Salud pública integral: las grietas del sistema

Con la revolución bolivariana, desde su etapa constituyente, se produce el retorno de la salud pública integral, donde la inclusión social, la salud como un derecho a la vida y la obligación del estado de garantizar los recursos presupuestarios, son sus ejes rectores. Con Barrio Adentro se comienza a diseñar una red de salud, como estrategia para la construcción del Sistema Público Nacional de Salud. Los sucesivos de planes de salud en revolución y en especial el Plan de Salud 2014-19, como plan indisoluble del Plan de la Patria diseñado por el comandante de la Revolución Hugo Chávez Frías, no solo establece la hoja ruta del proyecto, sino también la planificación minuciosa de los recursos para la ejecución del mismo. La visión estratégica del líder bolivariano ha estado expuesta, como toda obra humana, a aciertos y errores. Es necesario un balance autocrítico del camino recorrido, para identificar  acertadamente “las grietas del sistema”, entre ellas las fuerzas de la reacción al modelo que han encontrado nichos donde refugiarse y reproducirse, pero aún más relevante identificar lo que no hemos avanzado suficientemente en la aplicación del plan estratégico diseñado en el Plan Nacional de Salud.   

Tomando como referencia el Plan Nacional de Salud (PNS) de donde recogemos el marco teórico, debemos contrastarlo con la práctica concreta, con la realidad tal como es. De acuerdo al PNS el Modelo de Atención Barrio Adentro recupera el enfoque integral y comunitario (promoción, prevención y recuperación de la salud) a partir del concepto de territorios sociales, asegura la continuidad de la atención con calidad y humanidad en todo el grupo familiar y en todas las necesidades y problemas, con personal especializado en Medicina General Integral y en Medicina Familiar, incluyendo el suministro de medicamentos en forma gratuita, universal, garantizando la accesibilidad territorial al ubicar los Consultorios Populares en la comunidad. El concepto integral, inclusivo, universal, con accesibilidad a todos los niveles pero un enfoque prioritario en la atención primaria, donde la promoción, prevención, educación en modos de vida saludable, son los pilares fundamentales donde se soporta el sistema. El concepto de lo territorial ha avanzado en concebir la red que está en construcción a partir de los ASIC (aéreas de salud integral comunitaria), concebida de acuerdo la PNS “como la unidad básica organizativa y operativa de la estrategia de construcción y de gestión del SPNS en el marco de un nuevo modelo de organización como es la Red Integrada de Salud”. 

La propuesta de Sistema Publico Nacional de Salud, en primer término debe afrontar la fragmentación y segmentación que aún persiste, a pesar de los avances logrados. Esta integración debe ser una construcción no sólo las distintas instituciones y organizaciones del sector gubernamental, sino además la atención privada, hoy pagada en gran medida por fondos públicos. El  Sistema Único es un anhelo aún no logrado y supondría que cualquier ciudadano o ciudadana que ingresa al sistema por cualquier puerta, entra a un sistema en cuyo interior se organiza de manera racional la totalidad de los recursos requeridos para responder a las necesidades de las personas. La rectoría única de la salud es una  deuda pesar que el PNS afirma que “a pesar de la existencia del mandato constitucional, se requiere instrumentos regulatorios para fortalecer la nueva institucionalidad en salud que se ha iniciado con barrio adentro, que reflejen adecuadamente nuevos enfoques de la salud públicos entre estos  la Ley de  Sistema Público nacional de salud”.  Persisten en el sistema público subsistemas como el de la seguridad social (IVSS) y el IPASME (ministerio de educación), y la herencia de los entes descentralizados (fundaciones de salud). Los seguros médicos de los trabajadores públicos y privados siguen siendo la fuente principal de lucro de las clínicas privadas, un absurdo capitalista donde el estado financia la medicina privada. El sistema heredado se caracteriza en una “multiplicidad de entes con competencias en salud, una baja capacidad resolutiva y una fuerte subordinación al complejo médico industrial y en general al sector privado”. Para avanzar decididamente en el camino del modelo socialista de salud hay que garantizar la rectoría del Sistema Público Nacional de  Salud,  centralizar la gestión y las políticas, criterios de atención, y la descentralización operativa hacia las bases del pueblo organizado. Por otro lado se debe garantizar la equidad, accesibilidad y la justicia social eliminando cualquier vestigio lucro en la atención de salud de los venezolanos.

Otro desafío aún no resuelto y que adquiere particular relevancia en el marco de la guerra económica, es la dependencia con el “complejo medico industrial” relacionado a insumos médicos, tecnología, y los laboratorios de medicamentos, que en la estrategia de hacer “chillar” la economía se ha convertido en un inhumano instrumento golpista de las transnacionales farmacéuticas y de tecnología. El no haber podido estructurar suficientemente una industria de insumos y medicamentos propios, nos hace vulnerables ante las tendencias oligopólicas y especulativas que pueden poner en riesgo la estabilidad del sistema. A esto se agrega la cultura de la “enfermedad” enraizada en la sociedad con rasgos consumistas y automedicación y cierta irracionalidad de los médicos afectos a poli medicación, producto de la propaganda de los laboratorios farmacéuticos, que convierten los medicamentos en mercancía. Se hace necesario una ley de genéricos que obligue a los médicos recetar formulas y no “marcas “, con una política de apropiación de patentes  de la mano de países amigos del Alba, Unasur y otros que tienen industria nacional, que podemos no solo acceder a un mercado alternativo, sino también lograr transferencia tecnológica. La investigación científica nacional de acuerdo a nuestras prioridades, la industria médica autónoma y la formación de talentos en recursos humanos es clave para la independencia y soberanía en salud.

Otro punto crítico del sistema es el deformado aparato burocrático del estado, que lejos de facilitar los procesos socializantes de la salud perduran con la “resistencia burocrática a la participación, busca restringirla exclusivamente a tareas instrumentales, subordinándola a la institucionalidad, e imponiendo una asimetría en el manejo de la información y los recursos que limita la apropiación de los procesos de atención y promoción de la salud por parte de las organizaciones de base”.  La carencia de insumos producto de la guerra y conspiración de la reacción, produce parálisis del sistema, con inmovilismo y falta de motivación, sin negar que las limitaciones al acceso de insumos básicos, sobre todo en áreas claves, (repuestos de transporte, herramientas, papelería, artículos de oficina) busquen paralizar el aparato burocrático clásico. La crisis debe enfrentarse con innovación, creatividad, abrirse a nuevos sistemas de organización de la gestión, conciencia colectiva y participación democrática, superando el verticalismo, burocratismo y la ineficiencia. Este proyecto se construye fortaleciendo los equipos de salud, participación de los empleados y obreros en los consejos de trabajadores y los colectivos de dirección en los centros asistenciales.   

Por último, hay que entender que en esencia el modelo está concebido en función a la “participación comunitaria en general, y la de los comités de salud en particular, en la Misión Barrio Adentro, que se ha ido conformando en un movimiento social y político en torno a la salud”. “El modelo de atención desarrollado en Barrio Adentro implica la articulación local con el conjunto de Misiones Sociales que promueven el mejoramiento integral de la calidad de vida de las poblaciones empobrecidas, asegurando el acceso a los alimentos, a la educación, al empleo productivo, a la integración social, a la preservación de la cultura y el desarrollo de nuevos valores basados en la solidaridad y la corresponsabilidad social”. La participación comunitaria está limitada por varios motivos, unos atribuibles a los propios procesos comunitarios y otras debido a la propia institucionalidad, que muchas veces tiene formas burocráticas de relacionarse con el pueblo organizado. La voluntad de la comunidad de participación en la contraloría, la gestión y el empoderamiento de los servicios de salud, muchas veces es limitada por la institución, más allá  de la voluntad del servidor público. La burocracia tiende a “controlar” los procesos sociales, tiende a remplazar la voluntad soberana con paternalismo e imponer el “saber científico” al “saber popular”, limitando la integración de saberes. La nueva institucionalidad necesaria se mide por la voluntad de acelerar estos procesos sociales, a costa de que el pueblo pueda superarla si no fuera así. Por ello el Plan Nacional de Salud propone “impulsar la participación protagónica del Sistema de Agregación Comunal y sus instancias relacionadas con la salud, en la contraloría, cogestión y autogestión, de la promoción integral de la salud”.    

El proceso constituyente sigue vigente y no debe ser el limitado por el poder constituido. El presidente Maduro ha propuesto y avanza decididamente a la construcción de miles de bases misiones para que Barrio Adentro, las misiones educativas, de alimentación  y la misión deporte se inserten más en las bases populares, allá donde aún quedan bolsones de pobreza o el lugares de difícil acceso. En ese mismo sentido ha convocado al consejo presidencial de la salud, como una forma novedosa de participación popular en el gobierno socialista. En nuestro ASIC “Dr. Julio Rodríguez” de la ciudad de Cumaná en el estado Sucre, tenemos un proyecto discutido por las bases por más de 3 años: la de transformar el Hospital “Dr. Julio Rodríguez” en un Hospital Comunal y Socioproductivo” http://www.portalalba.org/index.php/2014-03-29-22-13-16/2014-04-01-19-47-07/salud/5134-mision-barrio-adentro-salud-construir-comuna-y-promover-el-buen-vivir . Pretendemos promover, a través de nuestro vocero del poder popular, en la discusión y aplicación del PNS, debatirr la ley del SPNS y los proyectos que surgen en la base de los consejos comunales para un buen vivir y una vida saludable. Creemos que se hace necesario comprender lo que hemos llamado las “fisuras del sistema”, revisarlos y avanzar a la superación lo que nos permitirá “blindar” el modelo socialista bolivariano de Salud.

*Medico integrante del colectivo de dirección  hospital “Dr. Julio Rodríguez. Cumaná. República Bolivariana de Venezuela.

 

rodolfocarballo@hotmail.com



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