"El Principito", primera gran fabula del siglo XX

Es posible que "El Principito", cuento escrito por Antoine de Saint Exupery, se haya convertido en el relato más popular del siglo XX. En 28 capitulos el escritor francés realizó una narración sencilla utilizando un lenguaje diáfano que, por momentos, parece dirigido a niños, pero no es tal. Se trata más bien de un texto colmado de símbolos, imágenes y aventuras de un pequeño príncipe narradas por un aviador, con una poderosa dosis de imaginación en el logro de un relato perfectamente acabado. Complementa su autor el texto con dibujos de una simplicidad pasmosa, sin muchos adornos ni colores, conjugados de forma tal que conforman una obra única, logrando así el calificativo de clasico. Preciso será decir que nuestro autor fue piloto de avión en la Segunda Guerra Mundial, y0 que en toda su obra esta condición de piloto se impone desde el punto de vista militar, político y vivencial; es decir, este narra en casi todas sus novelas desde tal condición y perspectiva, lo cual le imprime un sello de diafanidad y credibilidad especial a su relato; hasta sus más fantásticas aventuras tienen un aire de credibilidad mayor, pues han sido desarrolladas a partir de un referente objetivo y concreto, y no desde la mera imaginación ficticia. " "Puedo decir que he volado por todo el mundo", dice.

El narrador presenta al niño en tercera persona buscando la identificación del lector y haciendo confluir en el una serie de sucesos fantásticos.donde se inicia una aventura por varios planetas, en los cuales se dan cita una serie.de diálogos y conversaciones repletos de interrogantes filosóficas.

La velocidad narrativa de Saint Exupery es notable --vertiginosa diriamos-- no desperdicia una línea o vocablo y a través de ella el niño se confronta siempre con el mundo de los adultos. En la primera página el.narrador ya nos ha presentado un dibujo donde está plasmado el célebre sombrero que en verdad es un elefante tragado por una boa. De inmediato se ve entonces en la necesidad de "explicar" su dibujo a los mayores. Ya se ha presentado como conocedor de muchas personas que no le comprenden; les.muestra su dibujo a estos siguen viendo en el solo un simple sombrero. Entonces el dibujsnte-narrador se pone al mismo nivel del observador normal u objetivo. Y desde aquí entonces arranca una verdadera aventura de la imaginación.

De manera ultraveloz Saint Exupery ubica a su personaje (autobiográfico) dentro de su avion averiado en pleno desierto del Sahara. Va solo. No lleva pasajeros ni instrumentos de mecánica. Y cuando se ve perdido en medio de la inhóspita vastedad, hace aparición un niño que le dice una y otra vez;

--Por favor, dibujame un cordero.

Tal aparición vendría a definir la narración de índole fantastica que recorre todo el libro, antecedida por la imagen cuasi fantastica de una boa que ha devorado a un elefante, situación que siendo real raya en el terreno de lo imposible, de lo sobrenatural. A partir de allí tenemos a un niño convertido velozmente en aviador, quien a su vez se encuentra a un niño en pleno desierto, exigiéndole al aviador accidentado que le dibuje un cordero. Para completar su descripción, el aviador (que es por supuesto el mismo Saint Exupery) acude siempre a los mayores. Confiesa de paso que nunca logrará díbujar la imagen de este y se convertirá en protagonista de la narración. "Mire, pues está aparición y abrí asombrado mis ojos como platos." Se trata de un niño completamente diferente. Al volver a interrogsrle que hace allí, el niño le insiste en lo del cordero. Y aquí surge la primera frase notable del Principito: "Cuando el misterio es demasiado impresionante, no nos atrevemos a desobedecer". El aviador extrae de su bolsillo una hoja y un lapicero aclarandole al niño que el no sabe dibujar bien, pero este insiste en su idea y el aviador le dice que el único dibujo que ha hecho es el del elefante tragado por la boa. El Principito le insiste hasta que por fin el aviador le dibuja una caja perforada con tres agujeros, diciéndole que el cordero se encuentra dentro de la caja El niño mira dentro de la caja y halla que es precisamente el cordero que el necesitaba. Pero nosotros los lectores no podemos verlo.

El Principito anuncia que el vive en un lugar muy pequeño, y está impactado con la presencia del avión. En efecto, venia de otro planeta. Poco a poco y a través de innumerables preguntas la.amistad entre ellos se va estableciendo, aunque se trata de personas completamente distintas y de orígenes diferentes.

El Principito nunca había visto un avión,. Estaba ahora escondido con el cordero en la pequeña caja y lo pensaba llevar consigo al lugar donde vivía, un pequeño planeta recto donde era imposible que el cordero se perdiera.

Saint Exupery va intercalando sus dibujos: uno donde el Principito luce al borde del pequeño planeta, con sus anchos pantalones, en cuyos bordes nacen ramas secas; lleva una bufanda que siempre está soplada por el viento. A lo lejos se divisan algunas estrellas

El planeta del Principito es apenas del tamaño de una casa: se trata en verdad de un asteroide según las deducciones del aviador, quien en sus estudios formales de aeronáutica y de ciencias llega a la conclusión de que es un asteroide descubierto en el año de 1909 por un astrónomo turco, quien le puso el nombre de Asteroide B612.

A partir del Capítulo 4 del relato, al aviador-autor (quien va insertando en el texto una serie de digresiones acerca de la sociedad, realizando críticas acerbas al modo de vivir occidental en lo que atañe a valores materiales, sustentado en la acumulación de dinero, deshumanización y guerras permanentes.

La gran diferencia del texto de "El Principito" de los textos de siglos anteriores no es solo la crítica implícita a los cuentos de hadas del "Erase una vez..." sino sembrar en el lector un sentimiento mucho más orgánico de crítica al establecimiento y al poder. El aviador está narrando esta historia a su amigo El Principito con enorme nostalgia, haciendo las respectivas críticas a su propia persona. El relato de agiliza cuando al fin del Capítulo 5 se refiere el drama de los árboles Baobabs. Un día el aviador le pregunta al niño si los corderos comen arbustos y este le contesta que si. Entonces se siente muy contento, pues cree que los Baobabs pueden salvar a su planeta de la extinción. De hecho, los árboles de Baobab que dibuja Exupery son extraordinarios, transmiten una robusta elegancia, una fuerza enorme.

Pero la situación del aviador en aquel planeta empeora Es urgente que repare su avión y salga de allí del desierto; se pone a arreglarlo, mientras el Principito lo acosa con infinidad de preguntas aparentemente fantasiosas, pero que en el fondo poseen una extroaordinaria belleza, sobre todo la de aquella flor que el Principito temia se marchitara para siempre. Lloro desconsolado por ella, y su amigo el.aviador lo consoló..(Tal imagen hace inferir que el pequeño príncipe es en verdad el propio Saint Exupery niño).

Veamos esta pequeña descripción: "Lo tome en mis brazos. Lo meci. Le decía: la flor que tú amas no corre peligro. Le dibujare un bozal a tu cordero. Te dibujare una armadura para la flor. Yo no sabía que decir. Me sentía muy torpe. No sabía cómo llegar hasta el, dónde encontrarlo. Es tan misterioso el país de las lágrimas." Esta marsvillosa escena nos hace pensar que la flor y el cordero son símbolos de la pureza. El país de las lágrimas simboliza el mundo triste del ser humano, que puede ser superado ejerciendo la amistad.

A.medida que el aviador se va internando en el país del Principito, va descubriendo el sentido del mundo. En el capítulo octavo se produce justamente uno de los más hermosos diálogos del libro (y de toda la literatura, pienso) acaecido entre una flor personificada, el Principito y el aviador. Las flores terminan haciendo de las suyas en este capítulo. El siguiente estara dedicado a los pájaros salvajes y a los volcanes: las flores tosen y hablan los elementos de la.naturaleza, pues estos comienzan a adquirir corporeidades y personalidades precisas; las.orugas y la limpieza del asteroide: todo indica que hay una noble lucha por la pureza y por la verdad, en las cosas o los seres.

Al arribar a la región de los asteroides el Principito visita primero a un rey vestido de púrpura y armiño, sentado en un trono sencillo pero majestuoso, quien apenas ve al Principito ya lo considera un subdito, "orgulloso de ser rey de alguien". Para los reyes todos los hombres son sus subditos (en una dura crítica del autor all sistema monárquico) pues hasta su propio planeta se encontraba obstruido por su magnífico manto de armiño; de paso ordena al Principito bostezar apenas lo ve. El monarca absoluto se aburre. "Sobre que reinais majestad?" le pregunta el Principito. "Sobre todo".es la respuesta del rey. En esta parte, el autor aprovecha para construir una sátira muy fina contra las monarquías.

Los asteroides en este relato constituyen países, mundos cerrados, territorios definidos. En uno de ellos vive un vanidoso; en el siguiente un bebedor (que sume al Principito en una gran melancolía) y en su diálogo con este llegamos a la conclusión de que el bebedor ingiere licor para olvidar que tiene vergüenza de beber, haciendo hincapié en el carácter cíclico de los vicios. En estos casos la autoridad, la vanidad y el vicio son sometidos al juicio de la ironía, como el de la tacañería del hombre de negocios, quien sumido en su obsesión de sacar cuentas, apenas si percibe el mundo que le rodea, sumando así quinientos millones de cosas que el mismo no sabe exactamente qué son. El Principito le sugiere si no seria posible que fuesen quinientos millones de estrellas, y el avaro le dice que si.

--Para que le sirve poseer estrellas?

--Me sirve para ser rico.

-- Y para que sirve ser rico?

--Para comprar otras estrellas, si es que alguien encuentra más estrellas...

El avaro siempre hace hincapié en que el es un hombre muy serio. Y el Principito siempre tenía ideas diferentes a las de las personas adultas.

En el más pequeño de aquellos planetas vivía un farolero con su farol. El Principito piensa: puede que ese hombre sea absurdo. Sin embargo, es menos absurdo que el rey, el vanidoso, el hombre de negocios y el bebedor. Cada vez que enciende su farol hace brillar una estrella más, y cuando lo apaga, se duermen la flor y a la estrella. La utilidad de las cosas en verdad reside en su belleza. El planeta que habita el farolero es, a mi entender, el ámbito de la ilusión humana, el sueño o la utopía, la idea que tenemos de construir un mundo mejor, un mundo de convivencia. Por esta razón el Principito se identifica con el y le ofrece un sitio para que descanse de vez en cuando. "Lo que más me gusta en la vida es dormir", dice el farolero. Es el único de quienes ha visitado que no le parece ridículo, y del que pudiera haberse hecho amigo; pero su planeta es demasiado pequeño; también, porque se ocupaba de algo que no era solo el mismo Se ocupaba de que amaneciera. Con esta metáfora del farolero, Saint Exupery logra una de las más perdurables imágenes de la literatura.

En el planeta del señor viejo que escribia libros enormes, ocurre algo extraordinario. El señor viejo es un geógrafo que no sabe si en su planeta hay mares, montañas, ciudades, desiertos o ríos. Solo se encarga de recibir a exploradores a su.mando, les interrogs y toma notas de sus recuerdos, e investiga a la vez la ética de cada explorador. En este caso el geógrafo cumpliría también el papel de historiador, presentado como una persona que se arroga la autoridad de poseer la verdad. El geógrafo interroga al Principito sobre su planeta, pero este le dice que su planeta tiene pocas cosas interesantes, lo cual significa que cualquier información puede ser falseada o inventada, lo cual permitiría modificar también la Historia para crear una version sesgada de ella. Todas estas cosas se dejan entrever en esta entrevista con el geógrafo

El Principito viene de un país con tres volcanes: dos activos y uno apagado. También tiene una flor. El geógrafo le discute acerca del carácter efímero de las flores, y el Principito no comprende. En este sentido tendríamos que advertir que encarna la belleza efímera de las cosas y de la propia vida, las cosas bellas duran poco y debemos intentar hacerlas más duraderas y trascendentes. Al explicarle el geógrafo al niño que lo efímero es "lo que amenaza una próxima desaparición", el Principito se entristece

Al percatsrse del caracter pasajero de las cosas bellas, es cuando el geógrafo le aconseja que vaya a visitar su planeta la Tierra, planeta.que cuenta con una buena reputación. En la Tierra hay ciento once reyes, miles de hombres de negocios, millones de borrachos, vanidosos y personas mayores, un ejército de faroleros y gentes que se ocupan de iluminarlo, y producirían a quienes lo contemplen un efecto extraordinario desde lejos. Faroleros de cinco continentes se encargaban de esta operación al mismo tiempo; incluyendo también a faroleros de los polos norte y sur.

Cuando el Principito arriba a la Tierra no ve a casi nadie, creyendo incluso que se había equivocado de planeta. Aquí se encuentra con una serpiente (un símbolo de poder, habilidad, astucia). Cae en pleno desierto del Sahara y mira hacia el cielo donde puede observar a las estrellas, pensando que tal vez pudiera pertenecer cada una de ellas a cada habitante. Y al confesarle el Principito a la serpiente que tiene problemas con una flor a punto de fallecer, el autor del cuento está abogando por la salvación de la flora y de la naturaleza. No sé imaginaba Saint Exupery entonces (cuando escribió su cuento en xxxx) el estado de deterioro que sufriría el planeta tierra. O quizás si, y por ello se adelantó a hacer su crítica. El Principito se siente solo en el desierto, entonces la serpiente le aclara que también los hombres pueden sentirse solos aún estando junto a otros hombres. En este punto, la simbología de la serpiente es muy poderosa. Aún sin poseer patas --algo que ha advertido el Principito-- esta puede llevarlo más lejos que un barco; lo enrollo a sus pies y le dijo que era un ser puro y también dueño de una estrella. Le insiste en que "la serpiente es débil en una tierra de granito". La serpiente vendría a ser aquí la resolvedora de enigmas. Ya le ha prometido ayudarlo si acaso continúa extraviado en su planeta.

En el desierto, el Principito habla con la flor, preguntándole por los hombres, pero la flor le dice que tiene años sin verlos. Se despide de la flor y sube a una montaña. Es de hacer notar aquí que los volúmenes y proporciones usados por Saint Exupery en su relato son completamente libres y flexibles; el.autor no se somete a reglas de la lógica o de la razón, si no que opera desde una dimensión liberrima del espacio (el tiempo allí apenas existe) de una expansión constante de los parámetros espaciales mediante el instrumento narrativo. Se trata, por supuesto, de literatura fantastica en forma de fábula, sin que sea necesario encasillarla en literatura para niños (en todo caso es un llamado de atención a los adultos y una defensa de la inocencia) sino más bien un relato que se define dentro del concepto de una fábula crítica del mundo en el siglo XX, pero que trasciende su tiempo, como todas las obras clásicas, aspirando a una visión amplia de la situacion del mundo en medio de una guerra, y de los desbocados afanes del ser humano en detentsr un poder ilimitado.

El Principito llega a una tierra de pequeños volcanes --que apenas le llegan a las rodillas- y sin dejsr de ser niño es un gigante (nos trae a la.memoria el admirable relato de "Gulliver en el país de las maravillas" creado por Jonathan Swift), un niño que pudo ver de golpe a todo el planeta y a sus habitantes; dio los buenos días pero sus palabras se perdieron repitiendo un gran eco. Pregunto quienes eran; les rogó que fueran sus amigos pues se sentía solo; aquellos habitantes no tenian imaginación....solo repiten y repiten cosas...

Cuando por fin encuentra un camino para llegar donde están los hombres, luego de una larga travesía de arenas y rocas, al fin encuentra un jardín de rosas. Y las rosas le hablan y el descubre que su rosa le había mentido: era la única en su especie en todo el universo. Entonces el pequeño príncipe sufre su primera gran decepción y se siente desgraciado; piensa que su flor se sentiría humillada si supiera que habría otras miles como ella. En medio de este sentimiento, y con los volcanes apagados a sus pies, el Principito llora por primera vez.

Con la aparición del zorro en el capítulo XXI se abre un nuevo trecho en la existencia de este personaje. Al encontrarse con el animal este le invita a jugar con el, pero el zorro le dice que no por no estar aún domesticado.

"Que buscas?" pregunta el zorro.

"Busco a los hombres.' responde el Principito.

"Tienen escopetas y cazan. Es muy fastidioso." responde al zorro haciendo una clara alusión a la violencia.

Al poner a hablar a su personaje con los animales, Saint Exupery convierte su relato en una fábula, pues los animales en este caso encarnan las.ambiciones, anhelos o espersnzas de los seres humanos, como también sus lados débiles o negativos. Buscar amigos significa crear lazos de domesticación, por lo cual seres y animales se necesitan unos a otros: el Principito cree que su flor lo ha domesticado. El zorro no sabe que el Principito viene de.otro.planeta; el animal caza a las gallinas y los hombres lo cazan a el.

Esta conversación puede tenerse como el diálogo más complejo del libro, pues en este se dirimen problemas de fondo, es decir, filosoficos, pues aquí tiene lugar una reflexión acerca de la naturaleza humana, después de la conversación y de la solicitud del zorro al Principito de domesticarlo, para lograr al fin la felicidad.

"Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada..Compran cosas hechas a los vendedores. Pero como no existen vendedores de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres a.un amigo, domesticale! "

"Y que hay que hacer para domesticarle?"

"Tener mucha paciencia" , respondió el zorro. Empezarás por sentarte lejos de mi en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca.'

Tanto en el capítulo 22 dedicado al guardagujas --vígilante de los trenes y de los pasajeros-- y del famoso diálogo con el vendedor de "píldoras perfeccionadas" del capítulo siguiente, el gran escritor francés nos muestra una singular.sensibilidad para hacer una crítica muy sutil de la sociedad industrial avanzada en los campos de la comunicación, la farmacologia y la medicina, más allá del desbocado afán de ganar tiempo que se observa en el seno de la sociedad industrial del siglo XX, con claras y aceleradas .consecuenciss en el XXI.

De modo magistral, Saint.Exupery va conduciendo su relato para cerrar el círculo narrativo a través de todas las alegorías y símbolos, usando imágenes y metáforas, con alusiones filosoficas en el.logro de este relato. Tenemos a la rosa como símbolo de belleza y poesía.

En el capítulo 24 se cierra el círculo cuando llega el octavo día de la avería del avión en el desierto, y el aviador debe partir. Se está acabando el agua y están sedientos, ya desesperados. El aviador también está complacido de haber tenido un amigo zorro, pues se estaban muriendo de sed. Pero ahí están, apreciando la belleza del desierto, las estrellas, la arena. El Principito revela que de niño vivia en una casa antigua en la cual se hallaba un tesoro escondido, un secreto. Y este misterio es el que propicia la construcción de un enigma que radica en lo invisible. Ahí se cumple la belleza, tal se observa en los grandes poetas del romanticismo. Que, mientras el Principito duerma, las lámparas no se apaguen durante la noche. Porque el agua volvera siempre por la.mañana.

En el capítulo 25 tiene lugar la conversación final entre el Principito y el aviador, ambos en medio del desierto y sufriendo de sed; beben cada uno su ración, se sacian, se ponen a hablar de las promesas que se habían hecho: dibujar el aviador el bozal para su cordero; los árboles Baobabs parecen repollos y el zorro, cuyas orejas parecen cuernos. Estaban celebrando el.semanario de la caída del Principito en la tierra, a mil millas de todas las regiones habitadas.

Estaba rojo de emoción. El aviador apenas sabía dibujar boas cerradas y boas abiertas. Llega el momento de la despedida y no encuentran como hacerlo. El Principito de pone rojo, lo cual significa que ha llegado el momento final.

"Tienes que trabajar, tienes que volver a tu maquina. Te espero aquí. Vuelve mañana por la tarde. '

Llega el momento de la despedida, del diálogo último Nosotros los lectores experimentamos una especie de melancolía. El diálogo se intensifica y los personajes adquieren un notable peso específico. Se trata de un enfrentamiento entre realidad y fantasía, entre imaginación y.mundo concreto. El Principito había tenido miedo otra vez, pero igual, sonreía y reía. Había transcurrido un año de los suyos.

Se produce una síntesis de todos los elementos que el Principito y el aviador experimentan, y de la amistad que ha surgido entre ellos, mensaje central del libro. Imágenes y.metaforas se ponen en acción. De pronto el Principito se derrumba sobre la arena, cuando un rayo cae en uno de sus tobillos.

Entonces, pasados seis años, el aviador emprende la escritura de su relato, de su historia. Las estrellas emiten sonidos de cascabeles.

Mirar el cielo, reír, tener amigos: ahi radica todo.

Antoine de Sanit Exupery siempre está recalcsndo el hecho de que los adultos pierden su capacidad imaginativa y su sensibilidad ingenua, se dedican a cosas llamadas serias o importantes, olvidando los sentimientos verdaderos y los pensamientos nobles.

También se remarca aquí la necesidad de contemplar no solo el cielo o el espacio sideral, sino también los fenómenos diminutos. El pequeño príncipe no actúa solo como niño ingenuo, sino como lo contrario: como un ente sensible capaz de comprender a los demás y de sentirse parte de la gran naturaleza que le rodea. Tambien este relato o novela breve puede ser considerado una fábula que habla de la soledad, de la.amistad y del poder de la imaginación: en este sentido se convierte en la.primera fábula poética del siglo XX donde se abordan todos estos temas, con un lenguaje completamente distinto al de los cuentos tradicionales, y con un enfoque de vanguardia que lo contemporizan y lo vuelven esencial para la tradición literaria de occidente.



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Gabriel Jiménez Emán

Poeta, novelista, compilador, ensayista, investigador, traductor, antologista

 gjimenezeman@gmail.com

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