Terrorista en búsqueda de una ciudadanía

Cuando otros morían en Vietnam, Posada torturaba en Venezuela

MIENTRAS miles de jóvenes norteamericanos —muchos encontrándose allí contra su voluntad— perdían la vida en Vietnam, Luis Posada Carriles se entrenaba en las técnicas de contrainsurgencia en Fort Benning y luego asesinaba y torturaba en Venezuela donde seguía de esbirro cuando, en 1975, se terminó el conflicto.

Hoy, el terrorista de origen cubano trata de atribuirse falsamente el título de veterano de Vietnam para conferirse respetabilidad frente al público norteamericano y conseguir, a fuerza de engaño, privilegios otorgados por las leyes norteamericanas de Inmigración.

Con el afán de lograr que escape a la justicia y tratar de apelar a todo para convertirlo en un "honorable" ciudadano norteamericano, el abogado del terrorista, Eduardo Soto, va repitiendo que su cliente "fue soldado durante la guerra de Vietnam", mencionando los años de 1963 y 1965.

¿Posada en Vietnam? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? "En mi investigación sobre los cubanos en Vietnam, no aparece registrado", comenta el investigador cubano José Luis Méndez Méndez, autor de varios libros sobre el tema del terrorismo contra Cuba. “Si Posada estuvo en Vietnam y es veterano de esa guerra, que la CIA y el Ejército lo demuestren…”

Si es cierto que fue soldado en el Ejército norteamericano "durante" el conflicto vietnamita, nada en ningún lugar viene a confirmar que Luis Posada Carriles pisó el suelo vietnamita.

E17 de abril de 1961, Posada se quedó varado en el muelle de Puerto Cabezas, en Nicaragua, con los matones de la Operación 40, cuando los otros mercenarios de la Brigada 2506 salieron a realizar la fracasada invasión de Playa Girón.

Sin embargo, en 1963, por su participación en esa funesta aventura, Posada sí integra el Ejército norteamericano, en las llamadas Unidades Cubanas, con los grados de 2do teniente —como los otros seleccionados— cuando lo mandan a la base militar de Fort Benning, Georgia, bajo orientación de la CIA.

Ahí aprende las técnicas de lucha contrainsurgente y el uso de explosivos —mejor dicho, de tortura, asesinato y terrorismo, al lado de Jorge Mas Canosa y unos cuantos individuos con semejantes características y similar destino.

Todo indica que de ahí lo sacó la CIA, de una forma u otra, para cumplir misiones sucias.

Fuentes muy serias y documentadas lo ubican, sin embargo, con otros cubanoamericanos en Dallas, cuando se asesina al presidente norteamericano John F. Kennedy, en Dealey Plaza.

“SOLDADO” DE LA GUERRA SUCIA

Según el Departamento de Defensa de EE.UU., la guerra de Vietnam comenzó oficialmente el 11 de diciembre de 1961. Murieron 392 estadounidenses desde 1962 a 1964, cuando Estados Unidos tenía en Indochina a más de 17 000 soldados. Posada terminaba de aprender cómo fabricar bombas, en Georgia, o empezaba a enseñar a otros cómo fabricarlas.

De hecho, en 1964, la presencia de Posada está señalada en un campamento de Collier County, donde la CIA entrenaba a mercenarios que infiltran en Cuba.

Informes lo reportan luego cuando aparece a bordo del Venus, un buque madre de la CIA que realiza operaciones en el Estrecho de la Florida.

Un memorando desclasificado de la CIA, fechado el 18 de junio de 1965, lo sitúa en México, conspirando para dinamitar barcos soviéticos en el puerto de Veracruz. Luego reaparece en campamentos de "operaciones autónomas" contra Cuba, en República Dominicana.

En ese mismo año, Estados Unidos tenía en Vietnam 130 000 efectivos y el número de soldados muertos se disparó a 1 926, según cifras del Pentágono. Es decir, la guerra estaba en pleno apogeo, en el período en que el terrorista pretende que seguía alistado en el Ejército.

Es en octubre de 1967 que la CIA traslada a Posada Carriles a Venezuela donde penetra la DIGEPOL con título de "asesor".

En su libro Los caminos del guerrero, en una mentira característica del héroe de la mafia miamense, Posada pretende haber llegado a Caracas en 1969. "Es un cuentista tremendo", comentará Fabián Escalante, ex jefe de la Seguridad del Estado cubana. "Lo que pasa es que (en 1967) es asesor de la CIA y no le conviene hablar de eso".

EN LOS SOTANOS DE LA DISIP

En 1968, año de la Ofensiva del Tet, 16 869 jóvenes soldados caen en Vietnam.

En el 69, Posada recoge la ciudadanía venezolana, como lo confirma su cédula de identidad número V-5.304.069 —los últimos dígitos identifican el año de inscripción— para poder convertirse en el sanguinario Comisario Basilio cuando la DIGEPOL pasa a ser la DISIP.

En los sótanos de la Policía Política venezolana, Posada secuestró, torturó, ejecutó y "desapareció" durante más de siete años a decenas de presos. Una fuente revela que Posada y su personal eliminaron a opositores lanzándolos al mar.

Posada Carriles fue jefe de Operaciones de la DISIP venezolana desde 1967 hasta 1974. El grupo conformado por sus víctimas dispone ahora de más de 80 testimonios grabados en video que documentan sus actividades: entre estos documentos se encuentra la dramática entrevista donde Brenda Esquivel cuenta cómo, en julio de 1972, en los locales de la DISIP de Maracay, estando embarazada de ocho meses, perdió a su hijo después de ser salvajemente golpeada a patadas por orden de Posada.

Más de 58 000 efectivos estadounidenses murieron en la guerra de Vietnam, que concluyó en 1975, cuando el "soldado" Posada acababa de abandonar la DISIP para dirigir su Agencia de Investigaciones Industriales y Comerciales creada por la CIA y que sirvió de pantalla a la Operación Cóndor. Ahí mismo organizó, con Orlando Bosch, su crimen más horrible: la voladura del avión de cubana, en septiembre de 1976.

" usted fue declarado culpable en Panama…"

“¿Nunca quiso ser ciudadano norteamericano? ¿Por qué?”, pregunta José Luis Méndez. “Tan poco amor le tenía al país que lo acogió y para el cual sirvió con las armas en la mano defendiendo la democracia imperial por el mundo”.

“Sin duda es un mal patriota norteamericano… ¿Por qué ahora? Será que como "operador" de la CIA era mejor mantenerlo como un John Doe (anónimo), para que el Gobierno norteamericano pudiera negar conocimiento en caso de fiasco”.

“Como dice el programa de los Expedientes X, la verdad está afuera", añade.

Según el abogado norteamericano José Pertiera, la ley norteamericana dice que basta con probar que una persona perteneció al Ejército durante un período de hostilidades para poder reclamar la naturalización.

Basta con haber sido miembro activo del Ejército. De ahí se está agarrando Eduardo Soto.

Sin embargo, aun con estos servicios a la "patria", Posada no clasifica, por lo que dice textualmente, ateniéndose a la ley, la carta del Servicio de Inmigración y Control de Aduana de Estados Unidos, del 22 de marzo del 2006, cuando lo declaró un peligro para la seguridad nacional. Lo que Soto ha tratado de minimizar.

La carta dice textualmente: "Por otra parte, el 20 de abril del 2004, usted fue declarado culpable en Panamá de cometer Delitos contra la Seguridad Nacional y Falsificar Documentos Públicos, por lo cual fue condenado a siete años y un año de privación de libertad, respectivamente. Aunque posteriormente la Presidenta de Panamá le concedió indulto por esos delitos, el indulto foráneo, en sí mismo, no tiene efecto alguno en relación con las leyes de Inmigración de Estados Unidos".
Dicho en claro: que la presidenta mafiosa de Panamá, Mireya Moscoso, le haya otorgado su perdón en el 2004 poco antes de dejar la presidencia no cambia nada los delitos cometidos. Aunque Eduardo Soto se divierta en manipular el tema.

Hay que subrayar un elemento sumamente importante: cuando Posada es "indultado" en Panamá, todavía el proceso no había concluido por apelación de la Fiscalía por los pocos años a los que fue sentenciado. Y la Fiscalía anticorrupción investiga ahora su salida intempestiva.

"La estrategia legal de Posada parece tratar de mitigar su historial de terrorista, argumentando que, a pesar de que cometió los delitos que el Departamento de Seguridad de Estados Unidos cita en el texto de su decisión de detención interina, Posada era un "soldado" que seguía las órdenes de sus superiores en la CIA y la Casa Blanca y que consecuentemente no es culpable de algún delito", comenta José Pertiera.

"Sin embargo, el juicio de los asesinos nazis en Nuremberg dejo más que establecido que la responsabilidad legal de un criminal (y mucho menos la de un terrorista) no mitiga las órdenes que el acusado haya recibido de sus superiores", añade el representante en EE.UU. del Gobierno de Venezuela, en la solicitud de extradición del delincuente.

El 6 de julio, un juez debe determinar si se le otorgará la ciudadanía norteamericana a quien fuera soldado, agente de la CIA y torturador "durante la guerra de Vietnam".


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Jean Guy Allard


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