penal, en el caso puntual de Venezuela, pudieran estar operando contra el "statu quo" al endilgar violaciones a los derechos humanos de venezolanos que no sucedían en la realidad y que pudieran ser simples cortinas de humo para justificar una potencial injerencia externa contra los enemigos de ese sistema de gobierno cuasi perfecto. Ahora bien, resulta que ante las premisas de quienes apuestan por un boicot externo y por la consabida Teoría de la Conspiración o del Complot, los que aún defienden este sistema de gobierno en todos sus aspectos se han quedado impávidos ante lo sucedido y reportado como un hecho notorio, público y comunicacional en las últimas semanas en Venezuela: las masacres de Cariaco y Barlovento. Hechos, ambos, en los que bajo el sub-Leviatán extra-judicial venezolano se han cometido detenciones, torturas y ejecuciones extrajudiciales, reconocida, la última, hasta por las mismas FANB en nombre del Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López: http://www.aporrea.org/ddhh/n300766.html

La matanza de Cariaco, en el sector El Porvenir, asentamiento de pescadores en su mayoría, fue perpetrada el pasado 11 de noviembre. Allí fueron asesinados nueve hombres, resultando heridos otros tres. Los responsables, que ya se encuentran privados de libertad a solicitud del MP, fueron cinco funcionarios adscritos al Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional Bolivariana (Conas): http://www.el-carabobeno.com/detenidos-cinco-gnb-la-masacre-cariaco/

Por su parte, la masacre de Barlovento, hecho acaecido el 15 de octubre de este año y reconocido más tarde por los entes judiciales de nuestro país como el asesinato masivo de 13 jóvenes (cuya cifra pudiera ascender) sucedió en circunstancias realmente suspicaces a manos de funcionarios de las FANB y en nombre de las consabidas OLP. Lo que sabemos, sin entrar en detalles morbosos, es que esos muchachos fueron detenidos arbitrariamente, torturados, vejados y posteriormente "exterminados", para luego ser enterrados en fosas comunes: http://prodavinci.com/2016/11/28/actualidad/que-paso-en-barlovento-la-masacre-las-victimas-las-reacciones-monitorprodavinci/

Pero lo más aterrador de este caso es que los familiares de estas víctimas iniciaron las denuncian pertinentes y, no fue sino hasta un mes después, que se pudo obtener una respuesta de sus paraderos, pues, como es costumbre de todos los organismos represores del mundo, el ocultamiento de la ubicación de los detenidos, forma parte del libreto que protege al victimario de reconocer que cometió algún crimen. Los 30.000 desparecidos de la dictadura argentina de los años 70 ofrece una cátedra sobre este proceder. Ha sido tan grave y evidente esta matanza de jóvenes inocentes que hasta la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Días, tuvo que declarar en contra de este hecho atroz para la historia de la violación de los Derechos Humanos en Venezuela y la necesaria revisión de las OLP, cuyo nombre, ahora casi una ironía es "Organización de Liberación de la Patria": http://www.elcorreodelorinoco.com/luisa-ortega-diaz/ y http://www.el-nacional.com/sucesos/Militares-presentados-audiencia-miercoles-Barlovento_0_967703227.html

Ahora bien, más que una denuncia contra este feroz proceder por parte de las disputadas OLP, vale la pena que nos preguntemos en qué se diferencian estas prácticas asesinas de la conocida "Ley de Fugas", procedimiento extrajudicial que violenta el principio de "habeas corpus" como institución jurídica que protege a todo prisionero que es detenido por las fuerzas del orden público. Esta nefasta "ley" fue harto conocida durante la Guerra Civil Española (1936-1939), a la que también se le llamó "Paseo" y que consistía, como su nombre lo indica, en llevar al sospechoso a dar una vuelta de la cual jamás regresaba. Otro caso bien conocido en el Sur fueron los infaustos "Vuelos de la Muerte" que el periodista y escritor argentino Horacio Verbitsky supo plasmar muy bien en su libro "El vuelo" (1995), texto en el cual este entrevista al militar Adolfo Scilingo como uno de los promotores de esta práctica extrajudicial en la que, en complicidad con la Iglesia Católica, jóvenes argentinos tildados de guerrilleros, eran drogados -previa confesión ante un sacerdote que los liberaba del pecado cometido- y en esta de semi-inconsciencia eran lanzados al Río de La Plata para que no quedaran huellas de que alguna vez fueron detenidos y ajusticiados. Reconozco que jamás pude concluir ese libro que yace en mi biblioteca, debido al llanto que estalla en mi pecho cada vez que retomo su lectura.

"Ley de Fuga" también fue llamada a una experiencia que se practicó en la llamada IV República venezolana y cuyo lema era: "disparen primero, averigüen después". Sobre este particular, el gobierno del presidente Chávez sacó punta durante años en cientos de discursos para desmarcarnos, en la V República, de estas mañas deleznables para cualquier sociedad. La consigna de Chávez en su momento era que Venezuela era un país profundamente respetuoso de los Derechos Humanos y de corte esencialmente humanista donde estas prácticas de sumisión, humillación, maltrato físico y psicológico de los presuntos culpables de cualquier hecho punible, simplemente no podían existir, aunque reconocemos, lamentablemente, que sí existieron. De hecho, en 2009 y bajo el Decreto 6.616 en Gaceta Oficial, fue creada la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), cuya filosofía consistía en humanizar a quienes les tocaba administrar justicia en Venezuela: http://pedrorreyes.blogspot.com/2009/10/universidad-nacional-experimental-de-la.html

Así, y ante los hechos acaecidos en Cariaco y Barlovento recientemente, así como ante los múltiples operativos que se han hecho en nombre de las OLP en barriadas venezolanas desde el año 2015, fecha de su inicio, valdría la pena que tanto el Ejecutivo, como las FANB y el resto de los cuerpos de seguridad del Estado, revisen su efectividad y sobre todo el consabido "control de daños". No es posible que esto suceda en nuestro país, sobre todo si el presidente de la República sigue hablando de Socialismo del Siglo XXI y de Humanismo en sus programas radiales y en alocuciones que son escuchadas por millones de venezolanos. Ejemplos como el de la España de la Guerra Civil o el de la Argentina de Videla no pueden parecerse, ni de lejos, a estas masacres recientemente perpetradas en nombre del Estado venezolano. No podemos retrotraernos en el tiempo y hallar similitudes en las torturas de las que fueron víctimas los jóvenes inocentes de Barlovento (cuyos cuerpos de algunos fueron desmembrados) con el pobre Damiens a quien Michel Foucault saca de los libros de Historia sobre la Francia del S. XVIII. De ser así y de hallar semejanzas entre ambos suplicios, habremos retrocedido unos cuantos siglos en la historia de Occidente y recordar a Antígona, heroína griega que fue lapidada por seguir las leyes de los dioses y no la de los hombres. Por una vez en la vida pediré que Sófocles no se parezca a lo que leemos sobre las OLP en nuestro país.



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Eva Flórez


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