Al tocarnos visitar uno de los planteles más emblemáticos de la parroquia San José, municipio Valencia, corroboramos no solo se trata de una institución fundamentada en la educación católica sino en la confianza depositada por cientos de padres en un lugar donde las enseñanzas van más allá de adquirir el conocimiento de las ciencias y los principios religiosos, pues prevalece la devoción del docente al educar en cada una de las modalidades ofrecidas allí, a saber, desde la etapa inicial hasta la media general.
Durante esa visita de acompañamiento pedagógico, actividad contemplada como parte de la planificación semanal pautada por el Comité Permanente de Formación para la Soberanía Nacional del Estado Carabobo fuimos sorpresivamente invitados a ser parte del jurado en uno de los intercambios de saberes más interesantes presenciados en el transcurso del año escolar 2023-2024.
Nos refirieron se trataba de una expo encuentro llamada Olimpíadas de Geohistoria. Desde luego tal acontecimiento, ya preparado para el momento de nuestra inesperada visita, estaba listo a iniciar, con la adrenalina de los organizadores y participantes a millón. Un evento con tales características captaría el interés donde fuere con tal de conocer los contenidos a tratar. Una vez conducido frente el escenario y observar el ceremonial de entrada de aquel número de jóvenes calificados por sus destrezas y conocimientos, listos de acuerdo a sus respectivos equipos, aceptamos con toda responsabilidad, respeto y honorabilidad acompañarles.
Allí veríamos entonces a estudiantes destacarse por dominar esos temas en torno a nuestra historia y geografía ataviados por llamativos vestuarios ajustados a la época republicana dentro de una esmerada ambientación, con disciplina intachable, la responsabilidad como valor inculcado a temprana, entre otros.
No obstante, se tuvo la intervención -muy acorde y propicia en tiempos de una profunda crisis socio económica- de un reconocido docente universitario comprometido con el estudio de las ciencias sociales. El académico bien sabido es muy reconocido por estar involucrado a los trabajos de investigación en niveles de educación superior con impacto mediático. Razón por la cual se le hace fácil manejarse con temas de gran atención en tiempos convulso. Allí, siendo un público con pocas herramientas de historicidad pero de gran dominio en el uso y manejo de las plataformas digitales tuvo la habilidad de dar su discurso mesurado, es decir, sin mostrar abiertamente su lado preferencial dentro de la polarización existente en Venezuela.
Al final de cuentas entendimos el mensaje ideológico y suavemente delineado a "defender la cultura occidental".
En consecuencia, tras descomponer aquella breve intervención escuchada sin interrupción, es lógico que quienes se reúnan sobre una misma alfombra ideológica y clerical, el asunto sea el papel que juega actualmente Venezuela en el mundo. Y es así que nos preguntamos: ¿Qué aspectos debe defender Venezuela de la cultura occidental?
El profesor activo de la Universidad de Carabobo lo recalcó varias veces antes de retirarse pues no vaciló en decir a los chamos próximos a ser bachilleres: "somos occidentales, no lo olviden".
Dentro de ese contexto ¿Qué pueden entender las nuevas generaciones del mundo occidental? ¿Por qué el profesor universitario hizo énfasis a tal identidad sui generis?
Para allanar el camino de la comprensión con que el mundo se sitúa en la actualidad producto de revoluciones y hechos sin precedentes hemos escuchado las posiciones de otras voces académicas, estudiosas de la diversidad cultural, la historia en su conjunto, las artes nuestras para de modo significativo facilitar esta entrega.
En el caso particular la cultura occidental, hoy por hoy, con su principal exponente (EEUU y sus transnacionales) reedita lo que ha sido la figura del imperialismo. Así puede seguir controlando pueblos por la fuerza bajo el empleo de la guerra y la implantación de la lengua autóctona en combinación con la religión.
Muy bien lo ilustra a través de una conversación otro catedrático dedicado por años a la investigación de las ciencias sociales como lo es el profesor Abraham Toro, quien manifestó que a través de la llegada a Nuestramérica de los españoles, necesario difundirlo así, tal continente fue gradualmente segmentado. En el caso de los norteamericanos las ansias por hacerse de tierras y expandir la riqueza de nuevos colonos empezaron a decir: "América para los (norte)americanos". Acá es clara la posición de querer dominar al continente hispanoparlante ante la pretendida de potencias europeas.
Toro argumentaba la clara visión del Libertador Simón Bolívar dado todos estos acontecimientos que fluyeron en su época de no ser más colonia española y que Venezuela tenía su propia identidad al ser una nación multiétnica.
De modo que en la gesta independentista Venezuela o la unión de tres países independizados de la corona española denominada como Colombia, la grande, se redimencionan tradiciones, valores, costumbres que van a dar al lastre a esa sola identidad de ser solo europeos.
Entretanto al escuchar a otro exponente de la academia pero más dedicado a la defensa de la lengua y no por eso alejado de la historia nuestra explicó esa posición ferviente con que occidente se ha mantenido dominante. Señaló puntualmente el impacto con que en América se abren mercados hacia naciones de respetado avance tecnológico, científico, económico y militar del oriente medio.
En este caso, nos los expone este hombre ligado también a los medios de comunicación pues la lengua castellana como herencia occidental nos define de por sí, pues recuerda como en la península hispaniola se impuso la cruz ante la media luna roja. De ahí entonces se desprende una serie de sucesos que gracias a la obra insigne de Miguel de Cervantes, El Quijote, la lengua española tomaría trascendencia en épocas del surgimiento de esta forma de comunicarse proveniente de Castilla y que se llamara Castellano hasta posicionarse en el Nuevo Mundo.
Ya vemos entonces que la lengua castellana nos define como occidentales, más aún cuando el arte de hablar y escribir es herencia del latín y el griego. Tras estas ramificaciones culturales en materia jurídica tenemos que en el caso venezolano la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, nacida en 1999 nos conduce legalmente a reglamentar y basarnos en la autodeterminación de los pueblos. El Libertador nos lo recuerda hoy con uno de sus pensamientos cuando se trata de defender la patria: "Primero el suelo nativo antes que nada".
Ejemplos de no caer en el curturicidio o no sentirnos desamparados como pueblo rico en manifestaciones culturales es mirar en retrospectiva el legado de hombres de la talla de César Rengifo bien avanzado el Siglo XX. En él tenemos cómo responder a esa pregunta sobre qué aspectos debemos defender de la cultura occidental cuando sus obras dan cuenta de su postura política a favor de las mayorías desposeídas, los negros y los indios. Notorio saber que él colocó el arte al servicio del pueblo. Hay que trabajar en función a ello.