Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa: Digno ejemplo

Mañana se cumple un año más de la lamentable desaparición física de Gilberto. Hoy más que nunca su legado cobra más importancia. Lo que este insigne médico venezolano significó, significa y significará, no solo para la medicina venezolana y mundial, sino el ejemplo que como funcionario público representó es el motivo de estas líneas.

Gilberto luchó por la gratuidad de la salud pública, por la equidad y por sobre todas las cosas por la INCLUSIÓN de los más necesitados, por aquellos que el estado venezolano, llamados de la 4ta, había excluido, no solo de un sistema de salud público digno, sino de todo derecho a compartir las inmensas riquezas de un país privilegiado como el nuestro.

Hoy cobra suprema importancia su rol como funcionario público, porque así se mantuvo durante toda su carrera y vida como médico; más que funcionario fue un SERVIDOR público, para Gilberto un cargo en la administración de salud (los más importantes los ocupó) sólo significaba la posibilidad de acercar su conocimiento y el manejo de los recursos económicos al servicio directo de quienes lo necesitaban; su mayor valor LA HONESTIDAD, sí esa palabra que encierra la esencia de los que pretenden transitar el camino de lo público y que lamentablemente se ha perdido o se ha prostituido en la boca de aquellos que sin profesarla son capaces de mencionarla. Como este valor, otros, la responsabilidad, la constancia, la humildad, el desprendimiento de lo material (fundamental para ser honesto e incorruptible) su nobleza y amor por la vida, entre otros, lo hacen ser ejemplo y referencia obligados de todo funcionario público.

¿Cuántos funcionarios públicos, se pueden ver reflejados en esta descripción? ¿Cuántos merecen estar en altos cargos al servicio del pueblo? ¿Cuántos puedan decir yo soy así, lo estoy haciendo bien, merezco estar aquí?

El día de mañana, se otorgará la "Orden al Mérito del Médico Bolivariano Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa" acto encabezado por el ciudadano presidente Hugo Chávez. Aquellos que formamos parte de su familia, amigos y quienes lo admiramos, sólo esperamos que entiendan la grandiosa responsabilidad que llevan sobre sus hombros, que detrás de la medalla está el espíritu de un gran hombre, que los estará observando, que los estará evaluando, él, llamado por algunos, "El Quijote de la Medicina" luchó también con molinos de viento, que aún rondan cada espacio de la administración pública, derrotarlos no es fácil, pero no imposible.

A usted Sr. Presidente, me permito decirle, estamos perdiendo la batalla, esa por la que nuestro admirado Gilberto luchó toda su vida, esa que se convirtió en su razón de ser, esa rodeada de sus valores. Se necesita un ejército de Gilbertos en las filas de la revolución, a su lado, para que el sueño de todos los que aún creemos en una Venezuela de todos y para todos, y en definitiva en un mundo mejor, no se pierda y peor aún que jamás muera la esperanza de alcanzarlo. Hemos avanzado sí, pero es poco para un camino tan largo, se nos atraviesan enemigos muy grandes: la corrupción es uno de ellos, quizás el más temible porque implica pérdida de valores fundamentales, valores que son la base en el logro del objetivo.

Por un mejor país, hasta siempre Gilberto. "Que no muera la esperanza, ni el combate, ni el amor..." Alí Primera


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Jorge Luis Ochoa González

Licenciado en Educación

 Jorgeochoa004@gmail.com

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