Desestabilización y Desarticulación Endógena (I)

Sospechemos del discurso de los protectores del sistema de poder, cuando instruyan la matriz de opinión que catequiza lo licencioso e inconveniente del sistema electoral actual: roja Venezuela, roja Brasil, roja Uruguay, roja Bolivia, roja Nicaragua; fraude en Perú, fraude en Ecuador, fraude en México; fraude cantado, dónde el sistema electoral no permite el fraude, acostumbrado por los dueños de la “democracia”: entiéndase, todos y cada una de las naciones que practican el coloniaje. De seguro la cultura occidental dominante desafiará, los pueblos que exigen un cambio socialista en la Patria Grande; hablaran de reforma como sinónimo de maña; exigirán el derecho a disentir falseando la realidad; impondrán como gestores del sistema de poder: medios de comunicación radioeléctricos, ONG’S, SIP, Centro Carter, OEA, ONU, Comunidad Europea, etc. Retarán una vez más , los pueblos, desconociendo las leyes dispuestas, por el sistema de poder, para dominar los pueblos.

Estamos concretando las intenciones de la oposición escuálida, nacional, internacional y “revolucionaria”; basándonos en la burocracia y la corrupción, construida como sostén del sistema político democrático. Para precisar la estructura metodológica del escualidísmo global debemos preguntarnos: ¿Qué es la contrarrevolución? ¿cuáles son sus componentes pasivos y cómo actúa la contrarrevolución pasiva? ¿Sí señalamos los errores, las omisiones y los ilícitos, como un estadio de ausencia de fe en la verdad; estamos señalando, el sistema de poder que protege la mentira y el fraude o, no las señalamos? ¿es la clase media profesional corrupta por naturaleza? Debemos afirmar, que la burocracia y la corrupción, fueron confeccionadas como el mejor de los referentes del deber ser institucional sin explicar la realidad del ser: situación ilustrada, como el desafecto del curso de la honestidad de los bienes naturales en beneficio del carácter hipócrita y moralista del pensamiento “democrático” desde los años de la Revolución Francesa.

La “democracia” como sistema de representación moralista, representativa del ente contralor – adentro de la institución - sustituye los propósitos revolucionarios con una variedad de mañas.; asumidas para transferir la burocracia y la corrupción a la irresponsabilidad, la complicidad y el culto a la personalidad. Reconocer la burocracia y la corrupción en las instituciones de Gobierno, nos permite la visualización de las técnicas que instruyen, retardan, complican y disimulan las corruptelas; de los correctivos y las sanciones que los órganos contralores deben aplicar. Esta ausencia de reconocimiento nos permite especular, todo lo concerniente a la lucha contra la burocracia y la corrupción; cuando las instituciones en general; convierten los propósitos revolucionarios en discursos carentes de calidad, cualidad y excelencia. Desde esta punto de vista de la lucha contra la burocracia y la corrupción, la autocrítica es un reto revolucionario vital.

La corrupción de los valores institucionales, la irresponsabilidad personal y laboral, la complicidad ética y moral, la sed de dinero y la burocracia; actúan como mandamientos tradicionales de la cultura occidental dominante. Esta tradición es la moraleja que acciona el uso de la mentira y la manipulación. Ella es el resultado de la naturaleza de los partidos políticos conformados como sistema de poder - individual - dentro y fuera del Gobierno. Este desatino - para llamarlo de alguna manera - es impropio no sólo por lo delictuoso sino por lo contrarrevolucionario. En este sentido la corrupción es un proyecto de desestabilización y desarticulación; organizado como táctica de guerra sicológica; instruida para detener la Revolución Bolivariana: ¿Por qué no se penalizan la burocracia y la corrupción como delitos en contra del Estado? ¿por qué no se aborta la metodología burocrática que confiere la fase primaria de la corrupción?

La oposición contrarrevolucionaria - la que acompaña al Gobierno y la antagonista del Gobierno - conforma una serie de velos sobre la realidad. Estos velos satisfacen la creación de los partidos políticos como instrumento superior de las políticas de Estado: ¿es razonable ésta condición? ¿es prudente ocultar la realidad de la institucionalidad “democrática”, sin verificar los niveles de complicidad endógenos y exógenos conformados como paralelismos de representación? ¿por qué un ilícito, antes de conocerse o ser conocido por los componentes de una institución, partido político, ONG, organismos multilaterales y sus comparsas, es encubierto y exaltado por defensores de oficio? La corrupción histórica del proceso de evaluación y fiscalización germina a la par de la conversión de los partidos políticos en gestores públicos de los bienes del Estado: instituciones de Gobierno, protegidas… diputados protegidos… ministros, protegidos… un número muy grande de cargos de Gobierno, protegidos… partidos políticos, incapaces y delincuentes disfrazados de rojo revolucionario para comercializar los destinos de la revolución, protegidos… partidos políticos escuálidos, protegidos… gestores todopoderosos, protegidos... medios de comunicación radioeléctricos, protegidos... protegidos… etc. y etc., protegidos… base y poder popular, desprotegidos.

Adjudicarnos voluntaria o involuntariamente características correlativas al desgaste institucional y cultural definido por el súper yo del sistema político democrático; empuja a las instituciones en general, a los funcionarios en particular y a sus árbitros contralores; a la secuencia de una cadena de sucesos históricos conformados para la venta de la patria y el anti - venezolanismo. En este resumen de nuestra historia los partidos Acción Democrática (social demócrata) y COPEI (demócrata cristiano) fueron los desgraciados protagonistas de esta cruzada anti - venezolana.

La subordinación de las instituciones “democráticas” a los asuntos y los valores del fraude tiene como efecto la incompatibilidad entre el sistema de representación (partidos políticos) y los pueblos conscientemente segregados por el sistema político democrático. En las instituciones públicas no existen diferencias entre el fondo y la forma. No existe ninguna diferencia entre las formas de corrupción y los contenidos éticos y morales de una institución cuyo origen es la cultura de la expoliación. El carácter primordial de una institución coexistía – en una época demasiado lejana - como la homogeneidad de la conducta institucional y la forma, mientras el fondo permanecía como símbolo de la honestidad conjugada sobre la concierna de los elementos contralores.

Al mismo tiempo que se decreta la burocracia y la corrupción después del Pacto de Punto Fijo. La salubridad asociativa que la genera, pende de la retórica de los líderes políticos que representan las trasnacionales, las oligarquías y los Estados Unidos de Israel: desequilibrio del protagonismo (sistema político democrático) y equilibrio del antagonismo (Revolución Bolivariana) expresado por el Presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, cuando educa y transmite las bases de comportamiento, producción y transformación de la Republica Bolivariana de Venezuela.

Si bien, Hugo Rafael Chávez Frías, representa el antagonismo del colonialismo burgués representado por el sistema político democrático; la burocracia y la corrupción representan la contrarrevolución diseñada como antagonista del proceso bolivariano. Antagonismo exacerbado por los representantes del fascismo “democrático” pasivo, y las influencias de la neurosis del universo escuálido hacia los factores de la realidad política venezolana: pobreza, exclusión y explotación determinada desde los espacios de control ejercidos por los Estados Unidos de Israel.

La lucha contra la opresión, la burocracia, la corrupción y el anti – venezolanismo; debe convertirse en transparencia y reflexión, verdad y contextualización, goce, satisfacción y orgullo exógeno de la venezolanidad. Ante el gigantismo de esta realidad, debemos preguntarnos; ¿cómo y por qué se ejercemos los pensamientos de la cultura eurocéntrica y el estilo de vida impuesto por el american way of life? ¿es acaso, alentador no reconocernos a nosotros mismos? ¿por qué la “sociedad civil” y la clase “media profesional” se comportan como amantes de la irracionalidad conformada por el anti - venezolanismo?

candelarioreina@yahoo.es


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Candelario Reina

Poeta venezolana, activista por la paz y la solidaridad con los pueblos del mundo. Productora Nacional Independiente, Guionista y Reportera. Primera poeta venezolana, en recibir en manos del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, la orden "Heroínas de la Patria".

 sinfronteras_al@yahoo.com

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