¡Así, así, así es que se gobierna!

Este slogan, que es de creación popular, hoy, más que nunca, el gobierno se lo merece. Al menos, en lo que se refiere al control de los precios súper inflados en los electrodomésticos y artículos de línea blanca. Esto el pueblo lo aplaude, y respalda todas las medidas anti-especulación que el gobierno está tomando con éxito.

El pueblo clama por la prolongación de estas medidas, hasta que se promulgue una ley que castigue con cárcel y expropiación cuando se incurra en esta grave falta. Mientras tanto, considero que se pueden poner en marcha algunas medidas en esta lucha contra los especuladores y golpistas que quieren acabar con este hermoso proyecto, como por ejemplo:

Que sea de carácter obligatorio poner a la vista del público en TODOS los establecimientos comerciales (ferreterías, negocios de repuestos de carros, concesionarias automotoras, supermercados, etc.) la lista de productos con sus respectivos precios de compra y de venta. Esto, con el fin de controlar las ganancias codiciosas, pero sobre todo, para desbaratar la línea de desestabilización económica y política tendiente a crear descontento en el pueblo y poder utilizarlo como base para dar un golpe de Estado.

Controlar la producción y distribución de cabilla y de cemento, ya que estos rubros no se consiguen a precios regulados debido a su escasez. Está bien, la mayoría lo usa la misión vivienda, pero también se debe producir para el consumo particular que no está en dicha misión pero quiere construir su casa o mejorar la que tiene.

Investigar por qué las aseguradoras reducen los beneficios de las pólizas de HCM al renovarlas, pero aumentan el costo de la prima y el deducible.

Obligar a las agencias de viajes a que vendan los pasajes a precios internacionales, ya que en la actualidad son los más caros del mundo.

Atención con las facturas de importación. No es raro que vengan sobrefacturadas. En Nueva York, un televisor de 27 pulgadas está en oferta al público en 210 dólares (Bs. 1.323). Calculen entonces a qué precio se consigue al mayor.

También voy a señalar algunos problemas que dañan la calidad de vida, y que no se corrigen por falta de voluntad política.

Los motorizados se han convertido en una verdadera plaga. No respetan la ley. Ellos creen que pueden cometer toda clase de infracciones porque nadie les dice nada. Es frecuente ver que en la autopista van en contravía e insultan al que medio se le atraviesa. Empecemos a obligarlos a que cumplan las leyes.

Debería hacerse una campaña para que los autobuseros no toquen sus cornetotas por cualquier cosa. Si estás delante de ellos te caen a cornetazo limpio y te dejan medio sordo, pero si estás detrás de ellos se paran por el tiempo que les da la gana, y no les reclames porque te quieren vejar.

Si logramos controlar con la ley todos estos desaguisados, entonces la calidad de vida mejorará y tendremos revolución asegurada.

Lo que se está destapando con estos controles debería servir de reflexión a la oposición y ver que sus LÍDERES no son sino sus verdugos. Pero no abrigo mucha esperanza, pues han dado suficientes muestras de que están muy disociados de la realidad, y no ven que estas medidas los beneficia especialmente a ellos.

Derrumbemos el Estado burgués y construyamos el Estado Comunal. Ese es el verdadero camino hacia el Socialismo.

No olvidemos que la extrema derecha está frustrada por catorce años de derrotas, y que además, al estar perdiendo sus privilegios, se vuelven más fascistas, más asesinos. Si ellos ganan la batalla económica, y en consecuencia el poder político, vendrán persecuciones, torturas, cárcel, desapariciones, tal como lo hizo Pinochet, y peor que en la cuarta República para que no quede ninguna huella que reclame reivindicaciones sociales.


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Eduardo Ramos


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